No había llovido mucho desde su última venida a estas tierras, pero la verdad es que los echábamos mucho de menos. Los Quireboys son una de esas bandas que gustan a todo aquél que se acerque a su música, y si uno indaga en sus discos termina por ser fan acérrimo de los de Newcastle. Poseen un repertorio espectacular, muchísima clase y un cantante increíble. Spike sigue derrochando glamur y muchas dosis de feeling, mostrando esa particular voz quebrada, inseparable del rimel de sus ojos y de su pañuelo pirata. Definitivamente es un icono del rock. La sala 2 del Apolo se llenó hasta casi la bandera. Es la vez que les he visto con más público, y este estuvo sumamente participativo y entregado. Ese derroche de felicidad colectiva llevó a la banda en volandas y les contagió. Les vimos felices y disfrutando de su show. Empezaron ya pasadas las nueve de la noche y tributando al gran maestro Muddy Waters con “Hoochie Coochie Man”. Existe una grabación de ese tema en el single de “Hey You”. Gran versión y tremenda ovación que tendría continuidad con “Misled” y la contagiosa “Cmon”. Guy Griffin y Paul Guerin estuvieron perfectos a las guitarras, pero una de las cloaves de su sonido es el irlandés Keith Weir a los teclados, dando ese toque característico, casi tan vital como la voz de Spike. Espectaculares “There She Goes Again” y “Tramps and Thieves”, haciendo que el público coreara y aplaudiera en todo momento. Resalto otra vez esa comunión mágica entre el respetable y la banda. Cuando eso sucede los conciertos tienen ese algo especial. “Mona Lisa Smiled” es una maravilla, la demostración de que tras tantyos años de carrera el combo sigue siendo capaz de firmar de su puño y letra clásicos inmortales. “I Love This Dirty Town” la presentó digrigiéndose a Barcelona como ciudad. Spike estuvo simpático, como siempre, combinando sus meneos y bailecitos siempre con una sonrisa dibujada y con ese clavel rojo en la solapa. “Ode to You (Baby Just Walk)” y “Lorraine Lorraine” precedieron a una de las sorpresas de la velada: “Searching”, uno de esos temas que han quedado algo olvidados y que se han decidido a recuperar. “The Finer Stuff” y “This Is Rock and Roll” demuetran que son ya nuevos clásicos. Coreo masivo y un Spike que dedicó esta última a Sir Bobby Robson, entrenador, ya fallecido, del Barça y del Newcastle, su equipo de fútbol de toda la vida. La recta final estaba próxima e iban a caer todas las bombas esperadas. “Hey You” fue uno de los momentos más brillantes del show. Posiblemente el mejor estribillo que hayan compuesto en toda su carrera. “Whippin Boy” y “Sweet Mary Ann” bajaron las revoluciones pero no la intensidad. Otros grandes clásicos infaltables a su cita. La fiesta y el desparrame llegaron con la inmortal “Seven Oclock”, y ya con todo el público botando. Era imposible supoerar ese momento, así que calmaron el ambiente con la balada “I Dont Love You Anymore”, sumamente intensa y con un Spike que era el feeling personificado. El cierre lo puso otra fiesta sónica y contagiosa: “Sex Party”. Posiblemente sea la vez que mejor he visto a los chicos del coro, con más entrega, más felices, con un repertorio más equilibrado y con una comunión perfecta entre público y banda. Siguen conservando todo su atractivo a pesar de que su disco debut cumple ahora 20 años desde su aparición. Son una fiesta absoluta y es puro rock and roll, contagioso y directo. Son capaces de llenar el escenario con su sola presencia y si el sonido acompaña pueden llegar a desprender magia. Espectacular noche de sábado de manos de una banda que sigue manteniendo un nivel excepcional.

Jordi Zelig Tàrrega

Promotor:Silvertrack

Asistentes:250

Día:30/04/2011

Sala:Apolo 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9