SISTERS OF MERCY
Ya sabíamos que los directos de Sisters of Mercy en la actualidad pecan de mucho humo, efectos y poco de música; así que no puedo decir que me sorprendiera lo que vi esa noche de miércoles, pero confirmar una decepción también duele. Los otrora héroes del postpunk, creadores de todo un género, leyenda del gótico y creadores de auténticas maravillas sonoras, capaces de cautivar a públicos absolutamente dispares, navegan a la deriva en su propio mar de pregrabaciones y hielo seco humeante.
Frialdad y comunicación escasa es la nota dominante desde que empiezan con “Crash and Burn” y “Ribbons”. El mismo público se contagia rápido de la apatía de la que hacen gala mientras Doktor Avalanche (la máquina que hace de batería, bajo, teclados y muy probablemente los coros…) escupe ritmos maquinales e hipnóticos sin descanso. Los temas van empalmados y la hierática figura de Eldritch sigue machacando su guitarra.
El muro distante se rompe cuando suena la inmortal “Alice” y todos conectamos por vez primera con el grupo. Quizá sonó muy temprana pero siempre es bienvenida, y en este preciso caso, necesaria. El público no llenaba ni la mitad de la sala así que puede que la banda se entregara también a la mitad, aunque visto lo visto parece que esta gente va a piñón fijo, tira los shows adelante y poco más.
Temazos como “Flood I” o “Floorshow” te mantienen en vilo, como esperando algún efecto o alguna sorpresa por parte de la banda, pero nada, el juego de luces y el Dr. Avalanche son los auténticos protagonistas del evento. El trío arremete con la gran “Anaconda” y “Marianne”, a la que seguiría “Susanne”, pero el mar de efectos en la voz de Andrew es exageradísimo. Hasta hay un momento en que tiene el micro a un metro y sigue cantando. Las sospechas son enormes y uno ya no sabe hasta que punto lo llevan todo (o casi todo) grabado.
Es “Dominion/Mother Russia” la que vuelve a encender la llama de la esperanza pero con “Summer” volvemos al tedio reinante. Ben Christo y Chris May son meros comparsas que se mueven de igual forma, repitiendo un circuito de movimientos similar en cada tema y con unos coros tan sospechosos como maquinales.
“This Corrosion” suena en versión single, acortada, pero es otro de los grandes momentos al que le seguirá otra de las inmortales: “Flood II”. Qué gran disco es el “Floodland”, por cierto. Eché mucho de menos “Torch” para romper a modo templado el ritmo maquinal imperante. “Something Fast” y “Vision Thing” hicieron que la recta final del concierto mejorara, bien apoyada por el juego de luces incesantes y tenues que bañaban el mar de niebla artificial.
“Lucretia” es otra visita al excepcional “Floodland”, todo un temazo, continuado por “Top Nite Out”. Pero el desparrame final estaba cantado: “Temple of Love”, eso sí, en versión corta. Fin de fiesta aplaudido y que nos hace despedirles con un buen sabor de boca, pero poco más.
En toda la noche sólo una vez Eldritch se dirigió al público para agradecer nuestra asistencia y fue con un seco “Thank You” y nada más. De las sospechas sobre la mucha tecnología utilizada, los coros pregrabados y el exceso de humo mejor ni hablar. Recordemos la polémica que hubo en una de sus últimas visitas, que les hizo volver a repetir todo un concierto gratis debido a lo desastroso que había sido. No creo que las cosas hayan mejorado y dudo que sean muchos los que quieran volver a verles visto lo acaecido.
Con decir que el Dr. Avalanche fue el mejor de la banda ya está todo dicho. En fin, todas las bandas clásicas hay que verlas por lo menos una vez en la vida. A los Sisters of Mercy ya los hemos visto, pero es triste que ese concierto sea para mí sólo una casilla tachada en una lista de grupos imprescindibles a los que ver.
Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Marcelo Gonzalez
Promotor:Rock N Rock
Asistentes:450
Día:12/03/2009
Hora:21:30
Sala:Razzmatazz I
Ciudad:Barcelona
Puntuación:4
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