VAGOS OPEN AIR 2012 – Sábado (OVERKILL – ARCH ENEMY – CORONER – TEXTURES – CHTHONIC)

Una de las grandes ventajas del Vagos Open Air con respecto a otros festivales europeos es lo sosegado del desarrollo del cartel. Con tiempo suficiente entre banda y banda para recargar depósitos (y vaciarlos), tampoco es de esos grandes eventos que te dividen en tres para ver bandas o te hacen madrugar. Vagos es, casi como su propio nombre indica, un festival para vagos. Por ello, tras el “mañaneo” típico de toda acampada, volvíamos a perdernos la primera banda del día por las horrorosas colas formadas a partir de la exagerada seguridad a la entrada del recinto de conciertos, y los sacrificados en este caso serían los locales MINDLOCK, banda lusa en activo desde 1995 que practica un interesante thrash / groovey sonaba realmente bien desde fuera. Para cuando The Metal Circus accedió al recinto, la formación ya había abandonado el escenario y dejado su sitio a CHTHONIC, una banda natural de Taipei que practica black metal melódico y lleva unos cuanto años deambulando por los el trastero de los mejores festivales europeos. Su primera visita a Portugal se saldó con unas sensaciones bárbaras. Sorprendiendo al respetable, el quinteto asiático, siempre enfundado en unas estrafalarias vestimentas y maquillaje que ellos llaman ‘ghostpainting’ (lo que vendría a ser una variante del ‘corpsepainting’ de toda la vida), arremetió con una buena dosis de mala leche y melodía a raudales, para deleite de un público que, por si no se había notado, es melómano por naturaleza. Cuarenta y cinco minutos sobre el escenario para dejar bien claro que el heavy metal no solo es cosa de europeos y americanos.

Al filo de las siete de la tarde y siempre con una puntualidad casi inglesa aparecían TEXTURES, la formación holandesa otrora practicante de un convencional metalcore (progresivo, quizá pudiéramos decir), hoy una de las abanderadas del incipiente movimiento djent que cada día está más en voga. Y es que los tulipanes cumplen con todos los clichés que caracterizan esta nueva corriente metalera: múltiples cuerdas en sus instrumentos, look alternativo, progresivo llevado al extremo y, lo que a mí más me camela, una furia sobre el escenario incuestionable. Por su complejidad y mil variantes te puede gustar su música o no, pero lo que debería quedar fuera de toda duda es siempre la actitud y energía desbordantes que estos chicos muestran cada vez que toman un escenario. Cuatro discos en el mercado los avalan y lo cierto es que, pese a lo que presagiábamos, el reparto quedó bastante equitativo en líneas generales, o al menos no asistimos al clásico bombardeo de temas de su última edición, de la que apenas sonaron tres temas. Un repaso a una discografía (con mayor repaso a sus últimos dos discos, pero sin olvidarse de los dos primeros) que como comentábamos ha sufrido una evolución notable desde sus inicios allá por 2001 pero que mantiene la esencia y el toque TEXTURES, con la rabia por bandera sobre el escenario. La banda, cuyos movimientos sobre el escenario parecieron de todo menos aleatorios, se animó con temas como “Swandive”, de su debut “Polars”, justo antes de los bises, unos bises protagonizados por “Singularity”, de su último “Dualism” y finalmente por “Laments of an Icarus” de su “Silhouettes”. Energía pura para TEXTURES, una de las bandas que venía con la vitola de tapada pero que se quitó la máscara frente a un público que terminó haciendo stage-diving entregado. Una de las sensaciones sin duda.

Si ARCTURUS fueron el pufo de la primera jornada, CORONER lo fueron de la segunda. La mítica banda suiza se reunía con motivo del Hellfest 2011 levantando una inmensa polvareda, no en vano la banda liderada por Ron Royce es una de las joyas de la corona thrasher europea. Ya entonces las crónicas y comentarios de la gran colonia hispana que peregrina anualmente al país vecino nos hacía presagiar de todo menos un “a night to remember”.  Lo que no nos atrevíamos a aventurar viniendo de CORONER era el “a night to forget” que nos encontraríamos en la segunda jornada del Vagos Open Air.

Pasadas las ocho y cuarto de la tarde salían a escena CORONER, dejándonos perplejos nada más aparecer en escena. El mítico trío se había convertido en cuarteto. Y no, Ron Royce no había cedido su bajo a un nuevo integrante que le liberara de las cuerdas para cantar más libremente, en absoluto. A la derecha del escenario se alzaba la figura de un individuo cuya identidad no hemos sido capaces de reconocer, pero según el propio Ron camina junto a la banda desde hace décadas. Sea como fuere, el individuo colocó frente a sí una discreta mesa de mezclas la cual utilizaba de cuando en cuando para introducir en los temas “soniditos” a cada cual más absurdo. Ese era el cometido del nuevo integrante de CORONER, destrozar las canciones de la mítica banda thrasher. En adición, ni el aspecto ni la actitud del individuo nos hacían pensar que hubiese tenido contacto con algo que se le pareciera al heavy metal por lo menos en quince años, lo cual  no hacía sino añadir aún más alicientes a un show ya de por sí lleno de minas.

Con la inquietante y perturbadora presencia del nuevo integrante de CORONER nos propusimos tratar de disfrutar de su actuación ignorándolo, pero la cosa no fue fácil. La banda se muestra altamente estática, y su actitud sobre el escenario invita a todo menos a actuar acorde rezan las letras de sus canciones. La contradicción es tal que los temas suenan como lanzados vagamente al aire, sin fuerza, percutiendo más en la parte técnica que en la emocional, procurando minimizar los fallos (que los hubo) en perjuicio de transmitir verdadera rabia al público. Como si ambas cosas estuvieran reñidas.

Por si un teclista retirado en una banda de technical thrash metal y unos músicos echando raíces sobre el escenario fueran pocos alicientes, a eso hay que sumar el “maravilloso y compensadísimo repertorio que la banda interpretó”. Hasta cinco temas, de doce que sonaron, pertenecieron a “Grin”, el último e infumable trabajo de la banda helvética, para desesperación de los más clásicos. Le sigue con un total de tres canciones “Mental Vortex”, penúltimo disco de la banda a partir del cual empezaron a encauzarse más hacia un estilo más progresivo y menos thrash old school. No es ni mucho menos mal disco, no en vano he de reconocer que “Semtex Revolution” es uno de mis temas favoritos de la banda y con el único con el que consiguieron menearme , pero la banda no estaba enchufada, y eso se notaba. También en momentos dispares de su show la banda tuvo a bien acordarse, aunque fuera mínimamente, de sus discos clásicos por medio de temas como “Masked Jackal”, de su “Punishment For Decadence” o “Die By My Hand”, seguramente la peor del genial “No More Color”. Fueron momentos en los que intentamos convencernos de que la cosa no iba tan mal, pero siempre momentos después volvíamos a la realidad de una banda que estaba mostrando menos interés po r convencernos con su propuesta del que estábamos mostrando nosotros mismos. La guinda a semejante pastel fue cerrar con “The Invincible”, tema absolutamente desconocido que la banda incluyó en “The Unknown Unreleased Tracks (1985-1995)” y que por supuesto nadie conocía. Imaginen si METALLICA cerrara un concierto con un tema descartado del “St.Anger”, pues parecido. Todo un despropósito de principio a fin y una verdadera lástima lo que estos individuos están haciendo con el nombre de una de las formaciones más talentosas y exitosas del thrash metal de finales de los ochenta y principios de los noventa.

Y tras la noche llegó el día. Porque si la cruz del sábado fue indudablemente CORONER, lo de OVERKILL no podía sino ser la cara. Pocos dudan a estas alturas de la profesionalidad de una banda que lleva 32 años subida a un escenario, la gran mayoría de ellos fiel a una idea que es su thrash metal old school, con algunos tintes groove en determinados discos.  Es por ello por lo que no han de demostrar nada, pues ya lo vienen haciendo durante todo este tiempo, pero cómo nos gusta comprobarlo cada vez que tenemos la ocasión… En Vagos escribieron con letras de oro un nuevo hito en si carrera exhibiendo forma y presentado su alucinante “The Electric Age” ante la audiencia portuguesa…¡¡Menos de 24 horas después de actuar en el Wacken Open Air!! Como lo leen. Bobby “Blitz” y los suyos saltaban a las tablas del Vagos al filo de las 22 horas y menos de 24 horas después de actuar en la meca del heavy metal mundial que es el festival de Wacken. Cuentan los asistentes al legendario festival alemán que su descarga ralló el nivel habitual, ofreciendo a los teutones una auténtica descarga endemoniada de thrash metal. ¿Pensaban que por actuar tan poco tiempo después en un festival “de segunda” iban a bajar el nivel? Ilusos.

Puntuales salían a escena con la intro contenida dentro de “Come And Get It”, uno de los mejores temas de thrash metal publicados este año naturalmente perteneciente a “The Electric Age”. Como un tigre acechando a su presa, Bobby “Blitz” aguardaba en el lado izquierdo del escenario al momento del inicio de su parte vocal para, instantes antes, abalanzarse corriendo como alma que lleva el diablo, agarrar furioso el micro, y comenzar la lección. ¿Deberíamos usar la misma etiqueta (thrash) para clasificar los estilos de los OVERKILL y CORONER vistos en Vagos? Buena pregunta. Lo cierto es que, cual apisonadora, OVERKILL nos ofreció el vigoroso y endiablado concierto que todos esperábamos. Sin parar un solo instante quieto, Bobby “Blitz” sigue siendo ese frontman por el que no parecen pasar los años. Ayudados por un sonido casi perfecto, frente a un telón inmenso con la portada de su recién estrenada nueva obra la banda ofreció un set list que dejó poco lugar a las sorpresas. Sonaron la mencionada “Come And Get It”,  “Save Yourself” y “Electric Rattlesnake” como única representación de su más reciente LP, para dejar sitio a la ristra de clásicos que suele acompañarles, y aquí incluyo ya temas de discos recientes como “Black Daze”. No faltaron tampoco cortes como “Ironbound”, “Necroshine”, la gran “Hello From the Gutter” o uno de los himnos por excelencia de la banda americana, su “Elimination”. Antes de los bises, “In Union We Stand” se nos hizo un pelín cuesta arriba, más cuando Bobby jaleó a la audiencia portuguesa comparándola con la española, algo a lo que los lusos respondieron heridos al instante y que los españoles no entendimos muy bien. Un poco torpe (o mal aconsejado) Bobby al hacer ese tipo de guiños con un altísimo porcentaje de españoles en el festival.

Sea como fuere, esa trilogía final con la que OVERKILL suelen cerrar sus conciertos hizo que se nos olvidara cualquier mínimo resquemor que pudiéramos tener. Primero “Deny the Cross”, seguida por un “Rotten to the Core” que se oyó hasta en Madeira y finalmente la mítica versión de los SUBHUMANS “Fuck You!!” pusieron patas arriba Vagos y certificaron el altísimo nivel de potencia y arrojo sobre el escenario que aún a estas alturas conservan OVERKILL. Un auténtico despilfarro de decibelios y calorías para sellar, sin lugar a dudas, el mejor concierto del Vagos Open Air 2012..

Todavía con el subidón patrocinado por los thrashers neoyorkinos reponíamos fuerzas para afrontar, de una manera más comedida eso sí, la última de las actuaciones del Vagos 2012, la de ARCH ENEMY. La banda presentaba hace tan solo unas semanas a su nuevo guitarrista Nick Cordle (ARSIS), todo un portento a la técnica que sustituye, o mejor dicho tendrá la difícil tarea de intentar sustituir, nada más y nada menos que a Christopher Amott. Por otra parte la alineación de circunstancias de ARCH ENEMY nos trajo a un voluntarioso Daniel Erlandsson con un dedo de su mano derecha roto, algo que la propia Angela Gossow se encargó de recalcar en algún momento del show. Todo un ejercicio de profesional el del bueno de Dan. Con esas ARCH ENEMY cerraban el cartel de la última noche con la vitola de cabezas, aunque como ya hemos relatado tenían la dificilísima tarea de actuar tras la marabunta thrasher causada por OVERKILL minutos antes.

El de ARCH ENEMY fue sin duda el concierto más visual de todo el festival, y seguramente el que mejor sonó. La banda ilustró sus temas con múltiples proyecciones, como viene haciendo durante toda esta parte de la gira “Khaos Festivals”, aun presentando su reciente “Khaos Legions”, del que sonaron temas como “Yesterday Is Dead And Gone”, “Bloodstained Cross”, “No Gods, No Masters” y “Under Black Flags We March”. Un concierto de más de una hora de duración con un total de 16 temas con una repartición a la que ya estamos acostumbrados, cerrando con “Fields of Desolation”, el clásico ineludible de la etapa Johan Liiva contenido en el debut de ARCH ENEMY, y centrándose en sus obras desde “Wages of Sin” en adelante. No faltaron “Ravenous”, del debut de Angela Gossow en “Wages of Sin”, ni otras como “We Will Rise” “Dead Eyes See No Future”, “Snow Bound”, “The Day You Die” o “Dead ury Their Dead”. Por supuesto hubo tiempo para “Nemesis”, e incluso para un solo de guitarra a cargo del debutante Nick al que después se le unió Michael Amott, una genial carta de presentación para el debutante que pareció entenderse a las mil maravillas con su compañero a las 6 cuerdas, pese a los nervios y el estatismo inicial, lógicos ambos. Por su parte Angela, encuerada, cantó al nivel que se espera de ella, ejerciendo de líder sin taparse la cara en ningún momento.

Era el broche de oro a un festival en el que, un año más, reinó la distensión, el buen rollo y la cordialidad entre asistentes. Pocos festivales he presenciado con un amiente festivo semejante al del pequeño Vagos Open Air, una propuesta modesta celebrada anualmente con un cartel rondando las 10-15 bandas, sin grandísimos cabezas de cartel, organizado entorno a un pinar próximo a un campo de fútbol de un equipo de regional portuguesa que cada año alberga a más y más público. Dándose cita gente en su mayoría venida de todo punto peninsular, desde nuestra primera visita en 2009 el festival no ha hecho sino crecer en calidad de servicio y asistentes. Poco a poco, pero sin pausa. La disco móvil en la zona de conciertos que abría tras las actuaciones, uno de los mejores inventos que ha dado la historia, nos despedía, litro va litro viene, un año más de un festival para el que ya contamos los días para volver.