SYMPHONY X + CIRCUS MAXIMUS + DREAMSCAPE
El fin de semana del 29 de Febrero y 1 de Marzo será recordado en Madrid como el de la locura metalera, aquel en el que, en tan solo 2 días, tuvieron cabida en sus salas conciertos tan importantes como los de MEGADETH y EVILE, la presentación del nuevo LP de los navarros KOMA o el que hoy nos ocupa…
El sector progresivo estaba de enhorabuena, y es que, tan solo unos meses después, volvían a la capital los SYMPHONY X de Russell Allen, Michael Romeo y compañía. El caso de los norteamericanos es un tanto curioso, y es que, hasta prácticamente el año 2001, ejercicio en el que tuvo lugar su descarga en el Rock Machina, su nombre pasaba prácticamente desapercibido por estos lares, y casi me atrevería a decir que era un grupo hasta desconocido. Aquel año las cosas comenzaron a cambiar, y desde entonces, los progresivos han seguido otra línea de evolución en cuanto al seguimiento recibido en España se refiere. Visitas posteriores como teloneros de STRATOVARIUS, con SUSPERIA o abriendo para DREAM THEATER, por citar algunas, no han hecho sino aumentar su popularidad, hasta el punto de poder decir a día de hoy que SYMPHONY X es una de las dos o tres bandas de metal progresivo mejor valoradas dentro de su estilo aquí, sin lugar a dudas. Como nos demuestran en cada visita, calidad no les falta para encabezar sus propias giras o para asumir el riesgo de actuar en la Riviera, una de las salas de más solera en la capital, como todos sabrán. Aún así, unas 650 personas, que teniendo en cuenta la aglomeración de conciertos ese fin de semana, durante el año en general y la multiplicación de festivales importantes que este año de forma especial nos asolará, no está nada mal. Además, SYMPHONY X no venían ni mucho menos solos. En un alarde de inteligencia y buen gusto, los de Allen habían logrado, mediante la elección de los dos grupos teloneros, añadir un valor añadido a la gira incalculable. Los noruegos CIRCUS MAXIMUS y los alemanes DREAMSCAPE, formaciones ambas como SYMPHONY X de metal progresivo, eran los encargados de abrir un concierto que cuanto menos prometía.
Atlético de Madrid – Barcelona en la rivera del Manzanares es, a día de hoy, sinónimo de colapsos varios. Por ello, la Riviera presentaba un aspecto un tanto desangelado cuando los germanos DREAMSCAPE hicieron acto de presencia sobre las tablas, momento que, lamentablemente, nuestros ojos no pudieron captar, ya que lo primero que vieron fue los dos últimos temas del grupo. Pese a su talentosa música, el grupo no deja de quedar para los más curiosos, y el desconocimiento por parte del público madrileño, como pudimos constatar, es prácticamente nulo a día de hoy. Una pena, porque cuanto menos en estudio la formación lo vale y mucho, pero eso es algo que intuyo que las cerca de 250 personas que podía haber dentro de la sala no creo que sepan apreciar valiéndose de la actuación que vieron, y de eso es principalmente culpable el mal sonido del que dispusieron. Entremezclado, poco claro, difuso…una pena como digo, ya que temas como “Deja Vu” o “Fed Up With” merecerían cuanto menos alguna escucha por parte del oyente. Esperemos que si los planetas se alinean y tenemos nuevamente la ocasión de poder disfrutar de su música en España, tengan más suerte. La merecen.
Poco más de media hora después, tiempo que duró la descarga de DREAMSCAPE, y tras los minutos de rigor, llegaba uno de los momentos que, confieso, creía no viviría nunca. ¡CIRCUS MAXIMUS en España! Los noruegos, autores de dos joyas como son “The 1st Chapter” y “Isolate”, pasan por ser una de las formaciones de metal progresivo mejor valoradas de la escena europea, aunque con todo y con eso, siguen siendo anónimos para la inmensa mayoría de metaleros. Supongo que será cuestión de tiempo, tiempo para dar a conocer su obra y tiempo también para que nos convenzan con actuaciones magistrales como la del sábado 1 de Marzo, de que las críticas que les ensalzan y los halagos que han recibido por sus discos tienen su fundamento.
Así que sobre las 20:05 horas saltaban a escena los noruegos CIRCUS MAXIMUS para regocijo del que suscribe, y lo hacían con “A Darkened Mind”, primer tema de “Isolate”, su encumbrado segundo y último disco de estudio, editado por Frontiers el pasado 2007. El sonido audiblemente mejorado con respecto al de sus antecesores aunque no perfecto, no enturbió una ejecución sublime de unos músicos, que en realidad no son virtuosos, pese lo que alguno pudiera pensar, pero lo que hacen, como se suele decir, lo hacen sumamente bien. Escénicamente poco activos, CIRCUS MAXIMUS captaron la atención de propios y extraños con unos temas realmente atractivos y con un show basado principalmente en su nuevo disco, como cabía esperar. Así, el segundo tema en caer fue “Abyss”, y el tercero en discordia “Wither”, como decía ambas de “Isolate”. En este caso, y teniendo en cuenta que el grupo aún no tiene gran calado aquí, daba igual que tocaran más de un disco u otro, pero a servidor, que sigue su carrera desde hace tiempo, le hubiera gustado, ya por aquellos derroteros, que hubieran metido alguna del primer disco un poco antes. En cualquier caso, me gustaría reseñar la labor vocal de Michael Eriksen, y es que si bien en estudio exhibe un espectro alucinante, en directo, en algunos pasajes, parece no querer alcanzar los tonos más altos de los temas, y a veces, solo a veces, llega, como mostrándonos que capacidad para cantar los temas originales tiene, pero que quizá por las altas exigencias de una gira y su inexperiencia, se reserva para afrontar con garantías el resto de compromisos. Con todo y con eso fue él uno de los músicos mejor acogidos de toda la noche, de modo que probablemente cuando se suelte y crezca como músico más aún, la gente le sacará a hombros de las salas.
Entretanto caía “Sin”, primer tema del primer disco, con un Eriksen soltándose y tratando de espolear a un público que por lo general contemplaba inexpresivo, con asombro, la actuación de los noruegos. Con “Arrival of Love” volvíamos a “Isolate”, y el balance de temas de ambos discos comenzaba a antojárseme un tanto descompensado, definitivamente. En cualquier caso eran CIRCUS MAXIMUS y se les perdonaba. Tras la pregunta de si estábamos vivos, trataban de despertarnos – a quienes se encontrasen dormidos – con “Alive”, gran acierto, ya que el tema, de “The 1st Chapter”, es uno de los temas que presumiblemente mejor funcionan en directo por su sencillez y gancho, como así fue. El final lo puso “Ultimate Sacrifice”, largo tema del último disco donde los halla, y el conglomerado de sensaciones que se me agolpaban me dividía en dos. Por un lado la sensación de oír en directo aquellos temas era altamente gratificante y de por sí tenía fuerza suficiente como para eclipsar lo demás. Pero por otro, no hubiera estado de más que hubiesen equilibrado el set list un poco mejor. Temas como “Why Am I Here?” deberían funcionar mucho mejor en directo que cualquiera de “Isolate”, y sin embargo ese tema en concreto no sonó. El hecho de haber oído “Glory of the Empire” hubiese sido una satisfacción demasiado personal, aunque revisando los repertorios de la gira, de unos 40 minutos de duración y muy variados todos ellos, podíamos esperar cualquier cosa, y dado que soñar no cuesta dinero…
Set List CIRCUS MAXIMUS
- A Darkened Mind
- Abyss
- Wither
- Sin
- Arrival of Love
- Alive
- Ultimate Sacrifice
Con el dulce regusto de una buena actuación por parte de los noruegos CIRCUS MAXIMUS, se procedía a la última puesta a punto de los instrumentos durante un breve periodo de unos 15 minutos. La rapidez en el cambio de equipo y pruebas entre conciertos es una aspecto que se agradece mucho, ahora bien, a juzgar por el sonido general de la noche no se si hubiera sido mejor haber empleado un poco más de tiempo… En cualquier caso sin casi espacio para impacientarse, entorno a las 21:20 horas ya estábamos escuchando el “Occulus ex Inferni” que precede a sus conciertos en esta gira. Acto seguido y frente al gigantesco telón con el dibujo de la portada de su último disco iban apareciendo uno a uno los de New Jersey para arrancar con “Set the World on Fire (Lie of Lies), primero de los varios temas de “Paradise Lost” que interpretarían. Hace ya varios meses que el disco salió y como decía al principio no es la primera vez que presentan el disco ante nuestro público, así que eso explica que por lo general los nuevos temas tuvieran una grandísima acogida. No obstante lo que intuíamos desde el principio se constataba con “Set the World on Fire”… ¡La guitarra de Michael Romeo no se oía! En partes concretas parecía que estuviese haciendo air guitar, ya que los solos ni se oían y los riffs había que intuirlos la mayoría de las veces. El problema, de altura, teniendo en cuenta el peso del virtuoso en la música de SYMPHONY X, no terminaría de solucionarse con el paso de los temas, y ahí residiría la principal pega de un concierto que salvo eso, cumplió con las expectativas.
Continuaba el repaso por su “Paradise Lost” con “Domination”, bastante bien acogida y seguía con “Serpent’s Kiss”, coreada de principio a fin. La banda como siempre en su línea: Russell Allen todo un portento a la voz, no guardándose nada y ofreciendo absolutamente todo lo que puede dar de sí, animando constantemente y haciendo reír al público con constantes guiños a su pasada actuación con DREAM THEATER, en la que, como muchos de los que estuvieron recordarán, entabló amistad con una tal Maria, cuyo nombre cantó repetidas veces durante la actuación. El resto de miembros de la banda, por su parte, tan estáticos y poco comunicativos como siempre.
Ya volviendo la vista atrás llegaba una de las sorpresas, “The Damnation Game”, del homónimo LP editado en 1995, que no había sido interpretada antes en la gira y seguido caía la antepenúltima en sonar de “Paradise Lost”, que no es otra que la balada homónima del disco, que iluminó la Riviera de mecheros y fue genialmente interpretada por su vocalista. El de New Jersey, al menos en apreciación personal, ha sabido encontrar el punto perfecto para animar y jugar con el público pero sin llegar a aburrirle, algo que no todos los cantantes o frontmans saben hacer. La noche seguía y tras el momento tierno continuaba la caña con “Through the Looking Glass”, tema que amenizaron con unos tímidos juegos entre Russell Allen y Michael Romeo, de los pocos momentos de todo el concierto en los que pudimos ver hacer algo al guitarrista fuera de su función. Por más veces que les vea sigue sorprendiéndome el escaso protagonismo del guitar-hero americano en escena…
“Inferno (Unleash the Fire)” fue uno de los temas más votados en el concurso que la banda organizó para elegir el set list de la banda, y su interpretación en directo estaba más que cantada. Gran acogida por parte de un público que no dejó de pedir el tema “The Odyssey” durante toda la noche, aunque finalmente no fue complacido. Los piques entre Russell y Michael seguían divirtiendo a la gente con “Smoke and Mirrors”, de su “Twilight in Olimpus”, y la cosa iba cuadrando bastante, con guiños a prácticamente todos los discos por igual, exceptuando su reciente “Paradise Lost” del que como es lógico, abusaron lo suyo. Primero de los grandes himnos en caer que presagiaba el fin de la noche: “Sea of Lies”. “Divine Wings of Tragedy” es ha sido y será, la obra más aclamada del quinteto de New Jersey, como así lo atestiguan los cantos incesantes y los ánimos transmitidos por un público que ahora sí despertó unánimemente. El final de la primera parte del show lo ponía el esperado medley entre “Revelation”, de “Paradise Lost”, y la parte número 7 del “Divine Wings of Tragedy”, aunque la cosa no quedaba ahí…
Minutos después salían a escena de nuevo SYMPHONY X para, por si no habíamos tenido suficiente, rematar su último disco con “Eve of Seduction”. Acto seguido Russell Allen nos invitaba después del concierto a acudir a la discoteca, frase que era acompañada por un sampler de dicha música que la gente no dudó en ridiculizar con bailes absurdos. A la pregunta de si realmente queríamos rock and roll o no el personal contestaba al unísono con “Of Sins anda Shadows” y el momento, genialmente introducido por Russell, se convertía en el más álgido de la noche, con las cerca de 650 personas cantando el famoso tema de los progresivos.
Así, con la banda agradeciendo al público su presecia, jurando y perjurando que esta había sido la mejor fecha de cuantas compusieron hasta ese día si gira (típico), se daba por finalizada la velada, con unos SYMPHONY X que si bien es cierto no dieron su mejor concierto, gustaron y cumplieron, no así los técnicos de la sala, que estuvieron luchando por obtener un sonido claro y conciso toda la noche sin éxito alguno. La próxima cita con el quinteto será dentro de unos días en el Atarfe Vega Rock, concierto que se espera sea bastante similar al que dieron como teloneros de la gira de DREAM THEATER, aunque habrá que esperar unos días para saberlo 100% seguro.
Set List SYMPHONY X
- Occulus Ex Inferni (Intro)
- Set The World On Fire (The Lie Of Lies)
- Domination
- Serpent’s Kiss
- The Damnation Game
- Paradise Lost
- Through The Looking Glass
- Inferno (Unleash The Fire)
- Smoke And Mirrors
- Sea Of Lies
- Revelation / DWOT Parte VII- Paradise Regained
- Eve Of Seduction
- Of Sins And Shadows
Texto: Raúl del Amo (rauldelamo@themetalcircus.com) / Fotos: Manu Cabaleiro (www.canedorock.com)
Promotor:Rock N Rock
Asistentes:650
Día:01/03/08
Hora:19:30
Sala:La Riviera
Ciudad:Madrid
Puntuación:8
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