SONATA ARCTICA + LABYRINTH

Es bonito ver que la sala Apolo barcelonesa se había llenado casi hasta la bandera para ver a los italianos Labyrinth y los siempre emergentes finlandeses. A las ocho en punto la gente ya empezaba a abarrotar la sala pues era la hora prevista para que los itálicos power-progresivos dieran comienzo a su actuación. Iban a ser sólo 45 minutos, pero suficientes para convencernos de que esta banda sigue manteniendo una propuesta de lo más atractiva. Al presentar disco nuevo vimos que su corto set sólo iba a incluir tres temas clásicos. De los viejos tiempos del “Return to Heaven Denied” a ahora ha llovido mucho, y sólo encontramos a Roberto Tiranti a las voces y a Anders Rain. Abrieron con “The Shooting Star” dejando patente que el nuevo disco del grupo tiene muy buena pinta. El tema “In the Shade” nos devolvió a sus inicios en los que era Fabio Lione quien mandaba a las voces. Estuvieron muy finos y con un Tiranti regalándose siempre que podía con los agudos. “A Chance” precedería la bella “New Horizons”. Continuarían con otro tema nuevo: “Sailors of Time” y se despedirían con la aclamada y power “Moonlight”. Es una lástima ver que temas tan emblemáticos como “Lady Lost in Time”, “Midnight Resistance” o “Piece of Time” hayan quedado fuera. Quien llegara a dudar de la valía actual de Labyrinth salió gratamente sorprendido, lástima que fueran sólo 45 minutos.

Los conciertos de Sonata Arctica quedan marcados siempre por el estado vocal de su vocalita Tony Kakko. Es capaz de tocar el cielo pero también de arrastrarse por el fango y dar al traste con conciertos mediocres. Esta vez no fue así demostrando un excepcional nivel vocal. Evidentemente hubo bastantes críticas sobre el set list que presentaban, pero la verdad es que el grupo estuvo a un nivel superior al de su anterior venida en la mediana de loas Razz. “Everything Fades to Gray” sonó con las luces apagadas aviséndonos que la banda estaba a punto de salir a escena. Rutilante inicio con “Flag in the Ground” que se empalmó con “Last Amazing Grays”. La verdad es que el sonido era perfecto y el grupo más que motivado.

“Juliet” demostró que su nuevo material ha calado entre la gente, pero no deja de palidecer cuando el siguiente tea que atacan es “Replica”. La banda nunca ha superado su primer disco, y “Replica” era absolutamente obligada. Todo un himno con el público cantando entregado. Mención especial merece el teclista Henrik Klingenberg, ya totalmente integrado y sin miedo al protagonismo instrumental. La gran sorpresa y regalo fue la inclusión de “Blank File” de su ópera prima, muy coreada pero, sigo sin comprender como la banda sigue obviando esa maravilla llamada “Kingdom for a Heart” y “Wolf and Raven” de su segundo disco.

"As If The World Wasn»t Ending" gana muchos enteros en directo, pero el single “Paid in Full” y sobretodo la ultramelódica “Victorias Secret” fueron recibidas entre clamor. Tony Kakko hizo la broma esperable sobre la marca de lencería femenina. Los solos de guitarr y teclado estuvieron bastante entretenidos y no resultaron tediosos. Continuarían luego con “The Misery” para bordarlo con la espectacular “Full Moon” (¿su mejor canción?). A juzgar por el recibimiento del público, casi seguro que sí. Sería “In Black and White” la encargada de poner fin a la primera parte del show casi perfecto, sólo emborronado por lo corto del set y por un setlist discutible.

Los bises incluirían un trío de ases. Primero la consolidada “Caleb”, muy aplaudida y coreada. Posteriormente “Dont Say a Word” y como despedida la cachonda y ya clásica “Vodka”. Despiporre general, botes y mucha diversión. Parece que tras unos años de irregularidad en directo debido a los habituales problemas vocales de su cantante la banda disfruta de un gran momento de forma y ha consolidado su formación tras las notables bajas de Jani Liitmatainen y Mikko Harkin. Si hubiesen tocado tres o cuatro canciones más hubiese sido un show para enmarcar. A ver si en sus próximas visitas nos reglan un poquito más de minutaje…