TRISTANIA + SARAH JEZEBEL DEVA

Corren tiempos raros para la música en directo. Erigida hace unos años como “salvación” del negocio de la música, en tiempos de crisis económica la gente selecciona mucho donde se gasta el dinero. Tanto que en ocasiones salen mal paradas precisamente las bandas que se encuentran en esa típica tierra de nadie: ni son muy famosos, ni son desconocidos. Sencillamente llevan una carrera trabajadora y discreta, sin más. Es el caso de los noruegos TRISTANIA, que venían a Barcelona por primera vez desde el año 2004, cuando acompañaron a THERION y TRAIL OF TEARS en un show muy lejano (y breve) en la sala Razzmatazz 2. No ha sido la mejor época para la banda, que sufrieron un cambio de vocalista (adiós Vibeke Stone, hola Mariangela Demurtas) y dejaron de ser la gran esperanza del metal gótico a dos voces en medio del declive generalizado de la escena de bandas del estilo. Cabe recordar que TRISTANIA traían una carrera muy respetable bajo el brazo (especialmente con discos como “World of Glass”) pero que alcanzaron el mayor reconocimiento en medio de toda la ola de bandas semi-góticas con vocalista femenina adorable y vocalista masculino mastuerzo. “Ashes” fue su mejor momento de fama y ya con el cambio de vocalista e “Illumination” comenzaron a perderse un poco. Los tres años que tardaron en grabar “Rubicon” tampoco ayudaron y la situación de la banda se tensó notablemente. Ahora, en pleno 2012, TRISTANIA no tienen mucho que hacer, excepto recoger los restos de lo que pudo haber sido y no fue, aunque musicalmente sigan siendo una banda más que competente y en Mariangela tengan a una vocalista que posee tonalidad y potencia suficiente.

Ante medio centenar escaso de personas, TRISTANIA se presentaron en Barcelona acompañados de Sarah Jezebel Deva, la que fuera vocalista femenina de CRADLE OF FILTH. Jezebel Deva presentó su más reciente CD, “The Corruption of Mercy” y el EP “Malediction”, ante una reacción respetuosa del público pero poco entusiasta. Tampoco fue el caso con los cabezas de cartel. Aunque Mariangela sea una chica carismática, el público asistente estuvo muy desperdigado por la sala, sin demasiados visos de histerismo en las primeras filas, excepto por parte de 10 o 15 fans especialmente dedicados. Es muy complicado para una banda sobrevivir con esos números, pese a ser un sábado. Huelga decir que se trataba de las fiestas de la Mercé, la patrona de Barcelona, pero dudo que eso afectara en gran medida a la asistencia.

La banda salió a por todas, algo encomiable teniendo en cuenta el poco inspirador panorama que tenían ante si. Lo hicieron con “Angina” y “The Wretched”, con Gyri Smordal, marcando la pauta desde su guitarra y la propia Mariangela mostrando voz y piel de terciopelo al público reunido. “Requiem”, “Libre” y “Exile” siguieron con el ritmo del concierto, algo irregular. No parecía que hubiera una verdadera conexión y se notaba que la banda estaba más bien poco inspirada en esa noche de finales de verano. El sonido tampoco acompañó, pero la sala Mephisto tiene las características que tiene y en un contexto de poco público –con pocos cuerpos que absorban el impacto de los decibelios- las carencias son mucho más evidentes. Días después, por ejemplo, CANDLEMASS actuaron en el mismo lugar y sonaron mucho mejor, pero claro, había 350 personas entre el público.

“The Shining Path” fue uno de los momentos más buenos del concierto, con la banda y público conectando de manera más profunda, una de las pocas veces que eso pasaría durante el show. Se nota que es un clásico y el tema que abría uno de sus discos más queridos. Tras “Shadowman”, “Cathedral”, “Tender Trip on Earth”, “Beyond The Veil” y “Year of the Rat” la banda puso fin a un concierto de apenas hora y diez, que completarían en los bises con “Ilumination”. Pasaron sin pena ni gloria, ciertamente. Y tampoco fue el mejor show de la historia de la banda ni el más inspirado de todos ellos. En cualquier caso, fueron profesionales, salieron a dar todo lo que pudieron pero lamentablemente sonaron un poco a medio gas, algo acentuado por lo taciturno del público. Otra vez será.