Mal que os pese a todos los que leáis esta crónica debo anunciaros que la misma se compone de dos partes bien diferenciadas. La primera hace referencia a los acontecimientos previos al show propiamente dicho, y la segunda se centra en el show.

Si no te interesan esos acontecimientos puedes saltarte el siguiente párrafo e ir directamente a donde aparece de nuevo la palabra Supersuckers.Me explicaré.

La misma noche del concierto daba la casualidad (el destino a veces juega estas malas pasadas) de que el fútbol club Barcelona tenía un más que trascendental partido en su historia (seguramente esa noche hubo miles de personas que ni cenaron ni durmieron tras ver el resultado). Esto no tendría mayor repercusión sino fuera porque alguien que podía tomar la decisión de retardar el inicio del concierto hasta la finalización de dicho partido, la tomó. Y se quedó tan ancho. No tengo ni idea si fue la promotora, los responsables de la sala o el propio grupo, pero lo que si es cierto es que a todos aquellos que nos dimos cita a las nueve de la noche para acceder a la sala (esa era la hora prevista para que abrieran puertas) nos dimos con las mismas en las narices. Y creo recordar que no fue hasta por lo menos las diez tocadas que se nos permitió el acceso a la sala. Pero claro, como eso no era suficiente, un concierto que estaba previsto que se iniciara a las 21.30 no empezó hasta casi las once de la noche.

Tras detallar estos hechos yo me pregunto: ¿las salas de cine del país retardaron sus proyecciones hasta la finalización del partido? ¿los restaurantes de la ciudad abrieron sus cocinas cuando el partido acabó? ¿Los teatros hicieron lo mismo que los cines?

Seguramente la respuesta sea no a todas estas preguntas anteriormente expuestas.

¿Y a dónde nos lleva todo esto? Pues que para mi entender, tomar la decisión de retrasar el concierto fue un insulto a los fans que allí nos dimos cita a la hora en que se había programado el mismo y una absoluta falta de respeto. La verdad es que si quiero perder el tiempo de mi vida, prefiero perderlo en otros asuntos y no en la puerta de una sala esperando que empiece un concierto, el cuál se vio retrasado su comienzo por un maldito partido de fútbol. Y aunque seguramente esos asuntos no serán de mucha mayor importancia que por ejemplo un partido de fútbol, al menos decidiré yo como perderlo, no lo decidirá alguien ajeno a mi. Y si hay alguien que se piensa que odio el fútbol está muy equivocado. Llevo una medalla en mi pecho conseguida el 7 de mayo del 86, en cierto partido de fútbol jugado en Sevilla. Si, yo estuve allí. Tema zanjado.

Decía Tío Lemmy: “Si no te gustan Supersuckers, es que no te gusta el rock and roll”.

Y que sabias palabras señores. Tras pasárseme un poco el consiguiente cabreo por lo anteriormente expuesto, ya me encontraba en condiciones de divertirme cuando por fin aparecieron en escena los cuatro integrantes de la banda. Tranquilos, relajados, felices, con ganas de rockear y divertirse y lo que es más importante, de divertirnos a todos los allí presentes (que por cierto al final fuimos más de lo que me hubiera imaginado).

Y vaya si lo consiguieron. En el diccionario, al buscar la definición de Rock and Roll, allí mismo, debería aparecer una foto de la banda. Estos chicos llevan casi veinte años rockeando y realmente suenan como el primer día o mejor aún!!. Gracias a Dios que aún siendo de Seattle olvidaron el sonido que hizo famosa a su ciudad y se decantaron por un rock and roll con mucha actitud punk.

Y eso lo demostraron nada más dar inicio el show. Con una sala algo caldeada la banda ataca con tres trallazos de  nombre That is rock and roll, Rock and roll records (ain’t selling this year) y Rock your ass.

¡Joder! En los tres primeros temas encontramos la palabra Rock and Roll!!! Como no van a saber esta gente demostrar eso que predican.

Seguramente el subtítulo autoimpuesto de La mejor banda de rock and roll del mundo tenga mucho más que ver con la autoparodia que con la realidad, pero en una votación abierta no creo que quedasen muy lejos de ese preciado título.

Tras esos tres primeros cañonazos la banda asentada en escena nos deleitó a todos con un más que exhaustivo grandes éxitos que todos coreamos hasta la casi afonía e incluso más de uno se atrevió con el stage diving (yo, particularmente no lo practico, la edad no perdona, pero siempre es grato comprobar como no es uno sólo quien se está divirtiendo en el local, es beneficioso para mi persona, ver que no soy tan rarito, aunque muchos me cuelguen esa etiqueta).

El cuarto tema de la noche Paid, nos recordó que la banda tenía un nuevo E.P. en el mercado de mismo título que el tema, que se podía comprar, como no se cansó de repetir Eddie Spaghetti, voz, bajo y alma de la banda en el puesto de venta de la sala, junto con infinidad de mercancía de diferente índole a unos precios realmente muy asequibles, (más de una banda debería tomar nota de esto, no por vender los productos más caros se gana más, las ganancias vienen dadas por el volumen de venta y este se consigue rebajando los precios, el porcentaje de ganancia es menor, pero a la larga el volumen de ventas mayor y eso señores míos es el negocio).

Tras la presentación del nuevo E.P. (recomiendo a todo aquel que no lo tenga su adquisición y además si su nuevo disco es la mitad de bueno que dicho E.P. no dudéis en comprarlo también) la banda continuó ofreciéndonos para el deleite de nuestros oídos temas como Luck, la coreadísima The evil powers of rock and roll (diantres!! Otro tema con la palabra rock and roll!!) el tremendo Supersuckers drive-by blues con su sabor a blues (obviamente vemos que la banda no nos engaña con sus títulos) y la esplendida Roadworn and weary, tema que aunque ya apareció en su disco Must’ve been high la banda la decidió regrabar para su nuevo E.P. aunque en este caso la versión 666 (imagino que porque  se grabó el día 6 del mes 6 del año 06).

Tras esta creo recordar que sonó Bad, bad, bad de The sacrilicious sounds of supersuckers, Mudhead de La mano cornuda y Coattail rider de The smoke of hell.Como vemos, la banda no hace ascos a ninguna de sus anteriores grabaciones.

Bruises to prove it, Gone gamblin, Beat to shit serian los siguientes en sonar, aunque no por este orden, se me hace difícil recordar exactamente lo ocurrido allí aquella noche, para ser un buen periodista necesitaría dejar las emociones en casa antes de salir y pasarme el concierto apoyado en la barra del bar bebiendo mi botellín de agua (natural por supuesto), pero maldita sea, no puedo, el rock and roll es puro sentimiento, y ellos (mis sentimientos) vienen conmigo allá donde voy y en un concierto de éste tipo, los sentimientos están a flor de piel.

I like it all, man nos recordaba que la banda tenía material nuevo. Un tema bastante acelerado, que mientras duró vi volar a varias personas sobre mi cabeza. A eso le llamo yo sentimientos.

Su clásico Creepy jackalope eye (tema que versionó el mismísimo Steve Earle) nos llevaba irremediablemente al fin del concierto. Pero antes del final, Eddie tuvo tiempo para dedicar un tema del nuevo disco, concretamente Breaking honey’s Heart a todas las chicas presentes en la sala. Un tema de su nuevo E.P. un tanto más melódico pero de una calidad exquisita.

La recta final vino con Pretty fucked up, Goodbye y la casi hardcoriana I want the drugs, para rematar la faena con el mega clásico Born with a tail, donde todo el grupo demuestra sus dotes musicales en unos interludios nada ampulosos ni cargantes, desde Dan, hasta Ron, sin dejarnos a Scott, el nuevo batería y obviamente Eddie, que hizo tocar su bajo a todos los componentes de la banda incluyendo Scott y a un fan espontáneo que subió a escena y que no lo hizo nada mal. Sus riffs y líneas fueron toda una sorpresa, incluyendo al propio Eddie que aplaudió al espontáneo (quiero pensar que fue así y que no había nada preparado, claro).

En definitiva, otra mágica noche la cuál sólo se vio un poco empañada, por la no inclusión de Jailbreak o Cowboy song ambas de Thin Lizzy, aunque este último sí que hubo un pequeño amago de ser interpretado, pero no pasó de eso. Lástima, adoro a los irlandeses, hubiera sido la guinda que decora un suculento pastel. Y muy empañada por el retraso provocado por el dichoso partido de fútbol. Por cierto, mientras estoy redactando esta crónica, el Barcelona está jugando de nuevo, si amigos, hoy es sábado y gracias a Dios no tengo ningún concierto al que ir.

Texto y Fotos: Salva G.

Promotor:Silvertrack

Asistentes:300

Día:06/03/2007

Sala:Apolo 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8