Desparrame total y gran despedida para una noche de… ¡martes! Esta gente nunca falla y su oferta sigue siendo tan vigente y atractiva como antaño. Va a ser imposible volver a repetir el éxito de sus dos primeros discos, pero tanto da. Siguen siendo espectaculares.

¿Hay alguna banda de hard rock inglés más fiable, constante y adictiva que los Quireboys? Hasta cierto punto comparables con Saxon o Kreator, pues ya sabes lo que van a hacer… casi siempre lo mismo, pero nunca te van a defraudar. Esta vez tocaba defender su nuevo “Black Eyed Sons”, y lo hicieron de fábula, sin dejarse en el tintero esos temas clásicos que son su santo y seña. Como suele pasar últimamente, en un abarrotadísimo Apolo 2, y ofreciendo cantidad de merchandising a precios razonables. Supongo que la mayoría sabréis el bombazo que supuso su primer disco en 1990, lanzando un material explosivo que si lo hubiese grabado Guns N’ Roses sería ya patrimonio mundial. Pero ellos siempre fueron a lo suyo, más de la escuela inglesa, con los Faces como modelo y a los Dogs D’amour como objetivo. Spike sigue siendo la estrella indiscutible, demostrando que nadie canta como él. La voz más rota de la escena rock y el tío con más glamour que muchos conocemos.

Gracioso fue cuando el tour manager les presentó sobre las tablas con un español funcional pero sumamente divertido. Se prendió la mecha con “Troublemaker (Black Eyed Son)” y la fiesta empezó puntualmente. “Too Much of a Good Thing” evidenciando un par de cosas: Una: que su nuevo disco merece la pena; y dos: que había problemas de sonido en el micro de Spike. Pidió que se lo cambiaran a pesar de que no sería el único problema con el que le tocaría lidiar esa noche. Tras la mágica “Misled” le cayó estrepitosamente del pie de micro y el bueno de Spike tuvo que falcarlo con cinta adhesiva. La banda se lo tomó con humor y su líder por un momento tuvo que dejar su copa, siempre pegada a su mano. Impresionante el nivel instrumental de estos tipos, metiendo casi todos coros y dotando su groove con ese teclado preciosista por parte de Keith Weir. Bailoteos constantes, mucho glam, actitud y sobretodo diversión. Enormes en la interpretación de “There She Goes Again” (con toda la sala cantando) y en una de sus baladas más emblemáticas: “Roses and Rings”.

Spike regaló a las primeras filas su rosa de solapa y metió la gamba al decirnos que era una fantástica noche de lunes (era martes). Repitió el gazapo por segunda vez y a la tercera ya nos habló de miércoles… La cadencia de “This Is Rock ‘N’ Roll” fue inigualable. Contrastó la tremenda fuerza de ese corte con el precioso medio tiempo “Mona Lisa Smiled”. A estas alturas ya todo un clásico del grupo. Grande también la más oscura “Whippin’ Boy”, muy coreada, pero sería “I Don’t Love You Anymore” la que más cantaría la gente. Tremendamente emotiva y sentida por todos, con ese estribillo mágico. Spike siguió bailoteando a su estilo y el grupo intercambiaba posiciones haciendo incluso cantar a su tímido bajista. ¡Gran voz! Y eso que no se prodigó casi en los coros. Quedaban las joyas de la corona y “Hey You” fue uno de los momentazos del bolo. Siempre funciona. Puro hard rock de corte inglés, tan infeccioso como pegadizo.

Tocaba indagar un poco en su nuevo material y vino de la mano de dos muy buenas composiciones: “Stubborn Kinda Heart”, muy cortita pero intensa y “Beautiful Curse”, con un aire western. Y antes de los bises dos clasicazos como son “Sweet Mary Ann” y la celebérrima “7 O’Clock”. Toda la sala bailando y un grupo entregado y disfrutando del momento. Unos minutos para recuperar fuerzas y para que su simpático y políglota tour manager volviera para demostrar que habla castellano y catalán. Divertido pupurrí de frases típicas en ambos idiomas para que el grupo saliera otra vez. Los dos bises se abrieron curiosamente con “I Love this Dirty Town”, algo más corta que la última vez, y otro de sus grandes pelotazos: “Sex Party”. Desparrame total y gran despedida para una noche de… ¡martes! Esta gente nunca falla y su oferta sigue siendo tan vigente y atractiva como antaño. Va a ser imposible volver a repetir el éxito de sus dos primeros discos, pero tanto da. Siguen siendo espectaculares. Este año van a estar en todos los festivales veraniegos importantes para demostrar que su infeccioso hard rock sleazy es imbatible.

Promotor:Silvertrack

Día:2015-01-13

Hora:21:30

Sala:Apolo 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8