THE CULT + GUN
Noche mágica en Barcelona para ver un doble cartel excepcional formado por los escoceses Gun y las leyendas The Cult. Muchas ganas había de ver a ambas formaciones pues pronto se llenó la mayor de las Razz a pesar de que la parte de arriba estaría cerrada. Uno se da cuenta en conciertos como este de el respeto y la tirada que posee la banda de Ian Astbury pues congregó a gente muy dispar y pudimos ver muchas y variadas camisetas de los Culto entre la gente. La zona de merchandising estaba en plena ebullición y eso que la última vez que les vimos en el Azkena fue un show descafeinado, monótono y su líder estuvo por otras cosas en vex de dejarnos patente lo enorme que es el legado de esta gente.
Puntuales a las 20 salieron los hermanos Gizzi con un excelente disco bajo el brazo. Dante no es Mark Rankin, pero es parte del grupo y siempre lo ha sido. El grupo salió con fiereza como lo hicieron en este último Azkena a ritmo de las nuevas “14 Stations” y “Butcher Man”, dos temas que poseen esa calidad y aura de los 90. Definitivamente vuelven a componer temas geniales. “Better Days” levantó a la gente que estaba algo parada hasta ese momento y saludaron a la capital catalana. Contento, Dante nos dijo que era el primer bolo de la gira en que conseguían vender un disco, titulado como el siguiente tema: “Break the Silence”, un corte que es todo un hit potencial. También lo es “Lost and Foud”, con un deje totalmente Guns N Roses. Y en la recta final cayeron las joyas de la corona haciendo que todo el mundo disfrutase de lo lindo: la genial versión de Cameo que les puso en el mapa “Word Up”, muy coreada, y ese single maravilloso: “Steal Your Fire”. Ese fue el momento de la noche con coreo masivo. Joolz y Pauli ponían caras de felicidad. Se despidieron con la hímnica “Shame On You” recordando que un día estuvieron telonenado a los Rolling Stones. A pesar de que muchos les pedimos la enorme “Dont Say Its Over” no pudo ser. Con las ganas nos quedamos. Siguen siendo una de las bandas más infravaloradas de la historia del rock. Verles es siempre un grato placer.
The Cult volvían a Barcelona también con un interesantísimo disco que eleva un poco el nivel respecto al anterior. Sobrios sobre escena aparecieron tras unos 20 minutos de pausa y con un Astbury ataviado con un abrigo con forro de borrego que daba calor sólo verlo. Fue alucinante comprobar que el tipo aguantó hasta el final con él y con sus inseparables gafas de sol. A ritmo de “Lil Devil” aparecieron y llenaron el escenario. Pura actitud y muchas ganas de gustar. “Honey from a Knive” evidenció que su última obra atrapa y “Rain” fue el primer éxtasis de la noche. Gran explosión de júbilo ante el clásico y una banda atronadora y compacta capaz de enamorar. La empalmaron con la célebre “Fire Woman”, única concesión al aclamado “Sonic Temple”. Enormes Billy Duffy a la guitarra y don Tempesta tras los parches.
La densidad de “Lucifer” nos atrapó a todos gracias a el trabajo de Duffy a las guitarras. En esos momentos la banda ya nos había convencido por completo con un Astbury muy centrado en lo suyo y con poca comunicación con el respetable. Cayeron “The Phoenix” y “Embers”, pero fue “Nirvana”, un tema del disco “Love” la que volvió a elevar la temperatura del local. El concierto fue muy dinámico y potente dejando claro que los Cult van sobrados de carisma. Ese peculiar sonido con reminiscencias góticas del post punk es una seña de identidad marca de la casa. La intensidad de la nueva “The Wolf” precedió a la aplastante “Wild Flower” en la que puños y saltos se repartieron por la sala. Sin lugar a dudas, uno de esos temas definitivos para el combo inglés. Y tras la colosal “Rise” (sigue siendo un tema fundamental), cayó “Fort he Animals” y la excepcional “She Sells Sanctuary”. En ella se abonaron a las posturas de rock star pero siempre consiguiendo emocionar y convencer,
Tras una cálida ovación saltaron otra vez a escena para atacar los bises, que empezaron con la oscura “Life – Death”, mostrando su cara más íntima. Tras “Spiritwalker” nos brindaron un gran fin de fiesta con “Love Removal Machine” y ese puro sonido The Cult. Enorme despedida para un concierto en el que hay que aplaudir el buen equilibrio del set list muy a pesar de la poca presencia de cortes del “Sonic Temple”. El grupo demostró que cuando se pone las pilas sigue estando a la altura de su leyenda. Pero Astbury es un tipo especial y en concierto es capaz de olvidarse de todo e irse por las ramas. No fue el caso, y Barcelona disfrutó de un grupo enorme y de un set de canciones para el recuerdo. The Cult es una banda muy especial y ayer fue una de esas veladas en las que no queda más que aplaudir y rezar para que cuando vuelvan repitan la intensidad y las ganas con las que tocaron.
Texto: Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos
Promotor:Rock N Rock
Asistentes:1700
Día:17/07/2012
Sala:Razzmatazz
Ciudad:Barcelona
Puntuación:9
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