Vita Imana, Dawn of the Maya, Violent Eve y Mutant Squad cierran la primera edición del SobryMusic Fest

Cuatro bandas completaron el primer SobryMusic Fest, cada una en su estilo y en su momento, mostrando que nuestra escena está plagada de calidad

La segunda noche del SobryMusic Fest nos llevó de vuelta a la sala Caracol, que parece que lucha contra viento y marea (léase entre líneas: presión político por cerrarla en la persecución total que hay en Madrid por acabar con la música en directo y el ocio en general) y seguirá programando eventos, como debe ser. De lejos, mi sala favorita de la capital en todos los aspectos. El caso es que una reciente reforma ha hecho que el escenario se vea doblado en tamaño… si bien los monitores siguen estando en su emplazamiento original. ¿Qué supone eso? Que si el cantante de turno toca un instrumento, apenas se puede mover de su sitio, lo que hace que la frialdad pueda apoderarse de la actuación al estar a cuatro o cinco metros de la primera fila del público. Triste pero cierto.

A pesar de todo, MUTANT SQUAD dieron un concierto de todo menos frío. El pasado otoño sacaron ‘Titanomakhia’ y se encargaron de repasarlo en condiciones. Pla, guitarrista y cantante, hizo mención de que eran la única banda que no estaba en el plantel de management del promotor, pero no fue obstáculo para estar totalmente integrados en la noche. Los de Santiago son de ese tipo de grupos por los que siento una especial atracción por una sencilla razón: me encantan los power tríos que con una guitarra se bastan y se sobran para liarla. La culpa es, básicamente, por el buen hacer de la sección rítmica (Campi y Caki). Aunque no fueran un trío, el claro ejemplo de que un buen bajo y batería son capaces de llenar el hueco (en directo) para que una guitarra solista haga su trabajo son PANTERA. Y estos gallegos parecen tener bien aprendida la lección. Una actuación de menos a más, especialmente enfocada a terminar con sus temas más conocidos, haciendo las delicias del público con ‘Overdose’ o ‘Rage of the Ohms’, y especialmente con ‘Remember’ y ‘Mutants Will Rise’. Su futuro parece más que prometedor.

Hacía muchos meses que no veía a VIOLENT EVE. De hecho, no había visto al grupo tras la entrada de J. Jurado como cantante. De la misma manera que ‘Eleven Reasons To Kill’ me pareció un trallazo que se coló por méritos propios entre los mejores discos de 2011, con ‘Exile’ no llegaron a convencerme de igual manera, y quería esperar a ver qué tal sonaban esos temas en directo, pensando que todo venía de una mala producción. A favor de la banda, sobre todo que su vocalista se empeñó en todo momento en implicar al público con saltos y carreras de lado a lado del amplio escenario (y fuera de él, bajando a poguear con el público en una ocasión ante una voz que lo retó), y que musicalmente siguen impecables. Pero igual que la sensación escuchando sus trabajos en estudio hace que mi cabeza asimile mucho mejor los de su debut, en directo me ocurrió exactamente lo mismo. No es que ‘Of Flesh and Bone’ o ‘Mind Detonation’ sean malos temas, pero comparados con ‘Obtruder’, ‘Too Sick’ o ‘The Whisper of the Shrouded Child’ (que se echó en falta) los veo por debajo. También nos obsequiaron con ‘Toxic Garbage Island’ de GOJIRA, de los que son seguidores confesos. Sin duda, un concierto especial para el quinteto, puesto que con él cerraban una etapa, ya que Dani Fernández, su bajista, dio su último concierto con ellos. Si no me equivoco, en el mismo sitio donde dieron su primer show poco más de tres años antes. Que le vaya bien a uno y a los otros en el futuro.

DAWN OF THE MAYA suponían la novedad dentro del roster de la agencia, y parece ser que en breve tendremos noticias suyas en forma de nuevo material, ya que como dijo Igor (vocalista) en mitad de su actuación, llevaban una semana en Madrid grabando. En sus redes sociales pudimos ver días antes que ‘The Truth Is In Front of You’ saldrá en una edición especial, así que habrá que seguirlo de cerca. En directo, dentro de su estilo, poco tienen que envidiar a grupos foráneos.  Por ponerles un pero, dentro de todo lo que encierra un concierto suyo, sobre todo cuando están en todo lo alto en cuanto a descarga de adrenalina, las “canciones para pensar” que anunciaron en un par de ocasiones, suponen un pequeño bajón y parón a la comunión con la sala. Y que conste que en estudio me parecen una pausas más que acertadas, y en un reportaje para la revista Revolver dejé claro que me encanta que haya grupos que estén concienciados con algunos asuntos y vean más allá en sus letras que estar cabreados todo el día. Pero no, esos pequeños interludios no ensombrecieron el resto de su set, que fue lo que hizo mover a la peña, tanto de su citada última entrega como de ‘Me, The Planet’. Aunque todo hay que decirlo, el salto de uno a otro es más que evidente. ‘Wake Up Species, Build a New World’, ‘The Balance is Broken’ (con ese videoclip grabado en Viveiro al que hicieron referencia y que muestra de lo que son capaces en directo) o ‘Desolated Cosmos’, por citar algunas, lo parten en directo. La guinda al pastel, con wall of death incluido, fue ‘The Age of Darkness’, con su lado melódico más presente. Antes de su visita a Madrid tuvieron algunas fechas europeas… e igual que el título de su disco, si la verdad está ahí fuera, parece que su futuro también está por ahí.

Resultaba curioso que VITA IMANA, a tan solo dos días de ver la luz su tercer álbum, tuviera programada una fecha en Madrid. Más si tenemos en cuenta que el día 11 tenían previsto un miniset para presentar algunos temas de ‘Oceanidae’ en directo para los compradores del álbum. A pesar de ese dato, esa era la ocasión de ver al grupo en Madrid hasta noviembre, que presentarán el disco en la capital (cerrando, en teoría, la gira). Se les notaba con ganas, saliendo a arrasar desde los primeros acordes de ‘Romper Con Todo’ tras la intro acústica que lo inicia, y con Javier Cardoso doblando la interacción con el público con respecto a los grupos anteriores, saltando una y otra vez, cediendo el micro a las primeras filas y cantando en muchos momentos arrodillado ante ellas. Un frontman como los que no hay y que deberían abundar, atento a quien al fin y al cabo se debe una banda. Hubo equilibrio entre temas de ‘Uluh’ y ‘En Otro Lugar’; predecible, pero no por ello menos efectivo. ‘Nada por Ti’, ‘Paranoia’ (otro de los momentos wall of death de la noche), ‘Parásito’ y ‘Gondwana’ (a la que se le sigue teniendo un gran cariño) suenan más crudas de lo que nos ofrecieron después en su carrera, como ‘Cráneo’ (dedicatoria especial a los que se tienen que buscar la vida fuera del país), ‘Crudo Invierno’ o ‘Animal’. No faltaron recados tanto a la corrupción (incluida la satisfacción de verse tocando en esa sala) y apoyo a los grupos de aquí; sin ir más lejos, J. Jurado de VIOLENT EVE salió a escena para cantar con ellos ‘Un Nuevo Sol’. Y sí, también hubo hueco para los temas nuevos que nos habían ofrecido los días anteriores. Particularmente, y a gusto personal, mucho mejor (y pegadizo) ‘Ablepsia’ que ‘Equilibrio’; además, mucho más coreada. El mencionado hecho de que el grupo esté alejado del público con el nuevo escenario hizo que Puppy, Román y Pepe (espectacular en sus coros) estuviera en un segundo plano durante la mayor parte de la noche, a pesar de no parar y vivirlo de la manera habitual; y no digamos ya Miriam y Dani. Si el público lo notaba, ellos no creo que fueran menos. Pero como siempre, quitando algún problema técnico en dos o tres temas, su labor no pasó desapercibida. Una nueva etapa se abre ante ellos, con un disco que vuelve a rozar el sobresaliente… pero ya dejé clara mi postura con él en la review de turno: ahora lo tienen más complicado que tras la salida de ‘Uluh’, y la presión de repetir su éxito está ahí.

No quería terminar esta crónica sin citar algo por lo que, si se quiere, se me puede llamar cascarrabias, pero al fin y al cabo, una crítica desde el respeto: amiguitos que estáis en las primeras filas, no es necesario el uso desmesurado del flash una y otra vez (y otra vez, y otra más). Como complemento en la oscuridad, está bien, es un recurso. Pero cansa, y supongo que no debe ser agradable para la gente que está tocando ahí. Sigo esperando el día que entre canción y canción, en alguno de los discursitos de las bandas, alguno tome medidas y diga algo al respecto. Sé que alguno lo ha hecho en otros lugares, y me consta. Que seguramente a la gente le resbale, pero al menos estaría bien para abrir los ojos a una minoría.

Fotos: Varo Andrés / Héctor Vila (2H Photography)