Mucho revuelo y expectación había levantado la venida de dos interesantes bandas americanas como MASTODON y TOOL. La cita se presentaba memorable, más cuando el concierto de inicio de gira en Barcelona había sido cancelado días atrás, y la verdad es que superó cualquier tipo de previsión inicial. Es cierto que se trata de bandas importantes, obviamente más en el caso de TOOL, los cuales llevan una dilatada trayectoria a sus espaldas,  pero ver a tanto público reunido en la plaza de toros de La Cubierta de Leganés, formando largas colas en los aledaños del recinto, auguraba una noche de las mágicas, de las de grandes shows que pasan al recuerdo y que se te quedan grabados. No se si para muchos fue así, sobre todo por la actuación de TOOL, pero lo que es con MASTODON, puedo decir que tanto los músicos como su público habrán tenido pesadillas después de sufrir el inaudible recital ofrecido en un local que, ni por asomo, está acondicionado para este tipo de eventos.

 

En los momentos antes del comienzo de las actuaciones y con tiempo suficiente sobre la hora prevista para recoger las acreditaciones, nos encontramos con la inesperada sorpresa de que nuestros nombres no figuraban en las listas. Llamadas, gestiones y todo arreglado. Las pegas del propio equipo de los grupos y el limitado número de plazas para acceder al foso de fotógrafos hicieron que no pudiésemos disponer en esta ocasión de opción alguna fotografiar a los músicos. Poco después entendimos las férreas medidas de seguridad dispuestas para la ocasión; y es que hubo un control de absolutamente todo lo que tenía que ver con el concierto. El equipo de trabajo era inmenso, varios pares de autobuses y de trailers rodeaban el coso taurino y se montaron comedores improvisados, oficinas y demás habitáculos necesarios para su perfecto desarrollo. Desde nuestro lugar y durante la espera de la confirmación de alguna solución a nuestra situación, pudimos ver pasar al señor Adam Jones, guitarrista de TOOL, por el lugar adaptado a comedor. Y digo “pudimos” ya que en esta ocasión y pese a tratarse de Madrid, el señor Satur Romero me acompañó en una cita tan señalada.

 

Hacia las 8:45 entrábamos en la plaza y tras un exhaustivo cacheo que acabó con mi cámara de fotos en consigna, nos dispusimos a localizar al resto de la “troupe” que ocupaba ya una buena posición en las gradas. El ambiente en aquel momento todavía era algo frío, pero es que hasta el final de la actuación de MASTODON no cambió absolutamente en nada; y sólo con la salida de TOOL y con una repleta Cubierta, se animó verdaderamente el cotarro.

 

Los primeros en saltar a un escenario bastante simple, condicionado por la actuación del “main act” de la noche, fueron los americanos MASTODON. No era la primera vez que nos visitaban los de Atlanta, pero por unas circunstancias o por otras, no pude estar ni en Festimad ni en la otra ocasión en la que vinieron haciendo el circuito de salas, ya que en aquella ocasión coincidió con la llegada de una de las pasadas ediciones del Atarfe Vega Rock. Hubo gente que sí fue capaz de hacer tal doblete, pero no estuve yo entre ellos. Con los cuatro músicos en el escenario las dudas que se planteaban pasaban por ver cómo llevarían al directo un disco tan exitoso como “Blood Mountain”. Creo que la experiencia no puede ser tomada en cuenta dadas las condiciones den las que sonaron en Madrid. Una continua pelota de sonido que parecía rebotar incesantemente en las paredes del local, fue lo que pudimos encontrar aquel sábado. Malo, muy malo el sonido. Prácticamente ininteligible. Si a esto le sumamos la poca animación existente, creo que puedo decir que MASTODON salieron a tocar porque no les quedaba más remedio. Me habría gustado ver sus caras en la prueba de sonido. La traca de temas del último álbum- en el que básicamente se basó todo el show – empezó con “This Mortal Soil”. Coincidió ese momento con nuestra entrada y la verdad es que hasta “The Wolf is Loose” no fui consciente de que verdaderamente eran MASTODON los que estaban tocando. Las voces de Brent y Bill se alternaban y la rapidez y agresividad de un tema como del que se trataba hizo entrar rápidamente en calor a unos pocos fans del combo yankee. “Crystall Skull” no dejaba lugar a tregua y fue entonces cuando muchos intentamos abstraernos de las pocas bondades sonoras del recinto para centrarnos en la interpretación de esas joyas retorcidas de la banda. “Capillarian Crest” y “Colony Of Birchment” mostraron a un cuarteto que parecía estar adaptándose de nuevo a la carretera; fríos, estáticos pero demoledores. “Seabeast” fue uno de los tres temas de “Leviathan” que cayeron a lo largo de la noche. La banda hace bien en recuperar tales cortes, que verdaderamente fueron los que les encumbraron de tal manera. La recta final de la actuación tuvo en “Sleeping Giant” la última oportunidad de escuchar los temas del nuevo disco en vivo. Debo decir, que en tales condiciones, me quedo mil veces con el sonido, la producción y la calidad del disco compacto. Y para acabar, dos piezas indispensables como “Megalodon” y “Hearts Alive”. Y eso había sido todo. En poco más de 45 minutos la banda había entrado, tocado y salido del escenario. Un pobre bagaje para los que esperábamos algo más. Aunque hay que decir, que también íbamos apercibidos. En cualquier caso, siempre nos alegran las visitas de bandas como MASTODON. Llegaba el turno del plato fuerte de la velada y es aquí donde entra el señor Romero y su particular visión  histriónica de la música.

 

Set- list MASTODON

 

  • This Mortal Soil
  • The Wolf Is Loose
  • Crystal Skull
  • Capillarian Crest
  • Colony Of Birchmen
  • Seabeast
  • Sleeping Giant
  • Megalodon
  • Hearts Alive
  •  

     

    O los odias o los adoras. Esa es la típica simplificación a la hora de opinar sobre una propuesta musical tan personal y enrevesada de un grupo como TOOL. Pero como casi todo en la vida, no todo es blanco o negro, existe una amplia gama de grises. Sea como sea, la admiración, la pleitesía y el fanatismo exacerbado ante la banda de Maynard James Keenan es cada vez mayor, y cada vez que publican un nuevo disco, caso de su nuevo “10.000 Days”, el estruendo y repercusión que provocan, no solo en la comunidad metálica, alcanza límites insospechados. ¿Cuántas portadas de revistas de TOOL se han visto desde la publicación de su nuevo retoño? ¿Cuántas veces han aparecido en las distintas listas de ventas? Tardan en lanzar discos, eso sí, se lo toman siempre con calma los muchachos, pero cuando lo hacen, el mundo siempre se encuentra expectante y receptivo. La Cubierta de Leganés llena hasta la bandera para ver a los de California, bien lo atestiguan.

     

    Este concierto de Madrid sería el primero de una gira europea que les mantendrá ocupados de ciudad en ciudad hasta mediados de Diciembre, antes de marchar a Australia en Enero tras tomarse un pequeño descanso para retomar fuerzas, por lo que los factores que rodeaban a esta actuación, no podían presentarse más interesantes. También estaba por ver su puesta en escena con múltiples artefactos luminotécnicos, pantallas y demás parafernalia, armatostes que, según la organización, causó ciertos problemas logísticos que les obligó a cancelar la fecha de Badalona tan solo una semana antes de su actuación.

     

    Muchas, muchas eran las ganas de ver a TOOL en escena, tantas eran las ansias, que incluso cinco minutos antes de la hora estipulada, el griterío de un público impaciente reclamando su presencia, hacía retumbar los cimientos recinto. Con “Stinkfist”, uno de sus temas claves, comenzó la locura. Cuatro pantallas respaldaban al cuarteto; el guitarrista Adam Jones y el bajista Justin Chancellor a cada extremo del escenario (prácticamente estáticos durante toda la actuación), la batería de Danny Carey se encontraba un poco escorada a la derecha encima de una plataforma, y a su lado, saldría con una gran ovación de fondo (y permanecería durante todo el concierto) Maynard Keenan.

     

    Maynard… Maynard Keenan. Algo que se convertía en una incógnita, era las pintas que se iba a gastar en esta ocasión. Si alguna que otra vez ha salido al escenario detrás de una pantalla donde solo se reflejaba su sombra (¡sin salir ni siquiera a saludar!), o con su cuerpo pintado simétricamente en dos colores, e incluso ha cantado vestido de mujer hace unas semanas en su gira por Estados Unidos, en este concierto una rudimentaria máscara de gas, propia de las tiendas dedicadas a vetustos artículos de guerras, cubría su rostro, y sin camiseta, vaqueros, y un peculiar rapado con cresta rosácea, parecía homenajear estéticamente a Robert de Niro en Taxi Driver. El micro formaba parte de la máscara, estaba incrustado, por lo que no era de extrañar ver al vocalista entonar sus partes vocales con las manos libres haciendo movimientos serpenteantes.

     

    Continuaron sin descanso con “The Pot”, personalmente uno de los mejores cortes de su último trabajo, recibido con especial entusiasmo por el respetable, y siguiendo con el mismo nivel de intensidad, nos regalaron “Forty Six & 2”, una de las interpretaciones más memorables de la noche, cuyo inicio vino marcado por un mar de efectos rojizos desde las cuatro pantallas, consiguiendo un efecto sorprendente a nivel visual. Maynard con sus movimientos retorcidos parecía querer liberarse de las llamas del infierno. La cantidad de efectos, apabullantes por momentos, envolvía a toda la actuación en una atmósfera difícil de dejar indiferente a nadie. Con cada vez con más mejoras en el sonido (aquí cada uno tendrá su punto de vista, dependiendo del lugar donde se encontrara viendo la actuación) TOOL atacaron con “Jambi”, cuyo muestrario de imágenes cargadas de simbologías, abstracciones, cuerpos amorfos, adornaban cada nota. Una constante estas imágenes desde el principio al final del concierto.

     

    No se si fue solo mi parecer, pero con “Schism” (una de sus joyas de “Lateralus”), aún siendo un tema grandioso, y sobre todo con “Rosseta Stoned” (después de tocar “Lost Keys” a modo de intro), el concierto comenzó a caer en un pequeño círculo tedioso, aunque los efectos de luces comenzaran a funcionar a pleno rendimiento. Es más, incluso llegados a este punto de la actuación, una cortina negra encima de las pantallas, se abrió de par en par mostrando un amplio mosaico correspondiente a la última lámina del libreto de su último trabajo “10.000 Days”. Detalle que no pasó desapercibido para el  público que respondió con una ovación. Pero, sinceramente, al menos en mi opinión, y si de temas largos de su nuevo lanzamiento hablamos, hubiera escogido “Wings For Marie” y el tema título de forma enlazada; hubiera sido una buena antítesis si querían encauzar su show con un tema largo, ralentizado por momentos a la par que intenso.

     

    A continuación, Maynard se retira de escena y deja paso al trío instrumental para que se marquen una especie de jam, a la que no faltó sonidos estridentes y psicodélicos, y sobre todo, por si no había quedado claro durante toda la actuación, su batería Danny, -que como suele ser habitual, lucía con orgullo una camiseta de los Lakers – tuvo su momento de gloria y lucimiento. Impresionante ver a este batería en directo, alcanzando momentos hipnóticos se llegabas a prestarle un mínimo de atención. Sin duda, una de las mejores bazas del directo de TOOL.

     

    Con su clásico “Sober”, recibida de forma efusiva, encaraban la recta final de su concierto, compuesta por tres temas predecibles, pero indiscutiblemente, imprescindibles en un concierto de TOOL. Un final de infarto iniciado por “Lateralus”, ejecutado de forma magistral, y con un público de nuevo, al igual que en el inicio del concierto, rendido a sus pies. Una lluvia de láser al más puro estilo PINK FLOYD comenzaba a inundar el recinto con proyecciones en paredes y techo, haciendo más impactante la puesta de escena de los norteamericanos. Tras esta interpretación, los cuatro miembros se reúnen a pie de la tarima de la batería, se sientan y esperan la reacción del público. Ante tal paródica situación, Justin enciende dos mecheros y acto seguido, todo el graderío y foso se ilumina con miles de llamas dejando para la memoria una bonita estampa. Tras hacerse de rogar un poco, la potente “Vicarious, uno de los temas que pasará a ser un clásico de la banda sin duda, nos golpea de lleno dejándonos prácticamente sin aliento hasta que llega “Aenema” tras un breve descanso, tema con el que ponen punto y final a una actuación marcada por ritmos trepidantes, alguna que otra fracción de tiempo de calma y reposo, y con montones de imágenes para guardar en la retina de nuestra memoria.

     Maynard se despide hasta el verano que viene (¿?¿?), y los rostros de satisfacción del público es la tónica dominante a la salida de La Cubierta. Tal vez el set list no haya sido el más acertado, tal vez el sonido no haya sido todo lo pulcro que se hubiera deseado, tal vez los miembros de la banda se podrían tener un comportamiento más cálido y comunicador, y tal vez,  pudieran haber alargado más su concierto (una hora y cuarenta y cinco minutos no deja contento a mucha gente) pero tras esta demostración en vivo, uno llega a comprender la grandeza y el status que TOOL poseen hoy en día. Definitivamente; no es muy difícil llegar a adorarlos. 

    Set List TOOL: 

    • Stinkfist
    • The Pot
    • Forty Six & 2
    • Jambi
    • Schism
    • Lost Keys
    • Rosseta Stoned
    • Jam instrumental
    • Sober
    • Lateralus
    • Vicarious
    • Aenema

    Texto: Alejandro Pérez y Satur Romero / Fotos: Sergi Ramos

    Promotor:Gamerco

    Asistentes:8000

    Día:04/11/2006

    Sala:Cubierta de Leganés

    Ciudad:Madrid

    Puntuación:8