Siempre es un placer disfrutar de una de las voces más angelicales de la escena metálica, y más si cabe con una banda tan espectacular como la que la acompaña. Ya en el pasado Metalway zaragozano disfrutamos de su buen hacer, pero esta vez poco o nada tuvo que ver aquel concierto con su show completo, ya sea para bien o para mal…

La sala estaba abarrotada, muy expectante, y se mostró muy entregada con los noruegos Aspera, que a pesar de sonar a la típica banda escandinava de power demostraron que en cuanto a tareas de composición y ejecución son más que profesionales. A pesar de ser unos perfectos desconocidos calaron entre la audiencia, y eso siempre se agradece.

Con diez minutos más tarde de la hora prevista saltó la banda al escenario de la que podemos destacar a Olver Holzwarth al bajo (Rhapsody y Blind Guardian), Max Lilja al cello (Apocalyptica), todo un valor seguro, y a Mike Terrana, el espectacular baterista y mercenario de lujo. “Enough” y “My Little Phoenix” quedarían preciosas, pero ya en el tercer envite caería la inesperada “Shes My Sin”, todo un regalo para sus muchos fans de Nightwish.

El griterío de las primeras filas evidenció la enorme presencia de sus fans féminas, auténticas devotas de la diva. Tarja fue de menos a más, su sola presencia llena el escenario y nunca falla un tono. Se la ve mucho más suelta sobre las tablas, con más desparpajo y actitud y como liberada del yugo y de la situación insostenible que vivió en sus últimos tiempos en la banda con la que se dio a conocer.

Tras “The Seer” y “Minor Heaven” se explayó con su peculiar castellano de influencia sudamericana. Lo habla correctamente y pidió perdón por no dominar, todavía, el catalán. Su amplia sonrisa lucía junto a sus impecables trajes a juego con sus micros de colores, esa clase de pijadas que nunca soportaron los miembros de su exbanda.

Uno de los grandes momentos sería ese single espectacular que es “I Walk Alone” en la que apareció vestida con el traje que lleva en la portada de su disco en solitario. Preguntó cuanta gente había estado en su concierto navideño de hace cuatro años y nos avisó que esa noche iba a ser todo muy diferente.

Tras algún que otro solo atacaría otro de los puntales del disco: “Lost Northern Star” y presentó la versión del “Poison” de Alice Cooper como un tema que a algunos gustaría pero a otros no. La verdad es que es plenamente consciente de que quizá no sea una versión muy conseguida, pero el público la disfrutó coreándola.

Seguiría con “Oasis”, presentó a la banda y atacaría la esperadaº “Nemo”, la verdad es que cuando ataca los temas de Nightwish llega a tocar la fibra sensible y la nostalgia llega a golpearnos fuerte, pues por muy bien que lo haga la Olzon nunca rozará la magia que alcanzaron Nightwish con Tarja en sus filas. Como era de esperar el solo de Terrana fue un festín de técnica, energía y malabarismos. Se agradece que en cada concierto varíe patrones y estructuras pues son muchos los bateristas que llevan años marcándose una y otra vez lo mismo. 

La gran sorpresa fue el bis que se marcó la Turunen en medio de la sala, al teclado y arropada por cello y guitarra. Lo que ya no fue tan bonito fue esperar unos largos 20 minutos a que se instalara y que mucha gente no pudiese ver con claridad su interpretación. Cayeron “Wisdom of Wind”, “Boy and the Ghost”, “Our Great Divide” y  “Calling Grace”. Sinceramente fue un bajón importante, por el tiempo transcurrido y por el exceso de medio tiempos y baladas.

Ya sobre escena se despediría con “If You Believe”, la maravillosa “Deep Silent Complete” y  “Die Alive”, tras hora y media larga de actuación. Los que esperaban “Wishmaster” o “Over the Hills and Far Away” quedarían algo decepcionados, pues sí que cayeron en el Metalway.

Parece que confía muy y mucho en su repertorio y eso es bueno y malo pues no todos sus temas alcanzan la brillantez deseada. Se encuentra más cómoda con los medios tiempos y baladas pero no debe olvidar que se dio a conocer gracias a temas puramente power metal, y son muchos los fans que esperan más material de ese calibre. Dejar en el tintero el material de Nightwish puede ser una salida adelante, pero de hecho la gente espera que se estire más con todo ese material, pues banda tiene para hacerlo sobradamente.

Sigue siendo un valor seguro y sus directos son elegantes y preciosistas. Ha rebajado su actitud de diva y pija, y se mostró cercana y accesible. Esperemos que su segundo disco supere con creces su correcto y algo irregular primer disco y que su estatus siga subiendo. Mantiene una notoria legión de fans a pesar que también debe lidiar con enfurecidas hordas de detractores. Por cierto, me sorprendió no ver ninguna camiseta de Nightwish en la sala. Definitivamente hay un respeto enorme por esta mujer…

Texto: Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos

Asistentes:400

Día:26/09/2009

Hora:20:00

Sala:Salamandra 1

Ciudad:L"Hospitalet

Teloneros:Aspera

Puntuación:7