Pocas críticas (supongo) aparecerán sobre este Rock Fest… De hecho, podías apreciar la mucha gente nueva en la cola… Italia, Alemania, Rusia... Nada que ver con el año pasado. El festival ha pasado a ser uno más dentro del circuito europeo, y eso es decir mucho… Si de los errores se aprende hay que decir que esta gente ha aprendido rápido y bien. Todo lo achacable el pasado año ha sido subsanado este. Por una vez en mucho tiempo podemos decir que el Rock Fest se come a casi todos los festivales patrios…

Pocas críticas (supongo) aparecerán sobre este Rock Fest… De hecho, viendo la larga cola uno veía que había muchísima más gente que en la anterior edición… Italia, Alemania, Rusia, Perú… El festival ha pasado a ser uno más dentro del circuito europeo, y eso es decir mucho… Se vislumbra que el Rockfest ha venido para asentarse, y eso es muy grande. Si de los errores se aprende, hay que decir que se ha cuidado todo al detalle. Todo lo achacable el pasado año ha sido subsanado este. Por una vez en mucho tiempo podemos decir que el Rock Fest se come a casi todos los festivales patrios… Primer día y todo alabanzas…

Más espacio, más dónde comer, más calidad, zonas de agua, aguas a un euro, mucha gente de fuera y muchísima más gente venida de todas partes de la Península. El caso es que Cataluña puede decir finalmente que posee un festival a la altura, ya no de los festis hispanos, sino de los europeos, y eso es decir mucho.

El Rockfest ha crecido exponencialmente, y de los errores del pasado año han sacado virtudes. Poco hay que achacar, y el retraso en la entrada de más de 45 minutos quedó como anecdótico. Pudimos ver a Asphyxion, y la verdad es que salieron a muerte. Tanto espacio y tanta expectativa, se vio más que recompensada. Estuvieron a la altura del que quizá, sobre el papel, era el día más fuerte. Cartelazo para un jueves. Asphyxion demostraron estar para un grande escenario ante un público exigente que llenó el emplazamiento desde el minuto uno. Buen sonido y buen concierto demostrando su incondicional amor por el thrash metal

ROSENDO

Poco hay que achacar a este coloso. Su formato trío encandiló desde que apareció en escena y el público en el bolsillo, especialmente en la recta final “El tren”, “Masculino Singular”, antes la sorpresiva “Pan de higo” y gran final con “Maneras de vivir”. Antes homenaje a Carabanchel y repaso a “Vergüenza torera”, disco que en directo cobra más vida y sentido. Aplauso merecido para un Rosendo que nunca defrauda y que supo sacarle gran partido a su hora de concierto. Tiró de clásicos ofreciendo un perfecto show de festival. Hay dos bandas patrias por día, Rosendo demostró que si está aquí… es por algo.

SABATON

Sabaton van un poco al ritmo de Saxon y parece que no se pierden una. Quienes les hayan visto últimamente saben que funcionan como un reloj. Poco o nada hay que achacarle a Joakim y sus chicos. Divertidos, directos y entretenidos. Obviamente “Primo victoria” hizo saltar al respetable, pero antes hubo material incendiario. Muchos galones y clase para alzar “Carolus Rexx”. No hubo tanque, pero tanto da. Dieron rienda suelta a las bromas nacionalistas y “To Hell and Back” y “Swedish Pagans” terminaron por reafirmar lo que estaba en ciernes: son muy buenos. Quienes no les conocían salieron encantados. Impresionante la cola para las firmas de discos… Lo consiguieron a pesar de que en primera instancia no sonaron tan bien como Rosendo.

DREAM THEATER 

El show de Dream Theater fue la antíteisis de Sabaton o Status Quo. Siempre pierden en directo y más a estas horas. De todas formas si eres un fan a muerte de esta gente disfrutarías con “Panic Attack” o “As I Am”. El sonido mucho mejor que en otras apariciones en otros festivales y cortes como “Burning My Soul” y sobretodo la balada “The Spirit Carries On” les ensalzan, pero una hora es poco para sentar cátedra. Curiosa la barba que lucía Petrucci y espectacular como siempre el señor Magnini. Llevaban un complejo entramado de focos móviles que no lucieron debido al astro rey. Maravillosos como siempre, pero faltó mucho más… Les esperamos con su show completo, aunque eso de tocar un tema de cada disco es una gran idea.

STATUS QUO

La experiencia es un grado y STATUS QUO en ese sentido van servidos. Con una carrera tan longeva como proclive que engloba casi medio siglo y cerca de 30 discos editados, los británicos saltaron a escena ante una concurrencia más poblada de lo que cabría esperar viendo el caos que se montó en las primeras horas del festival y que impidió que la gente pudiera entrar a tiempo para presenciar sobretodo a las 2 primeras banda, de hecho, servidor tardó casi una hora en entrar y eso que la cola de acreditaciones de prensa era ridícula comparada con la cola kilométrica formada para obtener las pulseras. En cualquier caso, los QUO saltaron a escena ante una audiencia muy numerosa ya, casi llenando el recinto de Can Zam, y un sol abrasador que empezó a aflojar a medida que los ingleses empezaban a desgranar su setlist. No voy a engañarles, no piloto la discografía entera de STATUS QUO, ¿De hecho hay alguien que lo hace?, e imaginamos que la banda de Francis Rossi y Rick Parfitt era consciente de ello dado que estaban rodeados de bandas mucho más duras y metálicas que ellos y claramente ese no era su público principal, pero aún así STATUS QUO salieron a por todas y dieron una lección de rock en mayúsculas que incluía como era de esperar muchos de sus grandes clásicos como “Caroline”, “Just Supposin”, “In the Army Now” (Seguramente la más coreada), “Roll Over Lay Down”, “Whatever You Want”, “Down Down” o “Rocking All Over the World” con la que sino recuerdo mal cerraron. Uno puede ser más o menos seguidor de STATUS QUO y seguramente no fueron pocos los que cuestionaban la presencia de una banda de corte tan rockero y clásico entre tanta formación metálica, pero es innegable que presenciar una actuación de los británicos es una gozada a todos los niveles, sobretodo por lo sobrados que van sobre el escenario y la soltura que tienen. Tras una hora de concierto, STATUS QUO se retiraron ante un público en su mayoría seguramente escéptico pero claramente convencido tras semejante recital.

SCORPIONS

A diferencia de STATUS QUO, SCORPIONS salían con todo ganado de ante mano pero no acabaron de convencer, no tanto por su actuación -intachable a todos los niveles- sino por el setlist elegido, a todas luces descompensado tratándose de un festival al aire libre. Los germanos salieron puntuales sobre su hora y mostraron que pese a ser un festival no iban a escatimar en recursos escénicos, de hecho su puesta en escena me pareció espectacular con unas pantallas que cubrían todo el fondo del escenario y donde se proyectaban imágenes a tiempo real de la actuación de los alemanes editadas y filtradas creando un efecto realmente atractivo desde un punto de vista visual. La banda arrancó con “Going out with a Bang” de su flamante nuevo trabajo “Return to Forever” seguida de un par de clásicos añejos como son “Make it Real” y “The Zoo” que no acabaron de cuajar del todo ante una audiencia que esperaba saborear ya alguno de los temas más conocidos del grupo. La instrumental “Coast to Coast”, pese a su magnificencia, no hizo su acentuar ese desorden de setlist donde tras media hora, parecía que SCORPIONS no acaban de arrancar. Tras ello, James Kottac tomó el protagonismo con su espectáculo habitual a los tambores y demostrando lo buen batería que es, sobretodo desde que ha recuperado la sobriedad y las buenas formas. Los germanos prosiguieron con un par de temas nuevos enlazados con otros dos temas de su etapa de los 70, “Speedy’s Coming” y “Catch your Train” (sus únicas concesiones a la etapa de Uli Jon Roth) que dieron paso a su nuevo hit “We Built this House”, un temazo que de haber aparecido en cualquier disco suyo de hace 35 años, sería un clásico de los grandes. Seguidamente le llegó el turno a Matthias Jabs para lucirse con su solo, momento en el que un tipo desconocido que obviamente no era Rudolph Schenker apareció en escena secundándole a las rítmicas. Llegados a este punto, era de esperar que los germanos lucieran ya alguno de sus grandes himnos y sin embargo la banda optó por encadenar 3 baladas que creo yo mataron un poco el ambiente. Nadie discute la grandeza de “Always Somewhere”, “Send me an Angel” o “Wind of Change” (esta última coreada hasta la extenuación), pero interpretar las 3 seguidas en el marco de un festival al aire libre a ciertas horas de la noche quizá no era lo más correcto. En cualquier caso, sobretodo “Wind of Change” puso al recinto patas arriba y dio paso a la segunda parte del concierto que no fue más que un bis de 3 cuartos de hora con las consabidas “Dynamite”, “Crazy World” (joya muy rara de ver en directo y que nadie esperaba), “Blackout”, “Big City Nights”, “Still Loving You” y por supuesto “Rock you like a Hurricane” que puso el broche de oro a una actuación que empezó floja pero que acabó por todo lo alto. Mención a parte merece el momento que SCORPIONS se marcaron proyectando una bandera española en las pantallas traseras y que por supuesto se llevó una sonora pitada. Una anécdota como ésta tendría su pase tratándose de una banda del otro lado del planeta, pero me cuesta entender que unos señores alemanes de cierto nivel social y cultural que han pisado Barcelona en infinidad de ocasiones no estén al corriente del clima político imperante en Catalunya y del riesgo que supone proceder de esta manera. En cualquier caso, el incidente no fue a más y quedó como una anécdota más de un concierto variopinto que fue de menos a más.

NIGHTWISH

Como suele ser habitual esta gente no falla. Si en Benicàssim estuvieron soberbios, esta vez repitieron la fórmula de sintetizar potencia sónica y espectacularidad sacándole el máximo provecho a la hora con la que contaban. Su último disco divide opiniones pero termina por enganchar. Aún y así hubo gente que se quejó del setlist. Floor Jansen es quizá la cantante perfecta para el combo finlandés, pero faltó ese plus al que nos tienen acostumbrados. Más perfectos en “Last of the Rides” que en temas más recientes, pero revisitar el “Oceanborn” es algo que nos deja sin palabras… “Stargazers” fue todo un regalo. Ese deje irlandés en temas como “I Want My Tears Back” les hace sonar muy preciosistas. Impresionante la pirotecnia culminando un show realmente espectacular. Lo dicho… Nunca fallan.

SAXON

Todo el mundo sabe lo que ofrecen Saxon: heavy metal clásico de bellísima factura. Una de las bandas más fiables y demoledoras de la escena. A golpe de clásico sacaron adelante un directo en horas tardías. Desde el arranque que disfrutamos maravillas como “Motorcycle Man”, “Denim and Leather”, “Princess of the Night”, “Wheels of Steel“ o sobretodo “And the Band Played on”. Es lo de siempre, pero nos encanta. El tema más actual fue “Sacrifice” y Bifford con su melena plateada y su característico silbido ejerció de maestro de ceremonias. Siempre están en todos los festivales pero nadie saca el show adelante como lo hacen ellos. Y a diferencia de WASP… cambian el repertorio, si bien hay seis o siete temas que sabes seguro que van a caer cada niche. El día que no estén entre nosotros les lloraremos.

WASP

Siendo como son uno de los grupos asiduos de este tipo de saraos, los norteamericanos WASP salieron a por todas. No tenían un papel fácil, en absoluto, y es que salir a tocar a las 2 de la mañana seguidamente de SAXON es una tarea ardua y peligrosa. El sonido no les acompañó pero un set centrado únicamente en sus viejos clásicos se perfilaba como una apuesta ganadora desde el primer momento. Blackie pese a tener una apariencia aterradora a día de hoy, está en mejor forma que nunca, algo que bien sabrá todo aquel que haya visto a WASP en los últimos 20 años y el ridículo escénico que llegaron a hacer tanto en sus últimos días con Chris Holmes como en tiempos no tan remotos. Atrás quedaron los coros pregrabados o la famosa araña sobre la que Blackie se asentaba para no tenerse que mantener en pie; A día de hoy WASP rinden a un nivel altísimo, tanto a nivel de estado de forma como de cuerdas vocales de Blackie quién en mi opinión lleva cantando en estos últimos 3 o 4 años mejor que nunca, incluso mejor que en sus viejos días de gloria. Saliendo a escena a las 2 de la mañana, los norteamericanos arrancaron con el dueto “On Your Knees” y “The Torture Never Stops”, siendo sobretodo la segunda una muy grata sorpresa dado lo raro que resulta verla en directo en los sets de WASP de los últimos tiempos. La banda de Blackie prosiguió con “The Real Me”, su famosa versión de los WHO que tan buenos resultados les ha dado siempre en directo. Para cuando empezaron a sonar los primeros acordes de “L.O.V.E Machine” empezó a quedar claro que WASP iban a aprovechar su escaso tiempo escénico en repasar sus grandes clásicos dejando de lado cualquier tema posterior a 1992, y efectivamente así fue. Tras un atronador “Wild Child”, la banda sacó el pie del acelerador para calmar las cosas con las baladas “Sleeping in the Fire” y “Forever Free” que sonaron empalmadas y dieron paso a su hit por excelencia “I Wanna Be Somebody”, coreado a pulmón por las miles de personas congregadas frente al escenario. La traca final vino de la mano de “Chainsaw Charlie (Murders in the Rue Morgue)” y como no, “Blind in Texas” que puso el broche de oro a una actuación escueta pero intachable.  

 

 

Promotor:Rock n Rock

Día:2015-07-23

Hora:17:00

Sala:Parc de Can Zam

Ciudad:Santa Coloma de Gramenet

Puntuación:9