Después de casi tres horas de concierto (de 8:20 a 11:00) con un imponente directo y de dos sold out consecutivos en la ciudad queda claro que la banda está muy en forma.

Tras agotar las entradas en la misma sala madrileña hace algo más de un mes, Warcry volvían a colgar el «sold out» en las taquillas de la Riviera unos minutos antes de empezar el concierto, dejando a más de un despistado sin ella. No son pocos los detractores de la banda en nuestro país pero sin duda conseguir dos llenazos consecutivos en la capital hablan por sí solos, algo estarán haciendo bien los Asturianos para conseguir este triunfo tras 14 años en la carretera, ocho discos de estudio y dos en directo.

Dentro de la sala se notaba el ambiente, desde los más jóvenes a los más veteranos, los seguidores esperaban impacientes el principio del espectáculo, que no se hizo esperar.
Pasados unos minutos de las ocho y cuarto se apagaban las luces y daban paso a una secuencia de video tras el escenario ambientada en su último disco «Inmortal», en la que se observaban los rostros de los componentes de la banda transformándose en faraones. Entre los gritos del público y tras esa épica presentación, los músicos fueron apareciendo uno a uno para abrir el concierto con «Quiero Oírte», single de su último disco. Sin un segundo de tregua sonó «Nuevo Mundo» de su disco «¿Dónde está la luz?», con un sonido bastante bueno y un mejor ambiente, que los asturianos aprovecharon para demostrar que aún están en forma.

Al grito de «¡Buenas noches hermanos!» Víctor nos daba la bienvenida y explicaba que a pesar de su reciente concierto en La Riviera, y a sabiendas de que muchos repetían, ofrecerían un nuevo set list para que el concierto fuera diferente, cosa que es de agradecer. Acto seguido sonaron «La muerte de un sueño» Y «Venganza», para dar paso a «Contra el viento», con la que volvíamos unos años atrás, para deleite de los fans más clásicos. La gente empezaba a venirse arriba, de la mano de Pablo García, unico guitarrista de la banda desde hace unos años, que contagiaba lo bien que se lo estaba pasando, sin dejar de recorrer el escenario sonriendo, bromeando y haciendo en ocasiones funciones de auténtico frontman.

«La carta del Adiós» precedió a «Cobarde», acompañado en la pantalla de recortes de periódico con tristes sucesos de violencia de género. Hay que decir que las animaciones que acompañaban a la mayoría de los temas en la pantalla estaban bastante elaboradas (aunque algunas ya se podían ver en su anterior gira), adornando cada tema sin llegar a quitar protagonismo a los músicos. Tras «Siempre», de su último disco, sonó «Coraje», un tema con el que Víctor García demuestra que sigue a tope sobre las tablas. Tras “Alma de conquistador” llegaron dos temas que contentarían mucho a los fans de los primeros discos: “Aire” y “Espíritu de amor”. Ya que rescatan canciones de esos años, que lo hagan bien.

Tras otro de los numerosos agradecimientos que Víctor daba a sus fans por el inmenso apoyo, “Ardo por dentro” era llevado a través de Santi a “El amor de una madre”, pasando a lo melancólico, tanto que alguno acabó con el mechero en el aire (no con móviles, veteranía de la buena).

Las luces se apagaban para dar paso a la intro de «La maldición del Templario», «Amistad» y «Un poco de fé», con un Víctor García de sobresaliente. Después sonaba uno de sus últimos singles «Huelo el miedo» y «Devorando el Corazón». Acto seguido, desempolvaron «Capitán Lawrence», con una gran respuesta del público, la pegadiza «Tu mismo» que hizo cantar a la sala entera. Tras casi dos horas y media de concierto la banda se despedía, pero por poco tiempo, porque entre gritos de «otra, otra» Rafa, volvía a coger las baquetas y poco a poco aparecía el resto de la banda.

Esta recta final contó con «Luz del norte» de su primer disco, «Guardian de Troya», y para terminar, una declaración de principios para los asturianos: «Hoy Gano yo», cantada de la primera a la última fila. Esta vez sí tocaba despedirse, agradeciendo a todos los allí presentes el apoyo a lo largo de los años (otra vez más).

Después de casi tres horas de concierto (de 8:20 a 11:00) con un imponente directo y de dos sold out consecutivos en la ciudad queda claro que la banda está muy en forma. Se echa de menos en ocasiones, sobre todo en algunos de los temas más antiguos, otra guitarra para reforzar del sonido de Pablo (como anteriormente lo hacían Fernando o José Rubio en la gira de «Revolución»), o el estilo más rápido y más elaborado de los primeros discos, pero nunca llueve a gusto de todos. Sea como sea, prometieron volver, y esperemos que nos deje tan buen sabor de boca como esta vez.

Promotor:Production Manager

Día:2015-01-17

Hora:21:00

Sala:La Riviera

Ciudad:Madrid

Puntuación:9