Si hay un personaje ahí fuera que merezca toda nuestra
admiración ese es sin duda alguna Udo Dirkschneider. Parecía lógico pensar
que tras el incesante ritmo que ha supuesto para ACCEPT su periplo de conciertos
a modo de segunda reunión, el frontman emblemático de la institución germana
iba a tomarse un respiro de su actividad tanto de estudio como de directo,
y es que hay que recordarle al personal que el pequeño gran Udo Dirkschneider
ronda los 55 años ni más ni menos. Sin embargo, y en contra de las previsiones;
No ha sido así. No hace ni unas semanas que ACCEPT daban sus últimos coletazos
antes del inminente y por lo visto definitivo retiro, que Udo se ha puesto
en marcha de nuevo, ha publicado un fantástico nuevo trabajo llamado "Mission
No. X" hace unos 3 meses y ha puesto en marcha una nueva gira europea.
Con un ritmo de trabajo semejante, uno podría deducir que la calidad tanto
compositiva como interpretativa de Udo Dirkschneider y su banda se ha visto
mermada de una forma u otra, algo que, con los resultados en la mano, resulta
improbable; "Mission No. X" es, en mi opinión, el mejor trabajo de
UDO desde los tiempos de "No Limits" y "Holy" mientras
que el recital que dio este pasado domingo día 5 de Febrero superó por goleada
a los de sus últimas 2 giras en solitario por aquí, las de "Holy" y "Man
and Machine" para ser más exactos, así como, y lo digo con la mano en
el corazón, inclusive a los shows veraniegos con ACCEPT que he podido presenciar
(Wacken Open Air y Grasspop Metal Meeting).

Los años parecen no causar efecto alguno sobre Udo. Sus
cuerdas vocales siguen tan rasgadas como siempre, así como su actitud de eterno
rebelde o su devoción por la fe metálica, muy a pesar de sus ya citados 50
y tantos años. Mientras que la sinceridad de otros artistas parece no estar
muy clara, nadie pondrá en duda que un tipo como Udo hace lo que hace por puro
placer; Solo hay que verle sobre un escenario para darse cuenta de ello. Paralelamente,
hay que otorgarle el justo y debido mérito al conjunto de músicos que arropan
a Udo. Por un lado tenemos al eterno Stefan Kaufmann, un tipo inerte, poco
expresivo (en comparación con Fitty o Igor), que equilibra la balanza dando
algo de seriedad a la puesta en escena de UDO. Es de suponer que tantos años
tras los parches (Stefan Kaufmann fue batería de ACCEPT, pero se pasó en UDO
a la guitarra por problemas en la espalda), Stefan no debe haber asimilado
muy bien eso de estar en primera fila con el público frente a frente. Al otro
lado del escenario se sitúan los que animan el cotarro; Por un lado el solista
Igor Gianola y junto a él el imponente bajista Fitty Wienhold. El primero de
ellos posee un background bastante clásico que se puede apreciar perfectamente
en cada uno de sus solos, precisos, calculados, así como repletos de feeling,
sin fallar en prácticamente ninguna de sus partes. Witty, sin embargo, suplanta
su carencia de técnica con una estética y una entrega encomiables, apoyando
a Udo, al igual que Stefan, en todo momento en los coros, logrando unos resultados
muy cercanos a los que se pueden apreciar en los temas de estudio de UDO.

En anteriores ocasiones, UDO solía presentarse en Barcelona
en el Mephisto o el Razzmatazz mientras que en esta nueva gira, la sala elegida
ha sido el Apollo, un lugar no muy dado a albergar eventos metálicos, pero
que poco a poco se va haciendo un hueco en la agenda de los promotores. Sinceramente,
creo que es una decisión muy acertada. El sonido y la acústica son fabulosos,
el escenario ancho, a la altura idónea, la sala acogedora y cómoda con unos
laterales medio metro levantados del nivel del suelo desde donde los más bajitos
pueden observar el show sin problema alguno, así como la tribuna del segundo
piso desde donde uno puede tomarse unas copas y fumarse unos cigarros sin que
nadie le apunte con el dedo ni le culpe de quebrantar ley alguna. En definitiva,
creo que para eventos de este tipo, tratándose de artistas de relativo renombre,
la sala Apollo podría perfilarse perfectamente como una alternativa válida
muy a tener en cuenta.

UDO se presentaron sin telonero alguno y con una escenografía
directa, sin ornamento  innecesario alguno y con una parrilla de amplis gigantescos
metalizados como fondo de escenario perfecto y de acorde con la temática predominante
del evento.

Con un ligero retraso sobre la hora estipulada, empezaron
a sonar los primeros acordes de la intro de su nuevo trabajo "Mission
No. X" a la que le siguió el directo y ultra pegadizo "24/7",
una de las mejores piezas que han compuesto UDO en muchos años. Alguno se preguntará porque
no reseñamos dicho trabajo por estos lares si tan bueno nos ha parecido; La
respuesta resulta bien sencilla, miren el sello que edita el disco, busquen
quién lo distribuye por aquí, recuerden cierta "carta abierta" y
aten los cabos pertinentes… Sin dar respiro alguno, UDO prosiguieron con
uno de los grandes himnos del grupo, "Independence Day", cuyo conocido
coro del final del tema puso en pie a toda la sala dejando Udo paso a las voces
del público para que tomara las riendas del asunto. Tras "Independence
Day" llegó una de las gratas sorpresas de la noche; Uno de esos grandes
temas rescatados del olvido para el gozo de los fans de UDO, "Trip to
Nowhere", de su, en mi opinión mejor disco, "Faceless World",
editado en 1990, del cual recuperó pocos minutos después otro de sus grandes
Hits en solitario, la hímnica "Heart of Gold", que de nuevo puso
a todo el Apollo patas arriba. Alternándose con los clásicos, UDO dieron cancha
a un par de temas más de su nuevo trabajo, "Mean Streets" y "Cry
Soldier Cry". Mientras la primera de ellas quedó cien veces mejor en directo
que en estudio (en la versión del disco hay ciertos arreglos que no acaban
de dar la talla mientras que en directo UDO la "metalizan" bastante),
la segunda de ellas logró creo yo convencer a casi todos aquellos escépticos
que todavía no habían tenido ocasión de escuchar el nuevo trabajo de UDO, y
es que por suerte, los temas nuevos elegidos para esta gira, suponen, de lejos,
lo mejorcito de todo su "Mission No. X". Tras ello, UDO recuperaron
un acertado "Blind Eyes" de su anterior "Thunderball" que
dio paso al potente solo de guitarra de Igor Gianola. Encadenándose con las últimas
notas de dicho solo como suele ser habitual, le tocó el turno a "Princess
of the Dawn", tema del que no creo que haya que comentar gran cosa al
respecto, los fans deducirán cual fue la reacción del público. Con los ánimos
a flor de piel tras semejante atracón de nostalgia, UDO prosiguieron con la
también reciente y cañera "Thunderball" que dio paso al solo del
recién incorporado batería Francesco Jorvino. Su ejercicio fue sencillo a la
par que entretenido y sirvió para que el protagonista de al noche, Udo, con
sus 50 y tantos años a espaldas, pudiese tomarse un respiro antes de afrontar
la recta final del show que se le venía encima. De nuevo con la banda al completo
sobre el escenario, sonaron 2 hits más de UDO; La emotiva y comercial "They
Want War" (donde el público sustituyó perfectamente al coro de niños en
el estribillo del tema) y como no, su gran Hit, "Animal House", puro
Heavy Metal 100 % ACCEPT que daba título al disco debut de la formación allá por
el 88. Fue en este punto cuando creo yo los ánimos se enfriaron un poquito.
Si en vez de atacar 2 temas recientes hubiese tirado directamente de los bises
el fin de fiesta habría sido apoteósico sin embargo UDO prefirieron presentar
un par de temas más antes de atacar los himnos más esperados de la noche. Las
elegidas fueron "Mad for Crazy" y "Man and Machine", ésta última,
sin vestimentas robóticas por parte de Udo (quién prefirió hacer el numerito
de las prendas en el tema "Mean Street", saliendo a escena con el
traje de monje encapuchado). Llegados al tramo final del show, sucedió lo inevitable; "Holy" y "Cut
me Out" cerrando la tanda de temas de UDO y como no, "Metalheart", "Balls
to the Wall" y "Fast as a Shark" como colofón, dejando fuera
piezas también de ACCEPT que sí habían tocado en el resto de la gira como las
rockeras "Burning" o "I’m a Rebel" y que en esta ocasión
no sonaron. (Sinceramente mejor, siempre me parecieron "himnos" bastante
sobrevalorados del catálogo de ACCEPT).

Por fin UDO ha hecho caso de muchas de las peticiones de
sus fans y ha centrado su Setlist en su ya extensa discografía en solitario
sin necesidad de tener que llenar su show a base de temas de ACCEPT, más cuando
la actividad en directo de estos últimos resulta tan cercana en el tiempo.
Ya puestos, no creo que la gente hubiese puesto pega alguna en escuchar viejos
y atípicos temas de ACCEPT en vez de los consabidos "Metalheart", "Balls
to the Wall", "Princess of the Dawn" o "Fast as a Shark".
Lógicamente, habrá quién discrepe acerca de esto último, pero por pedir, que
no sea. En mi opinión, haber rescatado joyas no muy conocidas de ACCEPT u otros
temas imprescindibles de UDO como alguna de sus 2 grandes baladas; "In
the Darkness" y "Azrael", "We’re History", "Faceless
World", "Break the Rules", "Two Faced Woman" o "Recall
the Sin", habría sido todo un acierto. Otra vez será. 

Poco queda por añadir, una vez más, UDO puso el listón bien
alto evidenciando que lo de "vieja gloria venida a menos" no va con él.
Si no sucede nada fuera de lo común, me da a mí que tendremos Udo Dirkschneider
para largo.

Texto y Fotos: Javi Metal

Datos:Apolo
Barcelona
Público: 250 personas aprox.
Promotor: Matarile

Día:05/02/2006

Puntuación:9