Un tributo distinto: Toto Hits rinden pleitesía a Kimball, Lukather y Porcaro

El repertorio de TOTO tiene truco. Las canciones son pegadizas y, por ello, aparentemente simples, pero su contenido es intrincado, las bases enrevesadas y las tesituras en las que se mueven piden virtuosismo. No es fácil enfrentarse al repertorio de Bobby Kimball, Steve Lukather, Jeff Porcaro y cia. Precisamente por eso, tenía verdadera curiosidad por ver con mis propios ojos que tal se desenvolvían cinco músicos catalanes frente a un repertorio de la talla de este.

El repertorio de TOTO tiene truco. Las canciones son pegadizas y, por ello, aparentemente simples, pero su contenido es intrincado, las bases enrevesadas y las tesituras en las que se mueven piden virtuosismo. No es fácil enfrentarse al repertorio de Bobby Kimball, Steve Lukather, Jeff Porcaro y cia. Precisamente por eso, tenía verdadera curiosidad por ver con mis propios ojos que tal se desenvolvían cinco músicos catalanes frente a un repertorio de la talla de este. Recientemente, el baterista Marc Buch (que ha trabajado con toda una galaxia de artistas, incluyendo David Civera y otros de la factoría OT) puso en marcha el proyecto junto a otros conocidos músicos de sesión, como su hermano Josep, el vocalista Carlos Torregrosa, el teclista Rubén o el siempre omnipresente David Palau. Curiosamente ha sido Palau el otro puntal del proyecto, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta el amor que profesa por todo lo que tenga que ver con TOTO (y tras haber trabajado recientemente con Kimball en Sudamérica).

Con una sala Clap de Mataró con buena entrada, sobre las 250 personas, la banda arrancó su concierto casi a medianoche, algo no muy raro en salas de la periferia de Barcelona. La banda empezó con la anciana “Child’s Anthem”, del primer disco de TOTO, seguida de una visita al injustamente olvidado “Kingdom of Desire” de la mano de “Don’t Chain My Heart”. Demostrando que no se iban a dejar gemas en el baúl, la banda optó por “Pamela”, del enorme “The Seventh One” de 1988, y luego un “Georgy Porgy”. Todo ello sin despeinarse, sin un fallo, sin un coro que no estuviera en su sitio y sin un detalle batería o guitarra que no engrandeciera la experiencia. El nivel subía por momentos, llegando a su punto álgido con los hits más radiados, como “Africa”. Los golpes de Marc Buch replicando al milímetro la maestría con los toms de Porcaro resonaron con especial contundencia en recuerdo al fallecido músico.

El momento del concierto, sin duda, fue “White Sister”. El viejo tema de “Hydra” se convirtió en un auténtico tour de force para David Palau, que es sin duda el miembro más carismático de la formación, al menos en lo que a presencia escénica se refiere (tengamos en cuenta también que TOTO siempre fue una banda muy sobria sobre las tablas). Pero en “White Sister”, la bestia salió a caminar. El solo de outro que se marcó Palau haría estremecerse al propio Lukather. No en vano, se llevó el aplauso de la noche.

El bis tuvo un sorpresivo “I Will Remember”, del olvidado “Tambu” de 1995, y como no podía ser de otro modo, la infaltable “Hold the Line”, que puso punto y final a un concierto que fue más alla de lo que debe ser una banda tributo. El nivel de excelencia que se vio en aquella sala no se ve en todas las bandas tributo y la atención al detalle y el cariño con esas canciones tan solo se consigue idolatrando de veras a la banda. Muchas bandas tributo hemos visto donde ni se pronuncia bien, ni se entienden las letras, ni se hacen bien los solos o partes de batería. Esto es the real deal. Si tenéis oportunidad, no os perdáis a TOTO HITS.