Estancados

Aunque probablemente STRATOVARIUS se las prometían muy felices con este
nuevo disco, lo cierto es que han llegado al punto de estancamiento. Totalmente
demostrable por el siguiente hecho: en el año 2000, STRATOVARIUS agotaron
las entradas de la, por entonces, sala Zeleste de Barcelona. Tres años
después, ha vuelto a tocar en el mismo sitio con el mismo aforo. ¿Cual
es el problema? A priori, ninguno. Pero el hecho de que la gran banda de la
New Wave of European Heavy Metal no siga creciendo como hizo entre 1997 y 2000
es significativo de que el mercado para este estilo ha alcanzado un tope. Lamentablemente.

El concierto, previsto inicialmente para el Palau de la Vall d’Hebró,
tuvo que ser trasladado a la conocida sala Razzmatazz, ubicada en el centro
neurálgico del ocio nocturno los fines de semana, el habitualmente desierto
distrito de Poble Nou. A primera hora de la tarde-noche, las inmediaciones comenzaron
a ser invadidas por hordas de nuevos y viejos heavies deseosos de ver a una
de las bandas mas responsables del enfermizo auge del Heavy Metal en los últimos
años. Por lo que la gente comentaba una vez llegué a la sala,
los miembros de la banda se mostraron algo ariscos con los fans a la hora de
firmar autógrafos y demás. Querría pensar lo contrario,
pero creo que STRATOVARIUS se han quemado a nivel personal. No entre ellos,
sino cada uno de ellos interiormente. Los proyectos en solitario del año
pasado no creo que contribuyeran demasiado al descanso mental de Tolkki y Kotipelto
y si en la anterior ocasión, la gira de "Infinite", me parecieron
una banda con un gran directo, en esta ocasión –aunque siguen poseyendo
un directo imponente- los calificaría como mecánicos, siguiendo
estrictamente un guión. Evidentemente, la gran mayoría de bandas
repiten el mismo show una y otra vez a lo largo de una gira. Pero algunas lo
hacen con el corazón en la mano, y otras simplemente lo hacen porque
deben hacerlo, porque se les supone esa calidad y esa entrega concretas, y no
dan ni mas ni menos, simplemente lo que se espera. Difícil se lo pusieron
SYMPHONY X a los Timos.

SYMPHONY X: Se los comieron con patatas.

Había mucha hambre de SYMPHONY X. El comentario de muchos era unánime:
que pena habérselos perdido en el Machina del 2001. Allí la banda
ofreció un set de casi 80 minutos, mientras que Barcelona solo podría
ver 45 escasos minutos de SYMPHONY X. Pero valieron la pena.

La noche anterior, en un lujoso hotel del Paralelo barcelonés, Michael
Romeo parecía dubitativo respecto a la posición de SYMPHONY X
en el mercado español y acerca de cual sería la reacción
de los fans al día siguiente en Barcelona, su primera fecha en España.
Poco se imaginaba el rellenito Romeo el estruendo que conseguirían arrancar
del público una vez los estadounidenses aparecieron sobre el escenario.

Por motivos de tiempo, me fue imposible ver la actuación de THUNDERSTONE,
aunque dudo que me perdiera algo. Su power facilón copia-de-copia está
ya muy trillado y no creo que la banda fuera precisamente la sorpresa de la
noche. La sorpresa de la noche fue Russell Allen, puro nervio sobre el escenario.
El vocalista de SYMPHONY X salió dispuesto a comerse el escenario y vaya
si lo hizo. Desde el comienzo con "Inferno" hasta el final que marcó
"Sins And Shadows", Allen demostró el porqué de su fama
y reconocimiento actual entre los vocalistas.

La banda salió al escenario un poco tímida, tan expectante como
el público, pero tras el primer tema, justo cuando Michael Romeo disparó
los primeros acordes de "Wicked", todo el público comenzó
a botar y de golpe, la banda encontró su sitio sobre el escenario. "Evolution",
"Communion and the Oracle" y el increíble "Church of the
Machine" noquearon a un público predispuesto a sorprenderse por
la calidad y la técnica de la banda.

En todo momento, y esto es muy remarcable, la banda gozó de un gran
sonido. Cuando hace 3 años, RHAPSODY telonearon a STRATOVARIUS en el
mismo recinto la queja unánime fue el mal sonido. Nada que ver con lo
que pudimos escuchar el pasado viernes 4 de abril. La banda sonó nítida,
incluso mas que los propios STRATOVARIUS, los cuales sonaron excesivamente altos
(sin llegar a los excesos de MANOWAR, claro). "Out of the Ashes",
"Sea Of Lies" y el ya comentado "Sins And Shadows" pusieron
punto y final a una actuación que se hizo corta para muchos. Juraría
que incluso para la propia banda.

Viendo lo visto, de todas maneras, no me sorprendería ver en pocos meses
a SYMPHONY X como cabezas de cartel por España.

STRATOVARIUS: Naturales por fuera, mecánicos por dentro.

Paradójicamente, STRATOVARIUS han vuelto demasiado tarde. En estos tres
años transcurridos desde "Infinite" la banda ha perdido el
tren que les llevaba a la siguiente estación. Quizá siguen vendiendo
excepcionalmente y llenando todos los locales, pero creo que todos los clones
y todas las nuevas bandas que han surgido desde entonces, les han quitado poco
a poco la posibilidad de crecer aun mas. Evidentemente, STRATOVARIUS son una
entidad enorme en el metal europeo de hoy en dia, pero sin duda, estaban llamados
a serlo más. El obligado descanso después de "Infinite",
el DVD y vídeo doméstico e "Intermission" era obligado,
pero creo que el descanso a tiempo les ha privado de llegar a un siguiente nivel
que ha estado al alcance de su mano en un único momento concreto.

De todas maneras, STRATOVARIUS siguen siendo toda una maquina en directo. El
empuje que proporciona Jorg Michael, la técnica de Timo Tolkki, los molestos
agudos de Timo Kotipelto, la estaticidad de Jari Kainulainen y la escondida
genialidad de Jens Johansson son marcas registradas de la casa y fue eso lo
que ofrecieron. STRATOVARIUS se interpretaron a sí mismos una vez mas,
dando lugar al enésimo recital de Heavy Metal bárroco y recargado
a la vez que increíblemente accesible.

De nuevo, el diseño del escenario era bastante simple, con una pantalla
para proyecciones de video en la parte trasera, alguna pasarela elevada para
los miembros de la banda, y unos cuantos dispositivos pirotécnicos que
asustarían a alguno que otro durante la noche. Pero todo fue demasiado
previsible.

El inicio con "Eagleheart" estaba escrito en las estrellas, aunque
no lo estaba tanto el siguiente tema: "Find Your Own Voice", conocido
por ser el tema en el que la voz de Timo Kotipelto llega a unos agudos molestos
que si fueran mas agudos, ya pasarían a ser ultrasonidos para perros.
El volumen de la voz de Kotipelto durante el tema fue sospechoso, y en algún
momento dudé de la veracidad de la interpretación, algo muy de
moda hoy en dia. Pero son simples suposiciones a nivel personal, para nada intento
echar por tierra la labor de Kotipelto, un cantante bastante competente en directo.

Con el público ya caldeado, suena un "Kiss of Judas" que,
seguido de "Speed Of Light" puso todo el recinto patas arriba. Uno
de los momentos álgidos de la noche fue la interpretación de "Soul
of a Vagabond", uno de los temas mas progresivos de "Elements Part
1". La banda bordó la canción, dandole la misma cadencia
y densidad que en el disco y haciendo que en ningún momento se aburriera
nadie. Sendas interpretaciones de "Destiny" y "Fantasia"
–fundidas- nos llevaron a la mitad del concierto, aproximadamente. Fue
especialmente curioso el detalle de poner las letras de ambos temas en el proyector
del fondo del escenario para que la gente lo siguiera a ritmo de karaoke.

Durante todo el concierto pudimos constatar que la banda se encuentra en un
excepcional estado de forma, pero quizá por la frialdad de su tierra,
siguen siendo excesivamente distantes. Kotipelto es un front-man normalito,
mas preocupado por llegar al agudo imposible en "x" tema que no por
comunicarle algún tipo de sentimiento, mientras que Tolkki se auto-relega
al segundo plano, sin acercarse al centro del escenario en ningún momento,
y básicamente siempre en un rincón del mismo, observando el imperio
del cual él es prácticamente responsable máximo.

Una buena idea fue condensar todos sus temas mas primitivos en un medley, en
el cual sonaron un detras de otra a lo largo de un cuarto de hora "Fright
Night", "Hands Of Time", "We Are The Future", "Tears
of Ice", "Eyes of the World", "We Hold The Key" y "Dreamspace".
Impresionante es el adjetivo. Ver a Jörg Michael absolutamente exhausto
al final del medley es un espectáculo sin precio. Repito, por si a alguien
no le ha quedado claro previamente, que el trasfondo de la crónica reside
en el estancamiento mercantil de STRATOVARIUS así como su previsibilidad
en directo (aunque el medley fue un bonito detalle). En ningún momento
se ha dicho que sean malos en directo, pero si que se echa en falta cierta improvisación
y cierta soltura que, hoy por hoy, aunque quizá poseen no están
dispuestos a mostrar.

De cara a la parte mas caldeada del concierto, hicieron sonar "Forever",
"Stratofortress" (en la cual dos simpaticos y panzones borrachos fineses
con cabeza de reno danzaron a sus anchas por el escenario, haciendo el baile
del ‘Aserejé’ e incluso una polka), "Elements"
y finalmente "Will the Sun Rise?".

Los bises los protagonizaron "Season of Change", un "Paradise"
de órdago y un celebrado "Hunting High And Low". El final verdadero
lo protagonizó "Black Diamond", cerrando una hora y tres cuartos
escasos de concierto que a bién seguro podrían haber sido mas.
Por alguna razón, el repaso a "Infinite" fue casi inexistente
y se echó en falta, por ejemplo, algun tema como "Phoenix"
o "Mother Gaia", o quizá uno mas corto como "Millenium".

De todas formas, le pese a quien le pese, estancados o no, STRATOVARIUS tienen
claras intenciones de quedarse hasta que los echen. Quizá Kotipelto no
tenga la mejor voz del mundo, quizá no hayan llenado el recinto previsto…pero
las cifras no engañan, y los 2500 asistentes que presenciaron el show
de Razzmatazz demuestran que STRATOVARIUS son muy queridos.

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Datos:

Sala Razzmatazz

4/4/2003

Publico: 2500 personas

Promotor: Encore Music Tours

Día:04/04/2003

Puntuación:8