No son tiempos fáciles para los fans del progresivo más clásico. Aunque aparezcan nuevas y prometedoras agrupaciones intentando recuperar el espíritu de los setenta, lo cierto es que hoy día es difícil no lamentarse por ciertas cosas, siendo la mayoría de estas no poder ver a todas esas legendarias agrupaciones sobre un escenario, trayendo de vuelta al público las canciones de aquellos álbumes con los que escribieron su nombre en letras doradas. Pero el caso que hoy nos incumbe es distinto. La decisión de Steve Hackett de volver a llevar de gira la música de su época en Genesis es muy loable, y la inmensa mayoría de la comunidad está agradecida por el hecho de que nos haya brindado esta oportunidad: la oportunidad de acercarnos a la música de Genesis en vivo del modo más fiel que hayamos visto en mucho tiempo. Porque creo que a nadie le temblaría el pulso en decir que este «Genesis Revisited» es mucho más Genesis que las propias encarnaciones de la banda durante muchos, muchos años.

Así pues, el que otrora fuera prácticamente el alma mater de una de las agrupaciones más importantes de la historia musical de Inglaterra, llegaba a Barcelona dispuesto a hacernos revivir los momentos cumbre de sus discos fundamentales de los setenta a través de un repertorio de unas dos horas. El lugar elegido fue un gran acierto: el BTM (Barcelona Teatre Musical, antiguo palacio de los deportes) acogió a alrededor de 1,500 personas aquella noche y ofreció el buen sonido que se merece un evento tan especial como este. Al igual que con Camel mirando unos meses atrás, es de agradecer que conciertos de este estilo sean en teatros, en los que se pueda disfrutar de todos los detalles de la actuación desde la comodidad de un asiento.

Con algo de retraso en el horario, la actuación empezó con «Dance on a Volcano», que sonó francamente floja en todos los aspectos. El cantante no acababa de convencer, los volúmenes estaban algo desproporcionados… algunos en esos primeros momentos temíamos lo peor. ¿No estaría la banda a la altura? ¿Se quedaría este espectáculo en un sucedáneo aguado de lo que debía ser? La respuesta llegó pronto, pues con «Dancing With the Moonlit Knight» el nivel subió de un modo espectacular. Desde los emotivos primeros versos supimos que los desajustes de la primera canción iban a ser la excepción de una noche brillante. Con la icónica pieza de «Selling England by the Pound» llegaron los primeros escalofríos y la primera piel de gallina: aquí la banda despegó al completo, y a lo largo de la noche no hicieron más que mejorar tema tras tema.

En «Broadway Melody of 1974» tomaba el papel de cantante principal Gary O’Toole, batería, demostrando unas habilidades vocales excepcionales que se sumaban a la gran exhibición rítmica que haría a lo largo de todo el repertorio, lástima que la sonorización de la batería no acabase de convencer y nos perdiéramos la mayoría de sus ghosts notes dando groove. Aquí también vimos a Nick Beggs, grandioso bajista que ya vimos en espectáculos como la pasada gira de Steven Wilson, lucir su chapman stick. «The Fountain of Salmacis», encadenada con «The Musical Box», levantó la primera gran ovación de la noche justo antes de que nos lanzaran una más animada «I Know What I Like (In Your Wardrobe)» en la que se tomaron la licencia de deleitarnos con una improvisación. Mucho carisma puso Rob Townsend en su papel de «chico para todo»: instrumentos de viento, segundos teclados, detalles de percusión… se hizo algo raro tener a alguien haciendo estas labores en una posición tan adelantada del escenario, pero lo cierto es que se mostró muy seguro y decidido en ese semi-primer plano incluso cuando no tenía que aportar nada a la canción.

Steve nos dedicó algunas palabras en castellano en varios momentos, y se quedó solo en el escenario con su guitarra española para una interpretación íntima y arreglada de «Horizons». Para «Firth of Fifth» el protagonismo lo tomaba un pletórico Roger King a los teclados, justo antes de ofrecer una «Lilywhite Lilith» que muchos no se esperaban. Aquí, por primera vez, el vocalista principal se subía a la tarima del centro del escenario para finalizar la canción con un… cuchillo en las manos. Y es que no se olvidaron de ese espectacular álbum debut, con un tema tan mítico como «The Knife». Para cerrar el grueso del repertorio se reservaron la colosal «Supper’s Ready», en la que Nad Sylvan tuvo algunos problemas para llegar a las partes más altas pero compensó ofreciendo esa teatralidad tan característica que impregnaba cortes como este.

Pese a todo, debo reconocer que hizo un muy buen trabajo en la gran mayoría de canciones, y que su timbre es muy adecuado para la música de Genesis. Con un «…a flower?» gritado por todo el público y un apoteósico final con Sylvan desapareciendo entre el humo con los brazos alzados, se despidieron de nosotros por primera vez. Volverían con «Watcher of the Skies» y «Los Endos» para poner el broche final a un concierto sobresaliente: una banda de músicos profesionales, enormemente dotados y cohesionados (cada uno con su momento de gloria), hizo nuestras delicias con todas esas grandes canciones que forman parte de obras cumbre del rock progresivo. Y todo esto con el foco principal puesto ineludiblemente en un Steve Hackett que sigue siendo una garantía de calidad, y que está contento de volver a girar con este material. Que dure. Y que vuelva.

Promotor:Live Nation

Día:2014-05-28

Hora:21:30

Sala:BTM

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9