THERION + GRAVE DIGGER + SABATON

Los días finales del mes de Enero no son a priori días que destaquen por absolutamente nada. Quizá el atracón de semanas anteriores queda ya definitivamente enterrado en la memoria, y cada uno de los mortales vuelve a la inevitable rutina de lo habitual. En el horizonte, eso sí, planeaba esta vez la estela de una gran velada que prometía ser mítica. Y finalmente había llegado la hora.Frío invernal en la capital del reino con un viento que no hacía sino acrecentar esa sensación de frialdad que no suele ser muy bienvenida cuando se trata de esperar la hora de comienzo de un concierto. Decenas de seguidores se agolpaban en la puerta del teatro/discoteca Joy Slava para presenciar una noche rica en diversidad y sonidos potentes. Ni más ni menos que los suecos THERION pisarían tierras madrileñas tras intentos fallidos en el pasado. Y como banda invitada, otros consagrados del Heavy Metal germano: GRAVE DIGGER. La mezcla sonaba explosiva, y la inclusión de SABATON decantó la balanza hacia el lado del Heavy Metal.

Los casos fueron variopintos si analizamos el tipo de público asistente aquella tarde de viernes: desde gente que iba exclusivamente a ver a GRAVE DIGGER y que arrancaron algún que otro bostezo durante la actuación de THERION; público que disfrutó con los alemanes y que luego quedó muy sorprendida con los suecos; y personas que, por mucho y diferente que le eches, disfruta con todo aquello que suena a metal y a guitarras aguerridas. Y como se suele decir en terminología matemática, el orden de los factores no altera el producto; con lo que cualquier tipo de combinación diferente sería aplicable en este caso. De cualquier manera, los vencedores de la noche deben ser THERION, que pese a tener a su favor el hecho de encabeza de cartel, dieron una actuación sublime que superó por puntos a la ofrecida en Bergara un par de años atrás.Parece impensable que se diera una situación como la que tuvimos que manejar en los instantes previos del concierto.

Pese a estar con treinta minutos de antelación en las inmediaciones de la sala, no pudimos entrar al local hasta el final de la actuación de los suecos SABATON. Una pena, ya que habría sido de recibo traeros algunas impresiones acerca de esta joven banda escandinava. En lugar de presenciar su actuación, nos vimos relegados a ver cómo los rubios músicos se acomodaban en el más alto de los anfiteatros del recinto y miraban con cara de sueño el resto de las actuaciones, acompañados por el séquito femenino de su equipo y bien bañados en tercios de cerveza. Esperemos poder resarcirnos de esta ausencia forzosa en próximas actuaciones del quinteto.

Los segundos en discordia serían los alemanes GRAVE DIGGER. El paisaje de la sala comenzaba a tomar color y el foso central ya presentaba un aspecto realmente bueno, pese a la hora temprana asignada a la banda de Chris Boltendahl. Fue también curioso comprobar el cambio experimentado por el clásico vocalista teutón. De un anorak de Gore-Tex y unos vaqueros azules de antes del concierto, había pasado a lucir los clásicos pantalones ajustados, las ropas oscuras y los eternos guantes de cuero que siempre acompañan al bueno de Chris. La banda está cosechando un éxito importante con su trabajo “Liberty Of Death", álbum perteneciente a la segunda parte de la trilogía “Rheingold”. Dudo mucho que una gran parte de los asistentes no se hubiera cruzado con la banda en anteriores visitas a nuestro país. Tras haber sido testigo de varias descargas de GRAVE DIGGER, debo decir que este quinteto, practicante del metal más tradicional y fiel a las raíces del Heavy de hace un par de décadas, sigue levantando pasiones entre el respetable. Más si se trata de los clásicos pasados, de toda la vida, que han ensalzado a GRAVE DIGGER. Dígase “Rebellion (The Clans Are Marching)” o “Heavy Metal Breakdown”. Y es que con este ultimo tema, la banda lleva metalizando a Europa y al mundo desde 1984. Ha llovido un poco desde entonces…

Bajo un enorme telón con la portada de su nuevo álbum y sendas banderas que flanqueaban el escenario, los músicos tomaban posiciones. No hubo desfile del teclista encarnado a la muerte esta vez; pero es que el tema en abrir la traca de los alemanes fue “Liberty Of Death”. El sonido fue ganando enteros durante el desarrollo de la actuación, y fue así como “”The Dark Of The Sun” y sobre todo “Excalibur” fueron metiendo al público en el hechizo de los “sepultureros”. Cada cual en la banda tiene un rol bien asignado. Chris es el frontman con mayúsculas, Manni es el encargado de añadir esa mezcla de técnica y distorsión con su guitarra y Stefan Arnold golpea la batería disfrutando con su labor. Había que ver las caras de los músicos, realmente concentrados. Quizá Chris estuvo algo más serio que de costumbre y algo más desganado que en otras venidas como cabeza de cartel; sin ir más lejos, la que les trajo con sus compatriotas BRAINSTORM, cuyo recital tuvo lugar en la antigua sala Arena.

Otros temas como “Valhalla” o “Silent Revolution” o “Knights of Teh Cross” fueron cayendo, con un Boltendahl que parecía clamar al cielo pidiendo el apoyo del público, brazo en alto. Por lo demás, sobriedad, actitud germana y mucho Heavy Metal. Ni que decir tiene que una versión más larga de lo normal del tema “Heavy Metal Breakdown” cerró el show entre aplausos. Lo dicho, GRAVE DIGGER.

Liberty Or Death
The Dark Of The Sun
Excalibur
Lionheart
The Round Table
Raven
Highland Tears
Morgana Lefay
Silent Revolution
Knights Of The Cross
Rebellion
The Last Supper
Heavy Metal Breakdown

Comenzaba el trasiego de técnicos, personal del equipo de las bandas y demás miembros de la organización que se afanaban en preparar cuidadosamente un escenario, que desde nada más anunciar el cambio de local de la fecha madrileña, planteaba muchas incógnitas acerca de la distribución y comodidad de los músicos. Finalmente ocurrió lo que suele pasar en estos casos. El apaño se hizo con los medios disponibles y cada cual tomó posiciones donde buenamente pudo. Nuevo telón de fondo -realmente feo, en tonos blancos y emulando a una vidriera neoclásica – colgando desde lo más alto del escenario y todo listo para el comienzo de la actuación de THERION.

A lo largo de sus años de trayectoria he podido compartir impresiones con mucha gente seguidora de la banda. Los hay que fueron apasionados de su época deathmetalera y que luego fueron alejándose del combo sueco en busca de sonidos más agresivos; otros siempre han estado fascinados por las orquestaciones y la manera de idear música que posee Christofer Johnsson; y un tercer grupo, cuya devoción es fruto de los matices heavies, sinfónicos y operísticos con tintes oscuros surgidos en la música de la banda a lo largo de su última etapa. Si bien muchos de los que conforman los dos primeros sectores ya habían presenciado un show de THERION previamente, ya sea en Wacken con la orquesta al completo o en el extranjero en la década de los 90’s, fuimos bastantes los que pese a seguir la trayectoria de la banda desde hace años, no tuvimos esas oportunidades y nos desplazamos hasta Bergara en el 2004 para ver la gira que les trajo con TRAIL OF TEARS y TRISTANIA. Si creímos en aquella ocasión que vimos un concierto excelente y que el desplazamiento valió la pena, creo que es pertinente destacar de nuevo la actuación dentro del marco de la gira de presentación de “Gothic Kabbalah”. Con apenas un par de escuchas del álbum en mi cabeza, no fue difícil engancharse a la actuación de los de Estocolmo, que tiraron de una mezcla de temas de la última década de la banda.

Los datos de balance de la gira, parecen apuntar a que cerca de mil personas se dieron cita en la sala Joy Slava. No se si tantas, pero desde luego todos los anfiteatros estaban repletos y allí parecía no caber un alfiler. De momento, siempre he tenido ocasión de ver la sala llena prácticamente en su totalidad. Pero no quiero pensar cómo sería un ambiente desangelado en tanto palco y antepalco. Atentos a próxima visita de HAMMERFALL.

THERION tienen muy bien aprendido lo que deben hacer en cada momento. La profesionalidad es increíble, desde el primer al último componente de la expedición de gira. Y es que allí nadie pierde un momento. Sin ir más lejos el manager había desplegado una oficina improvisada en los camerinos de la sala, y se afanaba en completar algunas gestiones, impresora en ristre.

En lo musical, que es lo que nos ocupa, la presencia escénica de la banda fue abrumadora, en parte por las reducidas dimensiones del escenario, en parte por el gran número de músicos que forman parte de THERION. Ya no hay coro, no. Pero en su lugar tenemos a cuatro cantantes que dan una nueva vuelta de tuerca al concepto de la formación. Es cierto que a Mats Leven se le ve con una intención de protagonismo mayor que la del resto de vocalistas, con ese estilo grandilocuente y con esa manera suya tan característica de cantar, partes altas y agudas incluidas. Pero en la sombra, el que manda es Christopher, y él sabe qué movimiento de fichas son los adecuados para el próspero devenir de la banda. O al menos es la sensación de respeto que impone. Así que esta vez, su idea ha sido la de incluir a dos vocalistas soprano en la gira, y es así como Karin Fjellander y Lori Lewis se han embarcado en la aventura, con excelente resultado, fundamentado en parte por la adicional incorporación de Snowy Shaw en este tour de 2007.

La banda ha sumado puntos en teatralidad y espectacularidad. El movimiento hace mucho, y el constante ir y venir de músicos reclama la atención del público en todo momento. Las artimañas empleadas: confrontaciones entre vocalistas, colocación estratégica de músicos en el escenario, peregrinajes con banderas negras, lectura simbólica de libros manuscritos durante la interpretación de algunos temas y una peculiar adaptación de recursos de toda la vida, dígase interludios con percusión y ritmos pegadizos. Un show en toda regla, bien decorado con candelabros y con un juego de luces supremo.

El concierto comenzó con el tema introductorio de “Gothic Kabbalah”. “Mitternacht Löwe“ ponía las cartas sobre la mesa y presagiaba una noche gloriosa. El sonido era ciertamente bueno, eso sí, algo bajo de volumen. A partir de aquí, comenzaba la representación que hemos comentado previamente. Los artistas estaban caracterizados con un atuendo a medio camino entre los ropajes de época y los medievales. Y el público estaba realmente desatado, coreando cada uno de los temas interpretados.

La inclusión de tantos temas recientes dejó en el tintero alguna que otra pieza imprescindible en la carrera de THERION. Aún así, temas como “Rise Of Sodom And Gomorrah ”. “To Mega Therion” o “Deggial” estuvieron presentes en el set-list.

La alternancia de personajes sobre el escenario era incesante. Y si bien podíamos ver a un espatarrado Mats Leven sobre las tablas volcado sobre el público y empuñado el pie de micro, acto siguiente éste tomaba la posición trasera y se colocaba la cinta de su guitarra sobre el hombro. Lo mismo ocurría con las vocalistas femeninas, que pasaban de tener una presencia primaria sobre la alfombra roja desplegada al pie del set de batería a desparecer del escenario.

La guinda de la actuación la puso la versión de “Thor The Powerhead” de MANOWAR. Nada que a estas alturas haya podido pasar desapercibido para la audiencia. Y de esta manera THERION llegaron, se metieron al público en el bolsillo y salieron triunfantes para la mayor parte del público, valga la diversidad de opiniones dependiendo de los gustos personales que hicieron movilizarse a distintas facciones de la parroquia metalera. Mientras la comunión exista y este tipo de mezclas sirva para traer grandes bandas a nuestro país, no va mal la cosa.