Primera jornada de un Azkena en el que el nivel de las bandas ha sido absolutamente alto. Fogerty pudo parar a la lluvia, Hellacopters arrasaron con todo, Graveyard demostraron que su propuesta es espectacular y Cheap Trick cumplieron como sólo ellos saben hacer. King’s X fueron lo más alternativo y Tygers of Pan Tang y Godfather nos entretuvieron.

Se terminó el Azkena 2017 y la verdad es que uno se va con la sensación de que ha sido uno de los mejores de todos los tiempos. Lejos quedan las crisis en las que el cartel era de todo menos atractivo este año se han podido ver detallitos que apuntan a que el Azkena vuelve a ser una clara apuesta de la gente que está detrás del festi. Muchos asistentes, muy buen rollo, elevadísimo nivel en los conciertos y un sinfín de chucherías que nos hizo felices durante dos días.

Si la pasada edición sería recordada por la lluvia esta lo será porque Fogerty nos hizo tocar el cielo. De entrada eso de dividir entre la carpa, el escenario principal y el pequeño ha desaparecido… Hay tres escenarios enormes y pinta que son igual de grandes y que suenan igual de bien. La mejora en los lavabos también ha sido notable. Un gran número de ellos, mucho más higiénicos y muy cuidados. El autobús que iba arriba y abajo en el que podías comprar un vinilo exclusivo con la entrada del año que viene también fue otro puntazo

Pero el gran atractivo ha sido la zona thrashville con lucha libre mejicana. Deliciosamente cutre por momentos y con “luchadores vascos” que era mejicanos con una ikurriña. La verdad es que era más divertido el pique previo que la lucha en si, pero cumplió sobradamente su cometido. Entretuvo e hizo que muchos se echaran unas risas. Los motoristas del infierno también dieron color pero es absurdo que toquen mientras delante están sonando Thunder (por ejemplo)

Lo único negativo quizá sea el sistema de pago con chip que dividió opiniones (es cómodo, la verdad) pero lo que es para replantearse es pagar por el vaso 2’5 euros. Obviamente se podía devolver y te retornaban el dinero, pero la imagen de que por un pedazo de plástico te pidan tanto queda por todo el festival. Cabe señalar que los vasos son preciosos y las frases de Sinatra y Lemmy eran acertadísimas. Personalmente echo de menos grandes nombres en la plaza de la Virgen Blanca. Sólo con recordar que allí estuvo Gregg Allman y que ese año le vimos dos veces me pone la piel de gallina…

Y hablando de piel de gallina, agradecer que entre los enormes músicos fallecidos que adornaban los flancos de los escenarios esté el gran Javier Ezquerro es un detallazo que emocionó a muchos. La mayoría ya nos referíamos a ese escenario como “el Ezquerro”, algo que seguro le hará sonreír desde allí arriba. Por cierto, señalar que la icónica y ya inmortal foto de Javi es de Jordi Vidal.

Ha sido una de las mejores entradas registradas (más de 17000 personas) en las muchas ediciones que he podido estar de este coqueto festival. Y la primera (y quizás única) decepción del festival ha sido que no tocaran The Meteors y en su lugar Fetitxe empezaran más tarde.

The Godfathers

The Godfathers precticaron un rockabilly con clase y pedigrí, encorbatados y luciendo palmito. Su veterano vocalista estuvo muy comunicativo y activo, pero a pesar de los grandes momentos instrumentales y los homenajes a Johnny Cash no terminaron de hacernos despegar.

The Godfathers

Tygers of Pan Tang

La última vez que les vi fue en un Wacken en 1999 ó 2000 y ya fue todo un puntazo que se remodelaran para hacernos recordar los primeros pasos de la NWOBHM. Pero no fue un concierto que pasaría a la historia, ni mucho menos. Estas combinaciones de músicos jóvenes junto a uno o dos miembros originales de una banda mítica pueden funcionar, pero otras no. En el caso de los tigres no es como el de Praying Mantis precisamente. Gustaron cuando atacaron el material clásico como «Spellbound» o «Suzie Smiled” (que versa sobre una chica de Newcastle, como nos hicieron saber su vocalista… Pero cuando tiran de material de su nuevo disco son una banda más de tantas. Buen final con las eternas versiones de «Tush» (ZZ Top) y «Love Potion Number 9».

King´s X

No es un grupo nada fácil y cuesta realmente entrar en su propuesta, aunque atacasen con  una de sus más conocidas de inicio: «Groove Machine». Un power trío de devaneos técnicos, denso, envolvente que pasa de rezumar energía a tirar de baladas suaves o silencios. Coros reales en un show que fue de menos a más llegando a convencer a los que en un principio no entraban de ninguna manera en su propuesta. Fueron una de las bandas más especiales y diferentes del festival. Sinceramente creo que en una sala pueden ser mucho más atractivos y fue un placer estar cara a cara con Ty Tabor y ver cómo las gasta.

King’s X

Cheap Trick

Hace seis años que los de Rockford nos hicieron tocar el cielo en este festival. Hicieron un concierto absolutamente arrebatador, y aunque volvieron a estar colosales esta vez me quedo con su anterior venida. Fue un show similar, con bastante peso del material más nuevo pero vertebrado con esos clásicos que a todos nos gustan. Sonido mejorable en un «Hello There» algo ralentizado aunque la gente ya estaba muy entregada. Había un sinfín de camisetas del grupo. Geniales en “California Man» e «Ain´t that a Shame» con el clásico solo de batería. Robin Zander vistió su habitual uniforme blanco y Rick Nielsen los habituales cuadros de ajedrez. Momentos preciosos con grandes coros y esa combinación única de rock con el sonido Beatles. Uno de los momentos de la noche fue el cover de The Velvet Underground cantada por Tom Petersson. Preciosidad lírica en «The Flame» y apoteosis final con «I Want You to Want Me», «Dream Police», «Surrender» y «Goodnight». Terminaron con un Nielsen desatado tirando púas de guitarra a manos llenas y con una réplica de su célebre guitarra de doble mástil con su cara que le hizo llegar un fan.

Cheap Trick

Graveyard

Enorme concierto de los reformados suecos en el que por momentos rayaron la perfección. Su estilo 70ero sigue siendo absolutamente atractivo y supera a muchos de sus competidores, de sonido actual pero con anclaje en los 70. Clase, largas melenas y recurriendo al material de su última obra que es personalmente la que más me atrae. Sonaron crudos, tiraron de actitud y demostraron que con el futuro que tienen por delante sería absurdo romper. Otra banda que creo que en sala pequeña puede volarte la cabeza… Nos enamoraron con «Magnetic Shunk» o con «The Apple and the Tree». Dentro de su estilo juegan con mucha variedad  de tempos y sonidos, destacando la potentísima base rítmica, que es el auténtico motor del grupo. Los nuevos fichajes cumplieron sobradamente.

Graveyard

John Fogerty

Apoteósico, brillante e histórico. Tras un largo video de introducción sobre la vida y milagros del protagonista y sobre todo lo acaecido en 1969 el eterno líder de la Creedence Clearwater Revival entró en escena corriendo como un loco. Sólo tiene 72 años… Apoyado por todo un Kenny Aronoff a la batería y su propio hijo dándole la réplica a la guitarra asombró a la audiencia a golpe de clásico. Todo el Azkena cantó y bailó sin respiro. Sólo hubo uno parlameto esta vez, en la preciosa introducción que hizo sobre como compuso «Who will Stop the Rain». Fue en Woodstock, y la frase fue de un chico harto del diluvio constante. Coros estatosféricos con segundas voces con James Lomenzo y con un teclista espectacular que se atrevió con el acordeón. Antes hubo tiempo para descargar todo el arsenal de maravillas de la talla de «Down on the Corner», «Hey Tonight» o «Up Around the Band». Había empezado por todo lo alto con una intensa «Born on the Bayou» y ya no habría tregua. El cielo estuvo amenazante pero nos respetó… ideal para uno de los grandes momentos con «Have You Ever Seen the Rain». Duelo de guitarras en «I Heard It Through the Grapevine» y colosal en la cover de «Midnight Special». El cierre vino con Bad Moon Rising», «Fortunate Song» y «Proud Mary», pero nos recordó también que el clásico de los Status Quo «Rockin Over the World» la compuso él. Brillante, rutilante e histórico. Se mantiene perfectamente, con su camisa azul de leñador y una voz que será recordada por los siglos de los siglos.

John Fogerty

The Hellacopters

Si creíamos que ya nada podía hacerle sombra a Fogerty nos equivocábamos, porque lo de los Hellacopters fue antológico también. Menudo inicio con «You Are Nothin´» y «Born Broke». La actitud de los chicos era arrebatadora con un Sami Yaffa estelar al bajo. Terminando de completar el tridente, un Dregen revolucionado y un Nick Royale que se lanzaría varias veces de rodillas por escena. Venían de tocar en Estocolmo en homenaje al fallecido Jens Robert Dahlqvist (con el que me confudieron unos fans, por cierto -???!!!-). Arrasaron con todo demostrando que son una de las más grandes bandas de rock and roll del planeta. Si alguien quedó decepcionado el pasado año creo que esta vez no tiene motivos de queja ante el derroche físico desplegado. El plus al grupolo pone el feeling y colorido de las teclas de Boba Fett, llegándose a poner de pie y tirando de glamour. El gran momento fue «Toys and Flavors»  y la espectacular «By the Grace of God». Alucinante cierre resucitando a los que les empezaba a fallar la fuerza. Venían de darlo todo en Estocolmo y en Azkena salimos ganando pues banda y repertorio fueron alucinantes.

Texto: Jordi Tàrrega

Fotos: Alberto Almendro

The Hellacopters

Promotor:Last Tour

Día:2017-06-23

Hora:17:00

Sala:Mendizabala

Ciudad:Vitoria

Puntuación:9