Lo he dicho en cada edición (2014, 2015) y lo diré todas las veces que haga falta: mientras el Be Prog! My Friend exista, para mí ese será el mejor día del año. Lo exquisito del cartel, lo familiar del emplazamiento y lo encantador de la organización hace que, para mí, este festival sea una de las mejores experiencias de conciertos que se puedan vivir hoy día en Europa. Con tan sólo dos bandas a día de hoy confirmadas para su tercera edición (Between the Buried and Me y Anneke Van Giersbergen) y diez hormigoneras cargadas de hype para todos los que seguimos el minucioso proceso de confección del cartel, la opción de poder disfrutar de una versión en miniatura del festival mientras tanto se hacía irresistiblemente atractiva.

Ubicado en la Sala Apolo, uno de los mejores recintos de conciertos de Barcelona que además ya se ha confirmado como escenario que abrirá la experiencia Be Prog de 2016 con cuatro bandas el día previo a las actuaciones en el Poble Espanyol, el Madness Day nacía dada la impetuosa necesidad de Madness Live de traernos siempre las giras y bandas más frescas del panorama, incluso cuando las fechas se complican. Con tan sólo un hueco para la península en el monumental tour de Mono, Sólstafir y The Ocean por Europa y coincidiendo con las fechas españolas de Riverside, decidieron aunar ambas propuestas y ofrecer este espectáculo sin parangón en una cita única, destinada a ser una de las veladas más memorables del año.

Pero cuando se construye un cartel tan elaborado y de semejante factura se corren ciertos riesgos, riesgos que ML asumen poniendo las castañas en el fuego por nosotros. Y es que por un cartel con cuatro bandas de primerísimo nivel (y dos teloneros) interpretando shows completos, 40€ es un precio mucho más que razonable, pero todos sabemos que la sobresaturación musical en temporada alta es un dilema muy presente en ciudades como la nuestra. Quizá esta sea la única explicación de que semejante cartel de ensueño contase con poco más de 400 asistentes a la hora de la verdad, sumada a que tal vez el público de bandas como Riverside por un lado y Mono por el otro no se sientan lo suficientemente atraídos por el resto del cartel como para desembolsar esa cantidad. Sea como sea, se trata de una auténtica lástima, y desde aquí animamos por un lado a la promotora a seguir propulsando estos eventos tan eclécticos y especiales (donde nadie les gana) y por otro al público a dejar de lado sus prejuicios y a confiar en el criterio de gente que está intentando aunar varias facetas de la música progresiva, todas maravillosas, en una misma lona.

Con la elegante Siderian sonando salían al escenario The Ocean, la primera banda de la tarde que disponía de tiempo para tocar un show completo. Tras la buena prensa que tuvo su anterior visita a la ciudad, entonces acompañados por los excelsos Shining (quienes francamente serían un buen fichaje para ese cartel del Be Prog! 2016…), los germanos volvían a Barcelona con su line-up expandido, habiendo incluido a un teclista y una violoncelista que ayudaban a interpretar, con la máxima fidelidad al sonido de estudio, las barrocas líneas de temas como «Let Them Believe» o «Untimely Meditations». Desbordante energía y presencia escénica, pulidísimo groove, impecables ejecuciones, brillante sonido y juego de luces… está más que claro que el directo de esta banda está estudiado al milímetro, y pese a ser la propuesta más dura del día estoy convencido de que se ganaron el respeto y el aplauso de incluso los más tradicionalistas. Cuando una banda es capaz de dar espectáculos así quiere decir que la cantidad de trabajo detrás es totalmente inmensa. Bravo por ellos.

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Sólstafir

Mucho menos perfectos a nivel formal pero con una pasión y conexión con el público simplemente descomunal, Sólstafir regresaban a nuestro país por todo lo alto después de aquel intimísimo show en Razz 3 que agotó entradas hace tan sólo un año. Si en aquella ocasión para muchos dejaron un sabor agridulce, en Apolo no hubo duda: el año que ha transcurrido entre estas dos actuaciones ha supuesto una mejora brutal para los islandeses sobre el escenario. Solucionado el enorme problema rítmico que acaecía a la banda por la incompetencia de su anterior batería, las canciones sonaron fluidas y con mucho groove, algo indispensable para conseguir entrar en el show y vivir al 100% la experiencia catártica que tan bien sabe canalizar un frontman como Addi. Atronadores y brutalmente conmovedores, nos deleitaron con una perfecta mezcla de temas de sus últimos tres discos, incluyendo tanto algunos de los que no pudimos disfrutar el año pasado como Pale Rider o Ljós í Stormi como indispensables de la talla de Fjara u Ótta, una vez más estelada en mano para reivindicar su apoyo político al movimiento independentista catalán. Con las luces como único apartado a mejorar, se llevaron de calle el mérito a mejor actuación de la velada.

Cerrando el tridente de una de las giras estrella de NMC Live de este año teníamos a Mono, legendario conjunto japonés de post-rock que bien es conocido por lo inmersivo de sus directos. Teniendo en cuenta las altísimas expectativas creadas por aquellos que acudieron a su espectáculo precisamente en la sala pequeña de Apolo tan sólo seis meses antes, duele decir que probablemente el evento que hoy nos ocupa no nos ofreció el momento idóneo para disfrutar de la música de este enorme cuarteto. Después de los demoledores shows de The Ocean y Sólstafir, cargados de potencia, las delicadas atmósferas y prolongados crescendos de Mono quedaron faltos de músculo para un público que venía de dos espectáculos con una pronunciada intensidad física. La ejecución y sentimiento de temas como Ashes in the Snow o Halcyon (Beautiful Days) fue indiscutiblemente brillante, pero sencillamente no era el momento adecuado y muchos tuvimos grandes problemas para conseguir entrar en su propuesta en un momento así. Una lástima que la sala se vaciase considerablemente durante su actuación, esperamos que puedan regresar pronto en un formato mucho más favorable para su indudable magia.

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Mono

Cerrando el evento y actuando como cabezas de cartel, los polacos Riverside venían a presentar el que probablemente sea uno de sus mejores álbumes hasta la fecha: el impecable Fear, Love and the Time Machine. O al menos eso era lo que nosotros pensábamos. Con un repertorio prácticamente calcado (simplemente ampliado) al de su actuación en el Poble Espanyol este verano, aquellos que esperábamos poder disfrutar de un buen puñado de nuevos temas nos quedamos enormemente decepcionados por un set en el que apenas tuvieron cabida tres canciones del mismo, dando mucho más protagonismo a su trabajo anterior del cual no sólo interpretaron un tema más, sino del que además cayó una pieza de 13 minutos. No entendemos el por qué de un movimiento tan cobarde, y sinceramente, esperamos que se tratase de que apenas hayan tenido tiempo para preparar más canciones nuevas. Porque si no fuese así, nada podría justificar el hecho de que una banda tan joven se abstenga de seguir presentando una cantidad decente de material nuevo, nada podría defender el hecho de que no hubiese Caterpillar and the Barbed Wire, ni Time Travellers, ni #Addicted, ni Towards the Blue Horizon, pero sí esas Escalator Shrine o The Depth of Self-Delusion que ya protagonizaron ampliamente su gira anterior.

La posición de la banda frente a su último trabajo no fue lo único que jugó en detrimento del espectáculo, y es que el repertorio además fue planteado de un modo muy poco homogéneo, trazando una curva de intensidad claramente descendiente, descargando la mayor parte de la energía en la primera mitad del show y dejando para el segundo tramo unas We Got Used to Us o The Same River que sonaron francamente descafeinadas. Pese a todo lo mencionado, sería un error catalogar la actuación como mal concierto, porque evidentemente no lo fue: la banda se encuentra en un punto excelente de su carrera, donde suenan como nunca, tocan mejor que nadie y han planteado un espectáculo visual personal y efectivo… pero simplemente las expectativas estaban demasiado altas para un show que sólo fue la mitad de brillante de lo que podía haber sido. Esperamos que vuelvan a girar para, esta vez sí, presentar ese material que sin duda los va a coronar en lo más alto de las listas de mejores álbumes prog de 2015.

iMago[mei]

Riverside

Fotos: Imago Mei

Promotor:Madness Live

Día:2015-11-01

Hora:16:30

Sala:Sala Apolo

Ciudad:Barcelona

Teloneros:The Sixxis, Lion Shepherd

Puntuación:8