ROTTING CHRIST

La noche del viernes 27 de junio Santander sucumbió una vez más a las guitarras distorsionadas y baterías vertiginosas. El motivo fue el concierto que los valientes chicos de Art Music prepararon en un nuevo y arriesgado intento de traer a Cantabria algo de diversidad cultural. No es la primera vez que esta joven empresa de soñadores nos sorprende. De hecho, en el último año han crecido sus apuestas de forma exponencial, y así hemos podido ver a músicos internacionales paseándose por el Sardinero y alrededores, como los griegos SEPTIC FLESH o los polacos VADERhace un mes escaso, o a otros de reconocido prestigio en nuestro país como THE BON SCOTT BAND o SKIZOO.

Así, el pasado viernes tuvimos en la Sala Heaven de Santander su última propuesta para dar una pincelada del Metal más agresivo y extremo al panorama cultural cántabro de la mano de ROTTING CHRIST, KRISIUN y RAVENCULT, formaciones de gran solera, y de los locales ELDEREON. Todos ellos desplegaron sus más oscuras artes al ritmo de voces rasgadas y vibrantes solos en una velada que brilló más por su calidad musical que por la cantidad de asistentes. Y es que una vez más parece que hay que pegar un tironcillo de orejas a los parroquianos del norte peninsular. Las cifras hablan por sí solas: en una gira que sólo ha pasado por cuatro ciudades españolas y ninguna de ellas eran las típicas (ni Madrid, ni Barcelona, ni Valencia ni Bilbao) resulta sorprendente que en Santander sólo se vendieran poco más de sesenta entradas. Tal cual. Y lo que es más asombroso: el día anterior en Vigo se reunieron para el mismo concierto nada menos que 450 almas, y eso que coincidía con la semifinal de la Eurocopa. ¿Por qué, pues, en Santander fuimos los cuatro monos de siempre? Misterio, pero con una asistencia tan lamentable, poco me sorprendería que se acabaran los conciertos de Metal en Cantabria.

 Entrando de lleno en la materia que nos ocupa, comenzaré hablando de ELDEREON. Contrariamente a lo que muchos pensarán, esta no es una nueva banda bajo el sol. Quizá a los más veteranos les suene de algo una formación de Black/Death llamada MOONSHINE que en sus buenos tiempos llegaron a lanzar varias demos agotadas con rapidez y que tocaron bastante a finales de los 90 por todo el norte peninsular. Pues bien, estos Eldereon no son sino Moonshine pero diez años después y con nuevos miembros provenientes de bandas como DETRIMENT SORROW y GATHERING DARKNESS, y donde el único componente que sigue desde sus principios es Erun-Dagoth, fundador y guitarrista de CRYSTALMOORS. Este concierto era importante para Eldereon porque suponía su primera oportunidad de demostrar que la banda ha resucitado de sus cenizas y que está en plena forma. Eldereon se subió al escenario de la Heaven con un set list cuajado de los temas más míticos de su repertorio como “Abomination” o “Remembrance”, y por supuesto la magnífica “Quest for Immortality”. A pesar de que el sonido que les sacaron no fue del todo acertado, el grupo dio muestras sobradas de las tablas que tienen, pues no en vano llevan todos sus componentes más diez años en esto de la música. Fue interesante, por otra parte, ver a Erun-Dagoth defenderse como cantante y guitarrista, labor que realizó a la perfección a juzgar por los positivos comentarios que se escucharon entre el público. Sus compañeros, también muy acertados, arrancaron los aplausos del personal, siendo en definitiva una media hora excelente que espero se repita en futuras ocasiones.  

RAVENCULT es una formación que defiende el viejo estilo tradicional del Black Metal por encima de todas las cosas desde su fundación, allá en 2001. Originarios de Atenas, Hellas, su líder, siempre ha tratado de desarrollar una música a caballo entre el Black más típico y los sonidos de la música tradicional nórdica, en la misma línea que bandas consagradas como BATHORY o CELTIC FROST. Ravencult cuenta actualmente con varias demos y un álbum titulado “Temples of Torment” que fue grabado en Noruega en 2005. Quizá fueran los más desconocidos para la sala, pero lograron convencer en líneas generales, aunque después de los primeros temas como “The Sigil of Baphomet”, “Commence the Burning of Heaven” o “Oslaught Command”, todos de su primer Lp,  se empezó a notar que tienen demasiados ritmos iguales, con lo que al final se hicieron un pelín repetitivos. Eso sí, Hellas resultó ser todo un personaje que vivió el concierto totalmente motivado y entregado.  

KRISIUN, uno de los platos fuertes de la velada, es una banda que no necesita presentación. Los brasileños están imparables, muestra de ello es el genial “Southern Storm” que acaban de publicar, y desde luego en Santander se volcaron con su actuación. Aunque los tres hermanos dieron un buen repaso a este nuevo trabajo, con temas como “Combustion Infernal”, también hubo hueco para otros míticos de los que nunca pueden faltar, véase “Abyssal Gates” o “Murderer”, que enloquecieron a la sala entera. Tuvieron algún problema al comienzo de su show y eso obligó a la formación a tener que parar unos minutos. Pero lo que podía haber sido un rato vacío y aburrido, fue convertido por Moyses Kolesne en un momento único gracias a su guitarra y a sus prodigiosos dedos, con los que se marcó unos solos que dejaron al personal con la mandíbula colgando. Y una vez solucionado el pequeño problema técnico, vuelta a empezar: Death Metal extremo a toda velocidad, dobles bombos absolutamente feroces y blast-beats por un tubo (tremenda la técnica de Max Kolesne, aunque ya sé que no es ninguna sorpresa), solos afilados como navajas y un nivel técnico impresionante. Tampoco podía faltar la simpatía y verborrea habitual del señor Alex Camargo, que nos contó de todo en un español muy correcto y jaleó a la selección española, convencido él de que íbamos a ganar la Eurocopa. Ni falta hace decir que con ese discurso se metió a todo el mundo en el bolsillo.

Y ya con semejante cantidad de música metida en el cuerpo, sólo quedaba recibir como se merece a ROTTING CHRIST, una banda con diez discos a sus espaldas y que ahora vienen con uno nuevo, “Theogonia”, del cual tampoco tocaron más que un par de temas, centrándose más en apuestas seguras de sus primeros trabajos, como “The Sign of Evil Existence” y “The Coronation of the Serpent”, que tocaron seguidas, “Non Serviam” del segundo, “King of Stellar War” y “Archon “del tercero, y algunos más como “Enuma Elish” o “In Nomine Sathana”, que fue de los últimos.  Hay opiniones para todos los gustos. Para unos fueron aburridos, para otros, como es mi caso, estuvieron tremendos. La verdad es que Rotting me parece una banda por y para el directo: no tienen nada que ver los temas escuchados en disco o en Myspace con los que luego tocan sobre un escenario; aquí ganan enteros y descubres matices que en el álbum no llaman tanto la atención. Así pues, los hermanos griegos Sakis y Themis Tolis se presentaron con el resto del equipo en la sala Heaven para dar rienda suelta a su Black Death oscuro y atmosférico. Y hablando de atmósferas, he de resaltar que una de las cosas que me llamó más la atención fue lo bien metidos que estuvieron los samples, dando a cada pieza un aire muy majestuoso, inquietante y siniestro.

Lo que sí es cierto es que el bolo de Rotting pareció empezar más fuerte de lo que terminó, tanto por la elección de los temas (los mejores vinieron al principio) como por la actitud de los propios músicos, que si bien estuvieron muy correctos y entregados durante todo el show, quizá al final sí se les notaba un poco más cansados. No obstante, la noche fue magnífica en sí. Tuvimos mucha cera gracias a las cuatro bandas, y yo sólo espero y deseo que el ambiente en Santander se anime y nos sigan trayendo giras como esta.