Al final lo que tenemos delante es a dos chicas que podrían dedicarse perfectamente a la pornografía pero que prefieren llevar su provocación a terrenos musicales. Y no es mala idea: si jugando con el atractivo sexual consiguen que un montón de pajilleros terminen escuchando a su banda, simplemente están usando a su favor elementos muy validos.

Cuando una banda lleva tanto hype a su alrededor, como sucede en el caso de las Butcher Babies, uno tiende al escepticismo. Es de manual. “Si tanto molan, algo raro tiene que haber”. La realidad es que estas americanas flanqueadas por una banda muy solvente no han inventado nada nuevo, ni en lo musical ni en lo visual. Pero la energía que tienen sobre el escenario es absolutamente contagiosa. Incluso si ni siquiera compartes lo que hacen musicalmente. Porque al final, lo que hace esta banda ya lo han hecho antes infinidad de bandas de metal y metalcore. Y lo de tener féminas al frente no es sorpresa desde que se normalizó el papel de la mujer en las bandas de metal a base de Lacuna Coil, Nightwish, Arch Enemy o en otros tiempos, Doro y Wendy O’ Williams. Al final lo que tenemos delante es a dos chicas que podrían dedicarse perfectamente a la pornografía pero que prefieren llevar su provocación a terrenos musicales. Y no es mala idea: si jugando con el atractivo sexual consiguen que un montón de pajilleros terminen escuchando a su banda, simplemente están usando a su favor elementos muy validos. Quiero decir, cuando un desodorante o una marca de sujetadores usa a voluptuosas mujeres para vender su producto nadie pestañea, pero resulta que lo de Butcher Babies indignifica porque se supone que la música es un ente artístico superior. Paparruchas.  Cabe decir que pese a que la banda fue comedida en Barcelona (las faldas y shorts bien, los escotes también, pero eso fue todo lo que mostraron) no cesaron los comentarios entre el público hablando de “joder, que buena está la morena” o “joder, como mi mujer vea las fotos que estoy haciendo con el móvil me la va a liar” además del consabido “joder, como le daba”. Y ellas, que no son tontas, explotan lo que tienen tal y como deben. ¿Por qué no hacerlo?

Al final, por motivos musicales o físicos, al final del concierto, las cien personas que poblaban el Razzmatazz 3 estaban volcadas en Butcher Babies. Es más, Heidi Shepherd acabó lanzándose a cantar entre el público el último tema, “Axe Wound”. No cabe duda de que tienen un buen temario bajo el brazo y el concierto se aguanta por si solo con las canciones. Pero el hecho diferencial es el que es y eso no se puede ignorar, seamos sensatos.

Temas como “Magnolia Blvd” , “I Smell a Massacre” o “Jesus Needs More Babies for his War Machine” discurrieron enérgicamente a lo largo de una hora escasa de concierto, pero es lo que hay con una banda que apenas está empezando. El público les arropó y Heidi y Carla estaban exultantes al final del show, sonriendo aleladas ante la experiencia que acababan de vivir.

Un buen show en una noche de lunes del que esperaba lo justo y me ofreció mucho más. Veamos como se van desarrollando.

Promotor:Happy Ending

Día:2014-02-24

Hora:22:00

Sala:Razzmatazz 3

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8