THE QUIREBOYS

Los de Newcastle son una de esas bandes sumamente especiales. Tocaron el cielo con su aclamado “A Bit of What You Fancy” y hasta despertaron la atención de Sharon Osbourne. Sus posteriores discos nunca llegaron al nivel de su ópera prima, pero no por ello son obras menores. La voz de Spike en la pura tradición The Faces-Rod Stewart les hace diferentes a todo y su groove de rock clásico y macarra es absolutamente inconfundible. Vienen muy regularmente, y la verdad es que esta vez la sala estaba bastante más llena que en sus tres anteriores visitas. Había ganas de verles pues siempre cumplen. Nunca defraudan. No había teloneros, como viene siendo habitual, y disfrutaron de poder hacer un show como cabezas de cartel, ya que han estado girando con Saxon.

El piano de Keith Weir empezó a sonar a la vez que el grupo iba poblando la escena. Cómo no, Spike era el último en aparecer para entonar “Tramps and Thieves”, un corte muy definitorio de su estilo. El sonido acompañó y la banda lució una gran sonrisa. Pronto dejó patente Spike su amor por el mejor club de fútbol del mundo: el Newcastle. La broma recurrente con el Barça cae cada año… “There She Goes Again” y “Misled” fueron las siguientes. Grandísima actuación de Guy Griffin y Paul Guerin a las seis cuerdas. Su material es puro feeling y los contoneos de la gente fueron constantes. Spike siempre luce un vaso lleno y sus bromas recurrentes al alcohol son una constante. Sabe como ganarse al público, y lo hace con mucha clase. “Too Much of a Good Thing” antecedió a uno de los momentos de la noche: la balada “Roses and Rings”. Muy coreada y bien recibida. La verdad es que todos los medios tiempos y baladas quedan de fábula con esa voz rota.

Empalmaron la oscura “Whippin Boy” con un tema que ya es un nuevo clásico: “Mona Lisa Smiled”. Imposible no quedar prendado por esta bonita tonada. La sala coreó ese precioso estribillo. Luego cayó otra de las que poco a poco se han ganado el sitio en el setlist. La portentosa y contundente “This is Rock and Roll” del disco homónimo. Mucha energía y ya con la sala entregada. Empezaba pues ya la recta final con los clásicos imperecederos. “Hey You” era la elegida. Coreo masivo y cervezas arriba para cantar ese clásico imperecedero. La sorpresa llegó de la mano de “Mother Mary”. Corte que vendrá con su próximo disco, el cual verá la luz en junio. Una balada con unas guitarras muy marcadas y que sigue la tradición del combo inglés. Parece que el grupo sigue mostrando unas muy buenas cartas en estudio. La siguiente era otra imprescindible. Nada más y nada menos que “Sweet Mary Ann”, bien apoyado por el público con ese estribillo que da tanto juego en directo.Y tras ella Spike nos preguntó que hora era. Rugió la sala pues no podía ser otra que “7 O’Clock” (Time for the party…). El gran clásico lució como siempre.

Había pasado poco más de una hora y tampoco habría mucho tiempo más. Sólo dos cortes para los bises, aunque sí que convencieron. Primero la balada lacrimógena “I Dont Love You Anymore” de su disco debut. Muy solemne y con el público muy participativo. La siguiente estaba cantada: “Sex Party”. Ese trallazo de hard rock sucio, macarra y sleazy. No hubo tiempo para más. Pronto se encendieron las luces y se abrieron las puertas. Spike recordó a su buen amigo Tyla y él y sus compañeros ofrecieron un gran directo. Saben que el público quiere su material antiguo y nos dan justamente lo que queremos. Tienen el gusto de ir cambiando algunos temas, pero en general uno ya sabe lo que va a sonar. A ver si su próxima obra ofrece algo de carne fresca… creo que el grupo necesita ver cómo les funciona el material de nueva factura.