STRYPER

Raro concierto el de Stryper esta noche en una abarrotada sala Apolo y es que la nueva visita de los americanos celebrando su 25 aniversario prometía un concierto memorable, de los que se recuerdan con el paso de los años.

La expectación era máxima y el retraso con el que salieron no hizo sino aumentar esta sensación de nerviosismo entre la gente.  Las cábalas eran muchas figurándonos un importante repaso a toda su discografía, por eso celebraban lo que celebraban,  y ,por qué no, teníamos ganas de revivir los momentos más “freaks” de sus shows, como son el lanzamiento de Biblias y los rezos que nos podía endiñar su líder. A parte desde luego de volver a disfrutar de unos músicos en una forma increíble y de vivir la vuelta de su bajista original Timothy Gaines ya que en su anterior venida no pudo acompañarles.

Salieron a matar, con un ´Soldiers Under Command´que voló la cabeza al personal y ya desde un primer momento pudimos comprobar varias cosas. Una, que  los tipos están increíbles, que Michael Sweet está desde luego tocado por los dioses, y que el sonido era muy diferente depende el sitio en que te pusieras pasando de ser demasiado atronador en el mejor de los casos a barullo sónico en el peor. Y eso del sonido es muy importante y más después de haber gozado de ecualizaciones perfectas en esa misma sala, Tesla o Melvins por ejemplo.

Los temas iban cayendo sin descanso, casi no podíamos ni  disfrutarlos ni degustarlos, a un ritmo exagerado para mi gusto. Esto lo entiendo al principio de un bolo, a veces la banda sale revolucionada para epatar al público de sopetón, pero creo que en el discurrir del concierto la cosa ha de ir calmándose para vivir el show al completo, es decir, fijarse en luces, comprobar si delante tienes un buen frontman y todas esas cosas que en conjunto forman parte del espectáculo.

´Calling On You´, ´Leaf Clover´, ´Reach Out´, ´Murder by Pride´o ´Free´, son muestras de la valía de sus discos y las versiones, para mí  una sorpresa la del ´Breakin´The Law´ y no tanto la de Boston, creo que ´Piece Of Mind´, ya que pude disfrutar hace un par de años de mr. Sweet al frente de esta legendaria banda, una grata manera de sorprendernos.  Hasta aquí todo bien, a pesar repito del sonido;el reparto de Biblias en plan púas, llenó de regocijo a la peña y el disfrute era importante. Pero después de una mísera hora y diez minutos de concierto se despiden a la francesa y nos dejaron  un pelín fríos. Claro, el repaso que de momento iban haciendo de su carrera estaba siendo bastante potable pero después del bis ´To Hell with the Devil´  y al desaparecer sin casi despedirse la percepción del concierto cambia bastante. Pasar de puntillas sobre sus capitales primeros discos es casi un sacrilegio y aunque como músicos no hay pero, destaco al inconmensurable Robert Sweet tras su kit, la cosa se quedó un poco desdibujada. Liquidarse 25 años de carrera en hora y poquito más no es una decisión muy acertada que digamos.