VHÄLDEMAR + FURIA ETERNA

El viernes día 20 del pasado mes de febrero nos desplazamos a la capital salmantina para dar una vuelta y vivir –in situ- las pésimas condiciones climatológicas de la dura Castilla invernal. El hecho es que ese mismo día tocaban dos grupos de heavy clásico por allí, y no dudamos en acudir. Además la peculiaridad de la sala era otro punto a favor. Yace sobre el río Tormes, amarrado a una orilla: se trata de un barco.

Los organizadores, liderados por Gorka, son los que se están encargando de traer grupos a Salamanca. Hablar de Ren-core es hablar de "K-OS" (grupo) y de los pubs "Rivendel" y "La Sociedad", regentados conjuntamente por todo este clan. Ambos antros son las referencias más claras de marcha rockera dentro de la capital. "El barco" surgió como sala alternativa a la mítica "Potemkim" de la plaza de San Justo, de similar capacidad pero esta última peor preparada para conciertos.

Nos presentamos en la sala a las diez en punto de la noche, y pocos minutos después empezó a tocar el primer grupo de la noche, el quinteto local Furia Eterna. Es un grupo muy jovencito que está empezando a mover sus canciones por diversos escenarios salmantinos. No fue una actuación para nada redonda, ni mucho menos, pero pudo deberse al problema que tenían con la escucha por los monitores, en especial el batería David, cuyas quejas constantes eran palpables. Están preparando sacar una nueva maqueta compuesta de alguno de los temas que nos ofrecieron, junto con los de su primer trabajo "Soledad". Las canciones que sonaron fueron, tras la Intro: Promesa al futuro, El mercader de almas, No debes cambiar, Por ellas y por justicia, Fantasía, Diezmo y Desea mi muerte.

La penúltima canción no podía ser otra que Fear of the dark, muy coreada pero no espléndidamente interpretada. Con "1942" se despidió de nosotros el vocal Héctor después de unos 40 minutos. En resumen, se trata de un grupo novel que todavía funciona a 125V y que esperamos con ganas ver de nuevo con más rodaje.

Tras un descanso de cuarto de hora, a las 23h saldría Vhäldemar a tocar. Es un grupo que tiene las ideas clarísimas sobre lo que tocan y hacia dónde se quieren dirigir. Asentados en Baracaldo, dentro de la provincia de Vizcaya, están saliendo de su comarca un fin de semana sí y otro también por toda la mitad norte de la península, desde Madrid hasta Galicia pasando por Cataluña. Precisamente al día siguiente tendrían que hacerse casi medio millar de kilómetros para llegar, nada más y nada menos, que hasta Vigo. La temática de este "grupo Arise" es guerrera, apocalíptica, defensora del metal, y todo eso. Que dicho sea de paso, les queda como a ninguno, y no se les puede discutir que dentro de su género sean la referencia estatal.

El motivo de su gira es la presentación de su segundo LP "I Made My Own Hell" que editaron hace apenas tres meses. En poco más de una hora recorrieron su corta pero notoria discografía, empezando con Breaking all the rules y siguiendo con el single I made my own hell, que a mi criterio no es significativo de lo que han plasmado en el disco. Carlos, vocalista y guitarra, aprovechaba cualquier parada entre canciones para alzar los brazos puño en alto y jalear al público consignas metálicas. Fueron alternando una a una canciones de ambos trabajos: Lost words, Dreamer, Steam-roller y Feelings. Encadenaron, cómo no, las dos partes de Old King’s Visions. Se despidieron momentáneamente con la homónima Vhäldemar, no sin antes enganchar tres temas de su nueva obra: House Of War, No Return y Death Comes Tonight. Regresaron a saludar y nos obsequiaron con The Black Beast y Energy.

Sonaron muy homogéneos en toda la actuación, destacando la simpatía y buen hacer del guitarra solista Pedro J. Monge. Y Óscar en esta ocasión estaba más suelto que de costumbre con su bajo sobre el escenario.

En resumen, un buen concierto para fanáticos del género; y para el resto de rockeros, una excusa genial para tomar unos cacharros viendo en directo a un grupo tan peculiar.