WACKEN 2011 – Jueves

A pesar de la saturación de gente y de lo exageradamente grande que es hoy en día Wacken es un festival que continua poseyendo ese encanto y en el que las bandas salen al escenario como si estuviesen jugando la final de la Champions. Todo se ha vuelto exageradamente grande y excesivo y puede que el festi haya perdido ese encanto primigenio de las ediciones de finales de los 90 y principios de los 2000, pero tanto da, sigue siendo el festival más grande de heavy metal sobre la faz de la tierra. Y eso que cada año pienso en no volver más, pero es imposible, hay un magnetismo que me liga a él.

El hecho de que las 10000 entradas para el año que viene se agotaran en 45 minutos el domingo posterior al festival creo que indica perfectamente la locura general que hay en Wacken. Pero es innegable que esta gente sabe hacer las cosas bien.

LAS NOVEDADES

Las grandes novedades eran realmente pocas esta vez. La grúa de Jagermifter que sube una barra de bar a 50 metros de alto esta vez poseía humo y luces. Lo sé, no es una gran novedad, pero si el ejemplo perfecto que poco más le queda a Wacken para superar o crear; sencillamente hacer lo mismo pero con luces para darle más espectacularidad. La carpa de lucha libre esta vez estaba habilitada para conciertos mayores. Han montado una carpa de circo enorme, muy ampliada respecto a la edición anterior. Otro que ha crecido es el escenario Party Stage, el tercero tras los gemelos True Metal y Black Stage. Ahora es mucho más grande e incluye una pantalla enorme que permite que no nos perdamos ni un detalle. Lo mejor de todo ha sido las temperaturas y el clima. La lluvia ha visitado Wacken sólo por la mañana y ha permitido que el sol norteño nos dejara una tregua para dormir hasta tarde, lo cual se agradece enormemente. Sí hubo un día de fina lluvia constante y un importante aguacero en la despedida del festival, pero creo que todos firmamos que cada año sea igual.

LOS ERRORES

Ha habido algunos errores clamorosos esta vez. Por un lado se ha unificado en una única torre de sonido, algo que es buena idea, pero se han levantado y acercado unas torres de sonido, que junto a un bar con terraza y la rampa de minusválidos (en la que no solamente accedían minusválidos, he aquí el problema) hacía que la visión de los conciertos fuera a distancias kilométricas. Eso junto a las grandes aglomeraciones hacían que mucha gente ni entrara al recinto del festival y viera los conciertos cómodamente sentados en el césped y fuera del recinto, ante una pantalla gigante.

Otro alucinante es cerrar las discoteca incluso 3 horas antes de lo previsto. I se anuncia que está abierta hasta las 6:30 lo mínimo es respetar los horarios. Ya van dos años seguidos, pero esta vez cerraron tres horas antes de lo planificado. Ningún día cumplieron los horarios.

Otro importante e impropio de Wacken son los fallos en el sonido de los conciertos, y a pesar de que últimamente suceden bastante a menudo, lo sucedido con Helloween fue propio de festival hispano.

MIÉRCOLES 3 (Jordi Zelig)

Esta vez el miércoles era un día en el que se le ha dado todo el protagonismo a las bandas del Battle Metal, esa competición global en la que grupos de todo el mundo compiten para ver cuál es la mejor y repite al siguiente año en un escenario más grande. No vimos a ninguna, básicamente porque es un día ideal para comprar todo tipo de camisetas, discos, etc… Posteriormente habrán kilométricas colas y todo se agitará rápidamente.

MAMBO KURT 5.5/10 (Jordi Zelig)

Lo que sí que no nos podíamos perder es la actuación de este marciano teutón armado con su gigantesco hemiorgel que lanza tronchantes samplers de temas famosos y con los que toca y canta a su manera. Kurt ha cambiado bastante su repertorio, algo bueno, pero ha dejado de lado el material más metal y se ha centrado en el pop. Sigue manteniendo un público fiel que le adora y canta todas y cada una de sus canciones, pero la fórmula ya empieza a aburrir un poquito. Cayó el habitual “Reign in Blood” y el “Final Countdown”, pero el resto fue bastante deslucido. Música etílica para borrachos, y de eso hay a millares en Wacken. Es más importante que lleguen los camiones de Becks y Franziskaner que no que toquen Ozzy y los Judas… Por momentos llegó a aburrirme un show que tiró de gente subida en el escenario y temas de Madonna, Alphaville y demás. No me quedaron ganas de volver a verle, pues hay que recordar que Mambo Kurt toca cada día.

Ese día hubo karaoke metal posteriormente y la verdad es que hubo desde naufragios absolutos a gente que lo hacía de maravilla. Un tío con una gorra del ejército gris americano bordó a Guns N Roses y otros asesinaron un tema de U2. Incluso la gente silbó… La fiesta continuó en el Beer Garten hasta las tantas, siempre con españoles dispuestos a liarla hasta el final y alemanes caídos por todos lados.

JUEVES 4

La lluvia esperada no apareció y sí un cielo gris ideal. Visitamos el pueblo y nos preparamos para ver una interesante jornada de conciertos.

SKYLINE 7/10 (Jordi Zelig)

Los Skyline es el grupo que se han montado los organizadores de Wacken. No lo hacen nada mal y cuentan con invitados de lujo para que la gente acuda en masa a verles. Doro, Onkle Tom, Udo o Chris Bolthendal suben al escenario para cantar los himnos, fáciles, todo sea dicho, que han preparado los organizadores. “We Are the Metalheads” funciona de maravilla, cantado por Doro. La verdad es que son estribillos fáciles de puño en alto de sabor 80. Doro nos regaló un “All We Are” y Udo un “Im a Rebel” seguido de “Balls to the Wall”. Antes habían empezado con un tributo a Gary Moore con la mítica “Over the Hills and Far Away”. Divertidos e ideales para empezar, pero si les quitamos los invitados… todo se queda en nada.

FREI.WILD 8/10 (Jordi Zelig)

Tras ellos era el turno de Bülent Ceylan, un humorista heavy que parece que hacía mucha gracia pero que poca nos hacía a los que no hablamos alemán. EL festival quiere potenciar los shows humorísticos este año. Le siguió la actuación de los Frei.Wild, banda de rock alemán con tintes punk que toca habitualmente en el festival. La verdad es que sonaron muy bien y tienen  muchísima aceptación entre los fieles. Los temas son de corte hímnico y poseen mucho gancho.

HELLOWEEN 6/10 (Jordi Zelig)

A pesar de que es un placer poder disfrutar de temas tan maravillosos como “Im Alive” y “March of Time” después de tanto tiempo la verdad es que el show de los alemanes quedó en poco. Nada más salir con “Are You Metal” vimos alucinados que por dos veces se quedaron sin sonido. Primera vez en 12 años que veo algo así en Wacken. Finalmente pasaron de este corte y avanzaron con “Eagle Fly Free”. Todo funcionaba de maravilla e incluso vimos a un Weikath sumamente entregado y sonriente. Pero lo que no puedes hacer es que si se te jode el sonido y tienes sólo una hora de directo tires de solo de batería y alargues los estribillos de “Future World” y “I Want Out” hasta el infinito. De verdad que fue irritante. Para el recuerdo queda un brillante “Doctor Stein” y un temazo nuevo como “When the Sinners Go”. Sigo alucinando que Helloween siga tirando tanto de los Keepers con una discografía tan excelente como tienen.

BLIND GUARDIAN 7.5/10 (Jordi Zelig)

A pesar del gran concierto de Hansi y los suyos, la verdad es que lejos se quedaron de otros grandes conciertos realizados en Wacken. Empezaron con la ampulosa “Sacred” para atacar luego con la clásica “Welcome to Dying”, recibida con fervor y alegría. Hansi cantaba como los ángeles y todo el grupo demostró que ha superado el bache por el que pasaron tras la edición del “Nightfall”. Precisamente de ese disco cayeron “Nightfall” y “Time Stands Still”. El sonido era perfecto y había mucha clase y elegancia en todo el grupo. El delirio llegó con la esperada “Traveler in Time” pero la cosa decayó con “Fly” y “Tanelorn (Into the Void)”. “Imaginatios from the Other Side” y la preciosa “Lord of the Rings” brillaron demostrando que la gente estaba ávida de clásicos. “Wheel of Time” demostró que puede que se mantenga en futuros set-lists del grupo y las habituales “Valhalla”, la inesperada “Majesty” y la coreadísima “Bards Song” supusieron una perfecta recta final al concierto. El cierre, cómo no, de manos de la sempieterna “Mirror, Mirror” que sonó a gloria. Fue alucinante ver ese final con un derroche de pirotecnia nunca visto en un show de los Guardian. Gran concierto pero lejos de la perfección a la que han llegado otras veces en este mismo escenario.

OZZY OSBOURNE 8/10 (Jordi Zelig)

Olvidaros del nivel de Ozzy en Zaragoza o incluso del de Vitoria este año. Aquí Ozzy elevó el listón pero parecía que no supiera que estaba en el festival más grande del mundo. Nada de pirotecnia ni efectos, eso sí, una gran banda sobre el escenario y un Ozzy, que teniendo en cuenta sus posibilidades, estuvo muy correcto. El inicio estaba cantado con “I Dont Know” y “Suicide Solution”, temas perfectos para abrir el show. Sus movimientos eran bastante más ágiles que otras veces y su garganta no se quebró en ningún momento. Gus G y Tommy Clufetos rayan la perfección en todo momento. Tras un “Mr Crowley” antológico vino la sorpresiva “War Pigs” de Black Sabbath y un “Bark at the Moon” con ese solo espectacular. Ozzy sacó su pistola de espuma y dejó a los miembros de seguridad perdidos. Era gracioso verlos sacando a crowdsurfers repletos de espuma. Siguieron con “Shot in the Dark” y “Road to Nowhere” y tras ello los habituales solos de batería y guitarra. Disfrutamos de lo lindo con la monolítica “Iron Man” para luego pasar a la coreable “I Dont Want to Change the World”. Le siguió la esperada “Crazy Train” y en los bises “Mama Im Coming Home”, my bien sacada adelante. Nada que ver con ese asesinato perpetrado en Vitoria. La despedida la puso la mítica “Paranoid”. Gran ovación y una opinión general muy buena. Ozzy demostró que si está bien todavía es capaz de hacernos emocionar.

La fiesta continuó en el Wet Stage esta vez invadido por una gente que bailaba al son de la música y regalaba posters y tonterías varias. Me parece absolutamente estúpido ver un escenario invadido por un centenar de enchufados de turno borrachos que bailan y animan, pero como están en un escenario, la gente les mira. Había un abuelete sacado del casting de “Rob Roy” que se llevó los aplausos del respetable. Sus bailes y posturitas a cámara lenta hicieron las delicias de los más fiesteros.

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