Sin pirotecnia y sin artificios, pero Nightwish hicieron el concierto de nuestra vida
Más de dos horas ininterrumpidas de metal sinfónico sacaron más de una sonrisa. Pese a que la banda no interactuó como es habitual en ella, hay que recordar que estamos en una de las últimas fechas de una larga gira y que el cansancio afecta más de lo que nos imaginamos. Demostraron una profesionalidad altísima y un tremendo nivel como músicos. Solo cabe esperar que no tarden tanto en volver con su propia gira y que sea durante el principio de la misma. NIGHTWISH tiene una legión enorme de seguidores en España deseosos de volver a verles, como se comprobó en Madrid.
Voy a asistir al concierto de mi vida… palabras muy grandes y difíciles de pronunciar ¿verdad? Pongámonos en contexto: antes de que se anunciara de que NIGHTWISH iba a tocar en Madrid hubo una campaña de promoción llamada “El Concierto De Mi Vida”; la gente se sacaba de la chistera carteles de ensueño y se permitía el lujo de resucitar a algún muerto sin pensar. Con el anuncio hubo un fuerte sentimiento de decepción y mucha gente no veía ninguna razón para afirmar semejante expresión con NIGHTWISH de por medio. La idea de la campaña funcionó si se aplica la siguiente frase: “no importa que se hable bien o mal de algo, lo importante es que se hable”. Durante un par de semanas se habló de que la banda de Holopainen se iba a dejar ver por Madrid con mucha efervescencia y gracias a ello, cualquier persona se enteró.
El 10 de septiembre era el día marcado en el calendario y desde buena mañana se respiraba el olor de Finlandia alrededor del Barclayclard Center. Las mareas de metalheads inundaban la zona de Goya y sus bares para después ir entrando en procesión, con algún incidente en el acceso a la zona de delante del escenario del recinto madrileño.
Que buena sorpresa vieron mis ojos al llegar a pista: estábamos lejos del sold out en base a la configuración «total» del recinto, si, pero se respiraba un ambiente excelente y digno gracias a la buena entrada que el show cosechó, con algo más de 6.000 personas de cuerpo presente. Es entonces cuando entre recordatorio y recordatorio de las medidas de seguridad (la tragedia del Madrid Arena sigue muy presente) ALQUIMIA salió antes de lo esperado. El hecho de empezar con “Vulnerable” fue un tanto arriesgado, es una canción con mucho sentimiento pero a su misma vez un tanto floja para calentar el ambiente. El sonido inicial fue bastante criticable pero por suerte mejoró y con “Dama Oscura” ya se apreciaba todo mejor. El limitadísimo tiempo dejó muchos himnos fuera del set y se vio a una banda sin poder entrar en calor. “Xana” fue la única representación de los desaparecidos AVALANCH y una de las que mejor recepción tuvo. Con “Sacrificio” la banda de Alberto Rionda se retiró sin acabar de despegar por demasiados factores en su contra.
Tras un cambio rápido y correcto, con más de 5 minutos con el escenario vacío que hubiese podido llenar alguna otra canción de ALQUIMIA, las luces se apagaron y el corazón de los allá presentes se tiñó con los colores de la bandera de Finlandia. “Shudder Before The Beautiful” provocó una explosión de júbilo que superó con creces a la de un párroco en una escuela infantil. Cuando “Bless The Child” sonó, una ligera sonrisa se dibujó en muchos rostros que quedaría sellada por “Storytime” y una Floor Jansen magistral en el momento del coro. “My Walden” y “Élan” podrían haber sido substituidas por un “Ever Dream” o la homónima del último cd tranquilamente; por suerte el poder de los clásicos siempre será superior y “The Siren” nos lo recordó. “The Poet and The Pendulum” y su explosivo devenir hizo temblar los cimientos del palacio madrileño pero, ya que hablamos de cimientos temblando, se echó de menos la pirotecnia que suele usar la banda. Sin ella, y con un escenario demasiado centrado en la pantalla de video, el directo perdió fuerza y espectacularidad, que no calidad musical y ejecución.
La noche continuaba con la fiesta que se organizó con “I Want My Tears Back” y la explosión de alegría que provocaron las primeras notas de “Nemo”. “Stargazers” y “Sleeping Sun” fueron las representantes más antiguas de la carrera de la banda. La decisión es cuestionable, si. Llega a sonar un “Wishmaster” y el servicio de emergencias se habría colapsado ante tantos ataques al corazón. Pero ahí estuvo “Ghost Love Score”, para demostrar el poder de los temas míticos y la magia de la música de la banda. Es obvio que Nightwish están en otro capítulo de su carrera, que sienten que son capaces de sorprender con cualquiera de sus nuevas composiciones y que no se sienten excesivamente esclavos de su pasado. Pocas bandas de metal se encuentran en una situación donde el público es tan receptivo hacia lo nuevo como en su caso.
“Last Ride of Day” nos hizo vibrar y “The Greatest Show on Earth” fue el punto y final al unisono con su “We Were Here” final.
Más de dos horas ininterrumpidas de metal sinfónico sacaron más de una sonrisa. Pese a que la banda no interactuó como es habitual en ella, hay que recordar que estamos en una de las últimas fechas de una larga gira y que el cansancio afecta más de lo que nos imaginamos. Demostraron una profesionalidad altísima y un tremendo nivel como músicos. Solo cabe esperar que no tarden tanto en volver con su propia gira y que sea durante el principio de la misma. NIGHTWISH tiene una legión enorme de seguidores en España deseosos de volver a verles, como se comprobó en Madrid.
Promotor:Madness Live
Día:2016-09-10
Hora:19:00
Sala:Barclayclard Center
Ciudad:Madrid
Teloneros:Alquimia
Puntuación:8
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.