Uneven Structure, The Algorithm y Weaksaw trajeron su «french connection» a Madrid

La entrada puede que no fuera la esperada (era una noche con multitud de oferta en directo en Madrid), pero a buen seguro que para la siguiente cuentan con un mayor número de público.

The French Connection llegaba a la capital dos días después de pasar por Barcelona junto a dos invitados de lujo como VORTICE y V3CTORS. En Madrid cambiarían sus acompañantes por los también nacionales AGAINST THE WAVES y los portugueses NEBULOUS. Por desgracia, la noche anterior fue la famosa tormenta que azotó la ciudad y colapsó accesos varios. Ya sabíamos que con una nevada se veían las carencias de nuestra red de carreteras, pero ya ocurre hasta con el agua (en gran cantidad, también hay que decirlo). El caso es que esa es la excusa que no nos permitió llegar a la apertura de las dos primeras bandas, por un lado la de los jovencísima formación del país vecino (llevan poco más de un año de vida), practicando un metal progresivo y sin material editado todavía. Cuatro años más llevan los madrileños AGAINST THE WAVES, que editaron su debut el año pasado, ‘The Golden Hive’, y que poco a poco se van haciendo un hueco en la escena estatal.

Al poco de llegar a la sala, saltaron a escena WEAKSAW, de los tres grupos de cabeza, el menos conocido… pero seguramente el que más se dejó toda la energía en el escenario. Eran los menos técnicos pero también los más directos, y su propuesta más metálica agradó, y mucho. Poco había podido escuchar de ellos, tan solo el EP ‘James Juston Jr’, pero la energía que desprendían tanto su vocalista Tristan Haillot como Leo Sendra, guitarrista, sirvieron para conectar con el público. Un público que por momentos parecía más preocupado por irse a fumar a la calle que de estar pendiente del inicio de los conciertos. No sé si es curioso o triste.

La propuesta más atractiva (o extraña, casi mejor dicho) era la de THE ALGORITHM, el proyecto de Rémi Gallego. La mezcla de djent con la electrónica, aparentemente, tenía su punto; más que escucharlo en casa, directamente grabado en estudio. Los primeros temas bien, con Rêmi haciendo su sesión cuál DJ de toda la vida y con el acompañamiento de Max Michel a la guitarra (parece que se ha olvidado ya de llevar a un batería en directo). La mezcla de ambos estilos se antojaba curiosa, pero al rato de tanto maquineo se hizo algo pesada, básicamente porque la guitarra estaba en un segundo plano tan bajo, que daba la sensación de estar en un bucle de repetición continuo. A pesar de todo consiguieron poner a botar a buena parte del público de las primeras filas como si de una rave de madrugada se tratara. Tan desapercibida pasó por momentos la labor de Max que, tras abandonar el escenario para uno de los temas finales, no se le echó en falta y aquello se convirtió en una sesión electrónica sin más. Lo mejor de todo, la traca final con los cantantes de WEAKSAW y UNEVEN STRUCTURE y algunos de sus músicos para otorgar a su actuación el dinamismo que le faltó en casi todo su tiempo. Puede que encajaran con sus compatriotas, pero pones un grupo de este tipo en un festival electrónico a última hora y lo parte. No fue el caso.

Con UNEVEN STRUCTURE esa sensación extraña desapareció por completo. El único “pero” que se les puede poner es que buena parte de su descarga fue a oscuras. No es que hubiera un apagón o problema (aparente), simplemente que el juego de luces fue el que fue, dificultando sacarles foto sin el tan molesto flash. No oculté en su momento que ‘Februus’ (leer reseña) fue una debilidad y uno de los mejores trabajos del pasado 2011. Escuchar temas como ‘Awaken’ o ‘Buds’ en directo así me lo demostraron. La técnica del sexteto está fuera de toda duda, aunque según el emplazamiento, no se terminaban de escuchar los detalles de alguno de sus guitarristas. ‘8’ ha sido el EP que han lanzado recientemente y que venían presentando (ver review) de la mano de ‘Dianoia’ o ‘Eight’. Con todos mis respetos para el resto de miembros, el que acapara la mayor parte del protagonismo es Matthieu Romarin. Por mucha guitarra de ocho cuerdas (o siete), el que pone la nota distintiva que aleja a los de Metz de la sombra alargada de MESHUGGAH son sus melodías y harmonías, que defiende a la perfección en directo. Son una máquina totalmente engrasada cuyos movimientos van a ritmo de sus complejas estructuras. Un show corto (como la mayoría, pero es lo que tiene juntar cinco bandas en un cartel) pero lo suficientemente intenso como para que repitamos en su próxima visita. La entrada puede que no fuera la esperada (era una noche con multitud de oferta en directo en Madrid), pero a buen seguro que para la siguiente cuentan con un mayor número de público. Se lo merecen.