UZZHUAÏA + LAS OREJAS DEL LOBO

Noche de Halloween alternativa para todo aquel que prefirió recrearse con buena música en vez de hacer el canelo disfrazado de cualquier cosa. Los valencianos Uzzhuaïa aterrizaban en Santander precedidos por un impresionante curriculum musical y excelentes críticas en las que siempre se resalta el directo brutal de esta joven banda. Y así, en una decisión de última hora, esta redactora se plantó pasadas las diez de la noche ante la puerta de la sala Heaven. Conociéndoles sólo desde hace unas semanas pero impresionada por la excelente factura de sus trabajos, muchas eran las expectativas que traía conmigo…

A esas horas, la banda local LAS OREJAS DEL LOBO estaba ya dándolo todo sobre el escenario para un escaso público de unas ¿20? Personas. Como en Santander ya es costumbre tocar delante de cuatro gatos, te llames Vader o “grupo-amateur-que-lleva-dos-meses-ensayando”, los chavales de LODL no parecieron sentirse incómodos en ningún momento. Me gustó esta banda a pesar de que no tenía ni idea de su existencia. Al parecer son bastante conocidos en el ambiente rockero de Cantabria: han ganado dos premios Estela Rock a la mejor banda de la comunidad, han participado en el Derrame Rock, han tocado junto a Siniestro Total o Boikot entre otros… Desde luego, lo merecen, a juzgar por el fresco y enérgico concierto que ofrecieron en el destacó un Tomás (voz) que se manejaba como pez en el agua sobre el escenario.

La música de LODL, para quien no sepa de ellos, es puro rock lleno de melodías, de estribillos fácilmente identificables, de las que se te quedan en la cabeza a la primera de cambio, multitud de coros, solos, riffs muy pegadizos y letras en español. Una fórmula que nunca falla cuando está bien hecha. Ejemplos de esto son algunos de los temas que presentaron, comenzando con “Tiempo para la acción”, de su último disco publicado en 2008 y de título “Momentos de asueto”, un trabajo semiacústico alejado de las línea habitual del grupo. De este nuevo cd, que están presentando ahora, no faltaron tampoco “Los Emboscados” o “Toda una vida”, con la que cerrarían, aunque entre tema tema nuevo también hubo tiempo para incluir cortes más cañeros como “Me revienta el corazón”, “Pa ke te enteres” o “Muros” entre otros. Ninguno de sus músicos hizo un papel destacado por encima de los demás, la verdad, pero entre todos sí que fueron capaces de firmar un concierto compacto y contundente.

Tiempo para la acción
Pa ke te enteres
Asfalto
El viejo
Los fracasados
Bultaco
Lamentos
Los emboscados
El lago
Muros
Me revienta el corazón
Toda una vida

Y ya por fin UZZHUAÏA y el momento de comprobar si son tan brutales como se dice por ahí. Desde luego, lo esperaba, a juzgar por los videos y comentarios que circulan por Internet. Poco rato después de finalizar LODL con su actuación, subían los cinco valencianos al escenario. Pau, cantante y guitarrista-panderetero ocasional, lo hacía envuelto en un abrigo de siete lanas, a pesar del calor que hacía en una sala que iba llenándose tímidamente. Comenzaron algo apocados con “Cuando ya no quede nada”, pero en seguida cogieron fuerzas, porque con “Baja California”, que ha sido uno de los bombazos de su recién estrenado cd “Destino Perdición”, las primeras filas ya perdieron las vergüenzas y se fundieron con la banda en una sinrazón de saltos, coros y alegría generalizada.

Tema a tema Uzzhuaïa hicieron subir la temperatura del local y yo comprobaba que era verdad: lo de estos tíos me ha dejado asustada. Están locos. Locos no sólo por tocar como unos condenados, sino porque saben hacerlo al tiempo que sientan cátedra con su actitud sobre el escenario. No podría destacar a uno por encima de los demás porque todos se lo curraron como las verdaderas estrellas de Rock que están llamados a ser. Desde Alex, quien con sus guitarra por las rodillas parecía uno de los Maiden haciendo mil y una posturillas jevilongas, hasta Varone con su glamouroso bajo de purpurina plateada e Israel tocando a la par, cambiándose los micros, haciendo duelos, pegando algún salto que otro, bailoteando y luego volviéndose a buscar a Alex… Detrás de ellos Jose a la batería, que aunque estaba escondido al fondo se le veía mover la cabeza como si estuviera viviendo el concierto de su vida, y en medio de toda esta vorágine, Pau, pie de micro en ristre, como un vocalista de lo más expresivo que he visto, totalmente trastornado –en el buen sentido- y combinando de forma magistral su papel de rockero enloquecido con el de profesional que no falla una nota. A las fotos me remito para que cualquiera se haga una pequeña idea del circo que esta gente monta cada vez que les da por tocar.

Entre tanta adrenalina hubo temas para gusto de todos: su último trabajo, como decía, se lo tocaron entero y verdadero, que por algo lo están presentando: temas como “La flor y la guerra”, “Púrpura”, “Carnaval”, “La cuenta atrás” o “Destino Perdición” fueron muy bien acogidas a pesar de que sólo tienen unos meses de vida, tanto que más de una de ellas fue coreada por el público. De hecho, en “Destino Perdición” Pau dirigió el micro a los asistentes en varios momentos para que la cantaran ellos mismos. No obstante, también incluyeron otros temas, los que nunca faltan en sus conciertos, imagino, como “Perdido en el huracán” o “La cuenta atrás” o un medley de “Tu salvación” y “Una vez más” de su disco homónimo de 2006 y con las que Pau se armó con una guitarra electroacústica con la que estuvo tocando los dos o tres temas siguientes. De su discografía anterior sólo hubo hueco para cortes de “Diablo Blvd”: “Lejos de mi ciudad” y “Viaje sin fin”. Con semejante repertorio, entiendo que Uzzhuaïa quiere centrarse en los nuevos tiempos de la banda, ya que no tocaron nada más antiguo del 2003. Importante también señalar que, al hilo de la originalidad de esta formación, nos sorprendieron con otro medley repentino en el que perdieron los papeles completamente: un fragmento de “Black Hole Sun” de SOUNDGARDEN unido a otro de” War Pigs” de BLACK SABBATH para terminar con “Making enemies is Good” de BACKYARD BABIES. Un puntazo imprevisto que sentó genial.

Entre tanto Rock y tanta fiesta íbamos acercándonos al final del concierto y a mi poco más me queda por decir, no sé qué más aportar para dejar claro que esta es una banda a la que no se le puede perder la pista. Mi estado al finalizar era de asombro mezclado con entusiasmo y alegría contenida porque no todos los días se descubren grupos con tanta clase y profesionalidad. Sí puedo decir, además, que a pesar de los triunfos que esta peña está consiguiendo poco a poco, no me pareció para nada que tuvieran el ego subido, pues se mostraron en todo momento muy enrollados y bromistas con la gente. Y es que se les ve que mientras tocan se lo pasan bien, tienen un rollo muy cachondo entre ellos y eso lo transmiten a quienes les vemos. Así, el final de este largo concierto –que para muchos se hizo corto- transcurrió sin la menor incidencia. Acabaron con “Blanco y negro” pero después hubo tres bises con “La otra mitad” y los dos temas que se habían dejado sin tocar de “Destino Perdición”: “Desde Septiembre” y “Nuestra Revolución”, que ya veo que está llamada a ser un himno para los fans de Uzzhuaïa.

Y aquí me quedo porque esta crónica está quedando demasiado extensa. Corolario: id a verles si queréis saber lo que es hacer Rock con un par de huevos.