UNDER THE GROUND FEST ( VIVID REMORSE + REDIMONI + RESILENCIA + KATALEPSYA)

Dos semanas después del Thrash’em All fest, realizado en Mephisto, venía este Under the ground Fest, un nuevo festival que, como aquél, apuesta por el underground pero incluyendo alguna que otra banda más o menos de renombre, al menos a nivel local…No cabe, con todo, comparar: mientras que el primero está dedicado a un thrash más bien ochentero, aprovechando el exitoso “revival” actual del género, el segundo está más enfocado hacia un thrash un poco más extremo, con algunas voces guturales, hasta llegar al death melódico.

En primer lugar cabe decir que Salamandra 2 es una muy buena sala para realizar un pequeño festival de estas características. Es un lugar acogedor, donde bien caben más de 200 personas y donde el sonido del que se pudo gozar toda la noche fue francamente bueno. A nivel de asistencia se podría decir que fue todo un éxito: para ser la primera edición de un festival, para ser en viernes y para no contar con ninguna banda internacional, el hecho de que acudieran 150  personas es un hecho francamente destacable.

Abrieron los Katalepsya, con media hora de retraso (lo cual provocaría, como veremos más adelante, que la actuación de Redimoni se viera recortada; sin duda el único punto negativo del festival). Se trata de una banda de El Masnou que practican un hardcore con toques thrash, o un thrash con toques hardcores, como se quiera…Presentaban una demo de tres temas, editada este mismo año, y mostraron una actitud en el escenario bastante cachonda, especialmente su frontman, que incluso llegó a cantar un tema entero con los pantalones bajados. El sonido, muy nítido, ayudó a apreciar los temas pero, como casi siempre pasan con las bandas que abren, la respuesta del público fue un tanto fría.

Mejor acogida tuvo Resilence, una jovencísima banda de Santa Perpètua de Mogoda cuya influencia más clara que tienen es la de In flames, además de beber también de bandas como All that remains, con riffs muy propios del sonido Goteborg, velocidad en las estrofas y estribillos con voces limpias, como se pudo comprobar en los temas que, uno a uno, fueron descargando con gran precisión: Destroyer, Black War, The strongest decides… A pesar de este sonido moderno, hicieron un guiño a los clásicos al acabar con una muy buena versión de Creeping Death de Metallica, que animó al personal de lo lindo. Realmente en esta cover la gente enloqueció, cantando el estribillo y disfrutando mucho. Muy buen concierto de esta banda, a la que quizás le falte un poco de movimiento en el escenario, pero que dieron buena cuenta de su calidad como músicos….Estaremos atentos a la maqueta que tienen que sacar en breve .

El tercer grupo en tocar fue Vivid Remorse, quienes en teoría tenían que presentar su primer EP, “Welcome to my stormy nights” a pesar de que aún no la tenían listo, según supimos, por un retraso en las mezclas finales. No creo que sea exagerado afirmar que esta banda fue la que mejor acogida tuvo entre el público; no en vano, fueron los que más personal movieron y su concierto fue el que más headbanging y pogos provocó, me atrevería a decir que más incluso que Redimoni. Se trata de una banda que en sólo dos años va entrando poco a poco en la escena underground catalana con un thrash sin prejuicios, que tanto bebe de los clásicos de los ’80 como de la evolución del género en los ’90. Quizás su característica más destacada es que, al contrario que muchas bandas que están surgiendo con esta nueva ola de thrash, técnicamente muy apreciables pero que a veces descuidan el aspecto vocal, cabe decir que Vivid Remorse tiene en este aspecto uno de sus puntos fuertes. Su cantante, muy activo todo el rato, tanto canta gutural como limpio, y se nota que hacen esmero en las melodías vocales. La actitud del grupo encima del escenario también fue muy buena, se notaba mucha química entre los miembros del grupo, quienes no paraban de moverse, interactuar, hacer headbanging y animar al personal…este entusiasmo se contagió al público, que al principio estaba un poco frío, pero que luego, a partir de un medley de versiones de Slayer, Sepultura y Metallica y con los temas propios –dejaron los más rápidos para el final-, además de una personalísima versión de Blitzkrieg Bop, quizás dieron la mejor actuación de todo el festival. O, como mínimo, esta actuación fue mucho mejor que la que realizaron en el primer Thrash’Em All, en marzo y con Angelus Apatrida de cabeza, donde pecaron de excesivo esteticismo e inexperiencia. Estaremos atentos a esta banda, con su personalísima apuesta trasera, y también atentos a su primer EP y a su mini-gira que están realizando por toda Catalunya.

Redimoni cerraba el cartel, y su actuación cabe decir que fue francamente buena. Se nota que están un paso por delante de los otros grupos –no en vano, quizás sea la banda de su estilo más conocida de Catalunya-, tienen una historia de ya ocho años y su álbum Into the calling arms of Mayhem ha traspasado el mero ámbito regional para ser una de las apuestas más firmes del thrash español. Se notaban sus tablas y su buen hacer encima del escenario, a pesar de que, como ellos mismos comentaron después, no fue ni de lejos su mejor actuación. Está claro que Redimoni tiene un gran futuro por delante y su particular apuesta por el thrash, lleno de medios tiempos y con riffs muy clásicos y voces a veces chirriantes, merece seguir avanzando en el panorama metálico nacional. Mención aparte fue el tiempo con el que contaron: sólo 45 minutos, muy poco para ser los cabezas de cartel y un grave fallo de la organización, que está claro que pecó de inexperiencia. Es por ello que Redimoni tuvo que recortar su set, acabando con su tema más conocido, “Desperta Ferro”, de su primer EP, “The Honest of chaos” y cuyo estribillo fue muy coreado por un público que disfrutó de su actuación, a pesar de que le faltaron varios temas para caldearse como el grupo merece. La banda tocará en noviembre en Francia, este puede ser un primer paso para empezar a darse a conocer también en el ámbito internacional

En definitiva, una muy buena noche de thrash-death a cargo de varias bandas locales, con un cabeza de cartel, Redimoni, muy conocido ya en el entorno underground, y con una cifra de asistencia y éxito muy remarcable. Veremos si este festival sigue avanzando…la ubicación, Salamandra, es muy acertada, esperemos ahora un paso adelante y una segunda edición en la que estaría muy bien contar con alguna banda internacional y, si no, seguir apostando por grupos de aquí con potencial y futuro por delante.