Reviviendo los 80 con King Kobra
Lo mejor de King Kobra es que en esta segunda etapa están entregando un material excelente y son capaces de defender su legado dignamente sobre las tablas.
Cita con la historia… De verdad que nunca me hubiese imaginado poder llegar a ver a King Kobra sobre un escenario. Y sucedió, ayer, en Barcelona, en la menor de las Razz. Lejos quedan sus años de fama, pero el poder ver a leyendas de la talla de Johnny Rod (Wasp), Paul Shortino y sobre todo a Carmine Appice (Rod Stewart, Cactus) fue un auténtico placer. Las críticas de sus conciertos no es que fueran realmente buenas, pero siguen siendo músicos legendarios y capaces de sacar adelante un show en el que hubieron bastantes altibajos. Buena entrada y vibraciones en una breve pero intensa descarga de nostalgia ochentera.
Antes estuvieron los chicos de Tabü volviendo a demostrar que están en forma y que sus dos discos de hard rock patrio enganchan. El volumen estuvo excesivamente alto pero cumplen de maravilla su cometido y entretienen. Terminaron con lo mejor de su disco “Destino”. Fue bonito ver como la sala cantaba algunas letras a pleno pulmón. Paso a paso se hacen su hueco y van a estar en el Ripollet, en el que quizá sea su show más importante hasta la fecha.
Cuando King Kobra saltaron a escena la cosa empezó titubeante con la intro de “Ready to Strike”. Paul Shortino desafinó de lo lindo pero pronto los planetas se alinearon y pudimos disfrutar de uno de sus himnos más emblemáticos. La sala cantó y pudimos ver un poco los diferentes roles y personalidades del combo. Carmine y Johnny siguen con su look de viejas Rock Stars pero Daniel Michael-Phillips parece que haya envejecido en dos años. Sólo en el aspecto físico pues a fin de cuentas sería uno de los triunfadores de la noche. Aspecto de padre que acaba de mandar a su hijo preadolescente de campamentos pero con una habilidad dactilar exquisita. John es el nuevo. Un guitarra de apoyo que cumple perfectamente y aporta sangre fresca al combo.
Se combinaron temas de esta segunda etapa con los clásicos de los 80, y pronto vimos que Johnny Rod lleva la fiesta en el cuerpo. “Tear Down the Walls” y “Knock ‘Em Dead” fueron más que bienvenidas, pero sería la pegadiza “The Ballad of Johnny Rod” la que despertaría finalmente a la sala. “¿Has estado alguna vez en prisión Johnny?”, preguntaba Paul… “Una, por posesión de drogas” respondía el exWasp. Shortino había calentado sus cuerdas vocales y en esos momentos vivimos lo mejor de la descarga. La tremenda “Shadow Rider” nos transportó a ese lejano 1983 y el solo de bajo de Johnny iba con sorpresa… Sus coros no habían sido demasiado lucidos hasta el momento pero se atrevió con un buen trozo de “Wild Child” de Wasp que quedó resultona, aunque un poco fuera de lugar.
Luego hubo un speech de Shortino sobre Ronnie James Dio y cantamos un fragmento de “Heaven and Hell” para luego atacar el “Monsters and Masters”. En el solo de guitarra tuvimos a Daniel y John en el centro de la escena atacando el mítico fragmento instrumental de “Highway Star” de Deep Purple, aunque algo ralentizado. Parecía que estábamos en los bises pues luego cayó la fantástica “Hunger” (que aunque es uno de sus cortes más representativos es una versión). Y para rematar el mejor tramo del concierto qué mejor que “Iron Eagle (Never Say Die)”. Hubo que pararla y empezarla de nuevo ya que un molesto pitido de acople y Carmine se quejó un par de veces más a lo largo del concierto.
Pocas veces uno tiene la oportunidad de ver un tipo tan activo como Johnny Rod tirando de gimmicks y bromitas constantes. Imaginároslo en los tiempos de Wasp junto a Chris Holmes y con 30 años menos. En el fenomenal solo de batería de Appice Rod bajó del escenario a hacer su espectáculo con “gafas del cerca” incluidas. Carmine posee esa aura de leyenda y tiene una hilera de focos carmín apuntándole. Despedida con “Midnight Woman” y “Rise Your Hands” tras hora y 10 minutos y un poco de cabreo entre el personal al ver que estaban decididos a marcharse… Hubo el momento cómico cuando el guitarrista John no encontraba una púa para tocar y el combo improvisó una jam para ir haciendo tiempo.
Daniel Michael-Phillips se graduó a base de solos y tras el primer bis “Turn Up the Good (Times)” ya hicieron otro amago de espantada. El griterío y la insistencia hicieron que cayera una segunda pieza: “Have a Good Time” de su último “II”. Buen final para un show con muchos altibajos pero con un buen sabor de boca final. En la despedida y tras la reverencia, Johnny se señalaba el brazo enseñando orgulloso su tattoo de Wasp. Tras recuperar fuerzas el grupo salió de los camerinos y estuvo en los aledaños de la sala firmando y haciéndose fotos con la gente, simpáticos y atentos. Valió la pena ver a estas leyendas de la década de las hombreras… aunque si lo pensamos un poco sus grandes logros fueron meter dos temas en dos bandas sonoras de la época: “Transformers” (de dibujos animados) y “Águilas de acero”. Lo mejor de King Kobra es que en esta segunda etapa están entregando un material excelente y son capaces de defender su legado dignamente sobre las tablas.
Fotos: Alfredo Rodríguez
Promotor:Kivents
Día:2016-06-08
Hora:20:00
Sala:Razzmatazz 3
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Tabü
Puntuación:7
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