Saxon posan su águila sobre Madrid acompañados de Girlschool y 77

En resumidas cuentas, una velada excelente de buen hacer en las tablas, en la que parafraseando al propio Biff Byford: se juntaron cuatro generaciones de amantes de nuestra música en una mismo lugar para disfrutar de aquello que más nos gusta.

Con una puntualidad exquisita los ‘77 saltaban al escenario de Vistalegre. La  formación capitaneada por los hermanos Valeta, que practican un efectivo Hard Rock clásico, saben perfectamente lo que se hacen sobre las tablas, sabiendo llegar al público desde el primer acorde y manteniendo un nivel de actividad en el respetable digno para una banda que recientemente ha celebrado su décimo aniversario.

Tras los barceloneses, les llegaba el turno a las londinenses Girlschool, dignas representantes por derecho propio de la “New Wave of British Heavy Metal”, salieron a las tablas con un público muy dispuesto a disfrutar, se podía sentir la electricidad que habían dejado los ‘77 sobre la asistencia y eso hizo que el concierto de Girlschool fuera un derroche de energía desde el primer riff de “Demolition Boys”, pasando por cortes tan clásicos como “Hit and Run”, como de su último disco, que vió la luz en 2015: “Take it Like a Band”, hasta que cerraran con el tándem perfecto de su cover de The Gun: “Race with the Devil” y la enérgica “Emergency”.

Tras el cambio de escenario, había quedado espacio de sobra para que “El Águila” hiciera su aterrizaje ¡Y vaya si lo hizo!. “It’s a Long Way to the Top” de AC/DC sonaba en el recinto, señal de que Saxon estaban preparados para salir al escenario.

La formación de Yorkshire, arrancaba su directo con “Battering Ram”, corte homónimo de su último disco de estudio y que repite presencia en el Live Album “Let me Feel Your Power” que vió la luz a finales de septiembre de este año. “Heavy Metal Thunder” y “Sacrifice” le seguirían, dejando claro con tan solo tres temas sobre las tablas, que se encuentran en una forma excelente, así como en un momento de su carrera en el que sólo podemos esperar verdaderas maravillas en directo.

Durante las poco más de dos horas que duró la actuación de Saxon desgranaron su discografía, haciendo que el público saltara y La Sala de Vistalegre vibrara al ritmo de temas como “Solid Ball of Rock” o “Never Surrender”, tras el cual llegaría el momento de meter en escena una de las características más llamativa de los británicos. “The Eagle Has Landed” daba pie al encendido de su mítica águila, así como todo el aparato de luces que llevaban sobre el escenario. Esto hizo que si hasta ese momento el concierto estaba siendo muy bueno, se convirtiera en una auténtica maravilla.

“The Devil’s Footprint” fue el segundo tema de su último disco, al que le seguiría “Strong Arm of the Law”. Tras este, una pequeña pausa para charlar con el público y preguntar al respetable cuales eran sus temas favoritos y darles varias opciones y después de esto, siguieron, repartiendo su buena dosis de Heavy Metal.

“Power and the Glory”, “Queen of Hearts”, “Dallas 1PM” fueron algunos de los temas que fueron interpretando, hasta llegar al que no podía faltar en este concierto, que recuerdo al lector que debería haberse celebrado en febrero de este mismo año para dar salida a Motörhead, pero que por el triste fallecimiento de Lemmy, no pudo ser. Así que “Ace of Spades” hizo sus veces de homenaje tanto para el célebre bajista como para su banda.

Con “Wheels of Steel” ponían punto final a la primera parte del concierto, para dar paso a dos tandas de bises, con los que dejar bien cerrado su paso por Madrid. El primero de ellos lo compondrían “Let me Feel your Power” y el clásico de los 80 “747 (Strangers in the Night”. Tras esto, una breve salida del escenario y a la vuelta: agradecimientos y volver a la carga con “Crusader”, “Denim and Leather” y la esperada y coreada por todo Vistalegre “Princess of the Night”.

En resumidas cuentas, una velada excelente de buen hacer en las tablas, en la que parafraseando al propio Biff Byford: se juntaron cuatro generaciones de amantes de nuestra música en una mismo lugar para disfrutar de aquello que más nos gusta.