SOBER + KILLUS
La temporada de conciertos está siendo algo anormal en la primera mitad de 2012, con mucha menos actividad que otros años, especialmente en el campo del rock duro y el heavy metal, tanto nacional como internacional. Y parece que está teniendo cierto efecto positivo en un sentido: la gente se está dignando a acudir a conciertos en cantidades respetables de nuevo. Hemos pasado varios años con cifras de asistencia irrisorias (100 personas en salas de 800 para ver a grupos de renombre internacional) y parece que una escasez puntual ha tenido un efecto positivo. Es por ello que, apenas un año después de su última visita, SOBER prácticamente llenaron la sala Salamandra de Hospitalet para presentar su “Morfologira”. Alrededor de 600 personas dieron un muy buen aspecto a la sala para un show que se anticipaba antológico. No era para menos, pues en la gira actual, los “pelones” desempolvaban su clásico disco “Morfología” de arriba abajo, dejándole claro al público que si hubo un momento definitorio en la carrera musical de la banda, fue ese. Fue su segundo disco y el que motivó el paso de gigante del grupo. Después, llegaría su época dorada: “Synthesis”, “Paradÿsso”, “Reddo”, su eclosión más mediática, los grandes conciertos, giras y festivales y, el ocaso anticipado que supuso el desgraciado fallecimiento de Alberto Madrid. Era obvio que una senda creciente como aquella no podía quedar interrumpida por una casualidad del destino como aquella, y fue en 2010 cuando SOBER volvieron al redil para seguir dándole forma a su criatura. Y aunque “Superbia”, su más reciente creación de estudio, ha sido un paso en la dirección correcta, nunca está de más revisar, hacer inventario, y darte cuenta de que ha sido lo que te ha llevado hasta donde estás. Y ese disco fue “Morfología”.
Los teloneros de tan magna ocasión fueron los castellonenses KILLUS, que tocaron durante 35 minutos para calentar el ambiente. Una banda curiosa, de raíces industriales y alternativas, con una imagen bien definida pero muy vista en otras bandas que vinieron antes que ellos. Su cruce de estilos bastante genérico no evitó que el público prestara atención y les regalara una buena tanda de aplausos. Su último disco, “Never Something Was So Real”, la versión inglesa de su “Nunca Algo Fue Tan Real” les ha supuesto abrirse puertas en el mercado internacional y, a decir verdad, la banda suena muy bien, por mucho que estén trillados desde un punto de vista de la originalidad. ¿Pero no está acaso todo inventado ya? La cuestión es que no muchos les conocían y muchos les aplaudieron.
SOBER salieron a escena veinte minutos después, tras un cambio de escenario ágil. Se subió el telón habitual del Salamandra y allí estaban: Carlos y Jorge Escobedo ocupando centro e izquierda del escenario y Antonio Bernardini a la derecha, con Manu Reyes cargando con el peso rítmico desde el fondo. Salieron a por todas, tocando en orden (o casi) todo el “Morfología”, arrancando con el contraste de “La Prisión del Placer”, de su inicio titubeante a su desarrollo fulminante. No tardarían en llegar “Loco”, “Abstinencia” y “Cubos”, todas ellas con un derroche de energía muy considerable. Nadie diría que estos tipos llevan casi veinte años encima de los escenarios, como se encargó de remarcar Carlos en algún dialogo entre tema y tema. Desde el minuto 1, la banda compite por cada metro cuadrado de escenario y el que no puede moverse, Manu, lo suple con un display de pirotécnia percusiva digno de atención.
Lo más curioso era ver unas primeras filas pobladas de gente joven, de apenas 17 o 18 años, que no tenían conocimiento de la existencia de SOBER cuando “Morfología” salió al mercado de la mano de Zero Records en 1999. Se trata de la segunda ola, la segunda generación de fans de la banda, que han sabido de ellos desde la reunión y que desde entonces han ido escarbando en su prolífico pasado hasta dar con aquel segundo disco. De hecho, entre “Que Hice Mal” y “Condenado” hasta el propio Bernardini cogió el micro y se puso a recordar las batallitas de la época, incluida la compra de la pedalera que dio lugar al inicio de “Condenado”. Viendo que se estaba enrollando demasiado dejó su moraleja: “para que veáis que a veces una mierda de pedalera puede dar lugar a temas muy buenos”. Y arrancó con “Condenado” ante el júbilo de los congregados.
Tras “La Duda”, alteraron el programa para tocar “Mi Perdición”, pero volverían rápido a “Morfología” con “Si”, “Caída Libre”, “Predicador” y la recta final con “Lluvia de Dolor”. Fue entonces el momento de repasar el resto de su carrera, con un set extendido en el que sonaron “Diez Años”, “El Hombre de Hielo”, la infaltable “Arrepentido”, “La Araña” y acabando el show, “Sombras”. La banda reconoció en todo momento la importancia que Barcelona siempre le dio a SOBER y recordó que recientemente habían recibido los discos de oro pertenecientes a las ventas de “Morfología”, lo que daba un sentido aún mayor si cabe a la celebración de longevidad que supuso el concierto. Quedan SOBER para rato, eso está claro y en esa noche de sábado lo dejaron claro.
Texto y fotos: Sergi Ramos
Promotor:Eclipse Group
Asistentes:600
Día:28/04/2012
Sala:Salamandra
Ciudad:Hospitalet de Llobregat
Puntuación:9
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