Sonata Arctica reafirman sus raíces

Con música nos reafirmaban sin miedo que ahí estaba su espíritu de auto-crítica y superación: ganándose a los fans desde el minuto cero

Tras viajar, aparcar y comer un par de hamburguesas; llegaba a la sala en la apertura de puertas: justo a las 20:00h del pasado lunes. Sonata Arctica venían a presentar lo que sería su octavo trabajo de estudio y en una entrevista con TMC ya nos contaban que sería un álbum para rememorar el viejo estilo usado en los inicios de la banda, un Power Metal a buenas velocidades; mezclado con lo que se han convertido a día de hoy.

Puede que este juego fuera la clave del éxito de convocatoria: sala abarrotada incluso antes de comenzar los teloneros italianos Trick or Treat: otra banda del género procedente de Italia, nacida en 2002 como tributo a Helloween. Actualmente compartiendo vocalista con Luca Turilli’s Rhapsody. Nos dieron un show lleno de frescura y energía positiva, un preparativo ideal para caldear al público hacia lo que vendría minutos después.

Tras un breve descanso, salieron en escena Sonata Arctica con “The Wolves Die Young” de su nuevo trabajo. Decisión acertada abrir de esta forma el concierto, con música nos reafirmaban sin miedo que ahí estaba su espíritu de auto-crítica y superación: ganándose a los fans desde el minuto cero. Los consiguientes temas “Losing My Insanity”, “My Land” y “What Did You Do in the War, Dad?” generaron un baile de épocas actuales y pasadas que hicieron arder la Bikini de Barcelona con un curioso contraste de reacciones entre fans más jóvenes, más experimentados y más recientes. Con la confianza de todos y en ese momento, nos soltaron “FullMoon”. Un tema que los definió ya hace tiempo y siguen tocando cita tras cita.

Pasada la introducción de temas que iba a definir el show, siguieron en una línea parecida marcándose “In the Dark”, “Love”, “I Have A Right” y “Paid in Full”. Una consecución de temas más o menos lentos en comparación al resto que apaciguaron cándidamente la energía inicial. No era motivo para no prestarles atención, puesto que su ejecución en directo fue la exigida y supieron envolvernos en un ambiente completamente distinto. Incluso “White Pearl Black Oceans”, un largo tema con distintas velocidades encajaba en medio de las ya mencionadas para dar un respiro.

No obstante, supieron simpatizar para aquellos que nos gusta su estilo más rápido y se coronaron con una “Kingdom for a Heart”, seguida de la rápida “Wolf & Raven” que hacía poco menos de una década que no escuchábamos. “San Sebastian” siguió, consolidando una tercera parte de directo de temas veloces y bien conocidos; y acabando con “Don’t Say A Word” para reencontrarnos con la actualidad.

En cuanto a aspectos técnicos, recalcar el control vocal de Tony Kakko siendo superior a las otras ocasiones en las que la banda ha actuado en la ciudad condal, y más teniendo en cuenta que se trataba del fin de una gira; se ganó mi reconocimiento. Tuvimos la oportunidad de evaluar sobre el escenario al nuevo bajista Pasi Kauppinen, un músico que no dejó de mover las cervicales y dar todo su potencial en directo.

El sonido no decepcionó y las luces más ambientación fueron trabajadas al detalle. Una muestra de la eficacia de su equipo técnico, aunque debo decir que puede que algunas cabezas móviles no estuvieran a la altura adecuada ya nos dejaron ciegos a más de uno. Quiero añadir que tuve la sensación de escuchar algunos tempos más lentos, aunque nunca sabré si a propósito o por cansancio natural después de tantas fechas. Tampoco me pareció un concierto al viejo estilo, ni que sí les da una identidad reforzada.

Cerraron la noche con un extra “Vodka” bajo su cántico “We need some vodka”, pero lo cierto es que era lunes y tuvimos que marcharnos. No obstante, después del concierto dado, ¡a nadie le importaría tomarse uno con ellos!

Agradecimientos a Alex Hidalgo por su compañía, siempre es un placer y enriquecedor compartir un concierto con una persona que sabe tanto de Power Metal.