Tankard vaciaron litros de cerveza en Barcelona: El mismo panorama de siempre, pero tan divertido y entretenido como de costumbre
Pese a sus 35 años de carrera, las visitas de TANKARD a nuestro país no son tan cuantiosas como podría parecer. Si bien es cierto que en los últimos tiempos han tocado bastante por aquí -esta era su cuarta visita a Barcelona en la última década- apenas los más viejos del lugar podrán recordar aquellas dos actuaciones que la banda germana dio por aquí a principios de los 90.
Pese a sus 35 años de carrera, las visitas de TANKARD a nuestro país no son tan cuantiosas como podría parecer. Si bien es cierto que en los últimos tiempos han tocado bastante por aquí -esta era su cuarta visita a Barcelona en la última década- apenas los más viejos del lugar podrán recordar aquellas dos actuaciones que la banda germana dio por aquí a principios de los 90. Hasta donde logro recordar, las 3 últimas actuaciones del grupo en Barcelona tuvieron una taquilla muy digna mientras que ésta que ahora nos ocupa presentaba una entrada muy pobre, no creo que fuésemos más de 200 o 300 personas en la sala, un Razzmatazz II acotado y en formato reducido.
Al no estar en la cresta de ola en cuanto a nuevas tendencias se refiere ni estar viviendo una segunda juventud en términos de popularidad, TANKARD a día de hoy apenas se limitan a congregar a un puñado de incondicionales y los típicos casuals o despistados que no tenían nada mejor que hacer en esa tarde de domingo y que optaron por venirse al bolo a beber cerveza esperando que sonase el “Empty Tankard” para pegar 4 botes. Con ese panorama, es realmente difícil llenar una sala de estas dimensiones.
Abriendo el show se encontraban los jóvenes BLAZE OUT que pese a empezar a despuntar recientemente, no poseen el tirón de CRISIX por ejemplo quienes imagino ayudaron bastante a la hora de vender entradas hace un par de años cuando la banda vino a Barcelona por última vez. Los catalanes venían presentando su reciente trabajo “Backlash” el cual repasaron en sus casi tres cuartos de hora de actuación. La banda se mostró muy motivada a sabiendas de la gran oportunidad que se les presentaba delante y de los galones que otorga telonear a una banda de la envergadura de TANKARD. Pese a contar con un sonido bastante deficiente -nada que ver con lo que veríamos y oiríamos con la banda germana- BLAZE OUT no pararon quietos e intentaron animar el cotarro a base de tablas, rodaje y buenos temas de Heavy Metal fresco y moderno con un deje Thrash muy del tipo principios de los 90 cuando el Groove mandaba más que la velocidad. De cara al tramo final de su actuación, la banda se marcó un medley de 10 minutos lo menos intercalando un sinfín de extractos de temas de METALLICA y IRON MAIDEN. Técnicamente hablando la cosa posee su gracia pues ser capaz de recordar 20 segundos de algo así como 25 canciones y tocarlos del tirón no debe ser nada fácil. Ahora, desaprovechar tanto tiempo de tu actuación en un escaparate tan bueno como lo es telonear a una banda del peso de TANKARD me parece poco acertado. Eso puedes hacerlo en tu show, pero si tienes 45 minutos para convencer a gente la mayoría de la cual probablemente ni te conoce, presenta tus mejores cartas y dale mayor protagonismo a tus temas, no tanto a los de otros. Una versión tiene un pase, 10 minutos con extractos de 25 temas me parece desmedido más allá de lo vacilón que pueda quedar y el nivel técnico que puedas demostrar. En cualquier caso, dejaron buen sabor de boca sobre todo entre la gente más joven que poblaba las primeras filas y parecía conocer al dedillo su repertorio.
Tras un cambio relativamente rápido, los teutones salieron al escenario a barrer desde el primer momento y dejar claro que pese a no ser a día de hoy una banda profesional en toda regla, poseen repertorio y presencia escénica para competir con quién se les ponga por delante.
Frank tiene aspecto de conductor de autobús o funcionario de bajo rango mientras que es sabido por todos que Gerre se dedica a cuidar de niños conflictivos. Olaf y Andy, por su parte, bien podrían pasar por turistas desmadrados vaciando jarras de cerveza en las Ramblas como si no hubiese mañana. No hay glamour alguno en TANKARD; todo se reduce a 4 colegas tocando Thrash Metal en sus merecidas vacaciones anuales cuando el trabajo se lo permite y de forma muy esporádica. E imagino que es ahí donde reside parte de su gracia y encanto, esa cercanía con el público de quién se considera igual que tú y no te mira desde un pedestal en lo alto de un escenario a sabiendas de que es una estrella del rock y tú un simple mierdecillas que tendrá que secarse las legañas en unas pocas horas para irse a currar. Como buenos germanos (de vacaciones), TANKARD se tiraron todo el concierto vaciando latas de Estrella a un ritmo vertiginoso. Gerre hacía gala de sus nuevos, recuperados y bondadosos michelines con una camiseta que no dejaba nada a la imaginación mientras que Frank incluso se iba sonando los mocos de tanto en cuanto. De nuevo, el Glamour brilla por su ausencia y es en ese entorno donde se produce la conexión perfecta, esa sensación de que estás viendo a una banda honesta que viene con un repertorio intachable a tocar y no a poner caras chulescas y forzadas de gilipollas ni a venderte la moto de que es un digno heredero de Tommy Lee cuando apenas puede ni pagar el recibo de la luz y toda conexión con el sector femenino esta noche será una llamada de tu novia. El mundillo del Rock está de capa caída y cada vez es más común ver una actitud forzada en todo esto, una actitud de rock star impuesta y poco creíble que en vez de surgir efecto suele producir el efecto contrario.
TANKARD abrieron por todo lo alto con dos de sus favoritas entre sus seguidores, “Zombie Attack” y “The Morning After”. Con semejante arranque, la partida está medio ganada ya. Le siguió “Fooled by your Guts” de su nuevo trabajo “R.I.B” que pese a tener 2 años de edad ya, todavía seguían presentando a falta de que se encierren en el estudio para darle continuidad. Con una sala entregada, sudorosa y en avanzado proceso de alcoholización, TANKARD prosiguieron desgranando viejos clásicos como “Maniac Forces”, “Freibier”, “Minds of the Moon” o “Chemical Invasion” con temas mucho más recientes en el tiempo pero igualmente clásicos ya (y demandados por su público) como “The Beauty and the Beast”, “Rules for Fools”, “Die with a Beer in your Hand” o “Rectifier” que se han ido haciendo un hueco en el setlist poco a poco y a día de hoy resultan imprescindibles. La banda disfruta en el escenario y contagia esa ilusión por pasar un buen rato, una ilusión propia de quién hace esto porque le gusta y no porque tiene unas facturas que pagar. Gerre saca a la chica de turno, se pega el bailoteo, mientras Andy y Frank no paran quietos de lado a lado del escenario ventilándose latas de cerveza una tras otra. El mismo panorama de siempre, pero tan divertido y entretenido como de costumbre. Tras hora y media de actuación, la banda se despide y vuelve para rematar la faena con la reciente “A Girl Called Cerveza” y las sempiternas “Alien” y “(Empty) Tankard” que como es de esperar, desatan la locura colectiva, incluso de aquellos que no habían apartado su mirada de la barra en ningún momento.
Se podrá tacharles de previsibles y repetitivos, pero es lo que hay y la gente cuando compra una entrada para ver a TANKARD ya sabe lo que se va a encontrar. Si algo gusta y funciona, ¿Para qué cambiarlo?.
Promotor:Madness Live Productions
Día:2017-03-05
Hora:20:00
Sala:Razmatazz II
Ciudad:Barcelona
Puntuación:8
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