Respirar el ambiente de los pequeños escenarios con Virgen y De la Cuna a la Tumba

Otra noche más en la que el público disfrutó de dos grupos estatales de los que tendremos, seguramente, gratas noticias en un futuro. Sin grandes ornamentaciones ni demás pastiches, fueron capaces de hacernos partícipes de grandes canciones en vivo y en directo

Como hemos repetido alguna que otra vez, nos encanta inhalar el ambiente que se vive en una pequeña sala donde las bandas miran de tú a tú a los asistentes. Ocasiones de disfrutar de bandas de calidad más que contrastada, nunca faltan. Y es de recibo que de vez en cuando nos hagamos eco de lo que se vive en los minúsculos escenarios. En otra Goetia Session, tendríamos la oportunidad de ver en directo la nueva banda DE LA CUNA A LA TUMBA – formada por Kantz de TENPEL, junto a Jaime y José de CATORCE, y Luis Manuel de ASTRONOMIST – y a VIRGEN, que tan sólo hace unos días abrían para COHEED AND CAMBRIA en la capital, después de que su renacer con “Polsaguera” haya gozado del beneplácito de la crítica y el público.

Con varios minutos de retraso, comenzaban a caldear la sala Velvet este conglomerado de músicos andaluces con vocalista madrileño al frente, que poco tardaron en conseguir llamar la atención de los allí presentes. Aunque era el primer fin de semana de conciertos de su carrera, DE LA CUNA A LA TUMBA (desconocemos si su nombre procede del poema sinfónico de Liszt) se sintieron muy cómodos en la tarima, y al ritmo de “Modo Vuelo” o “De Bruma” entre otras, iban hilando un poderoso concierto que gustó a la inmensa mayoría. Kantz y Jaime se iban alternando sus grandes voces en ciertas partes, y en canciones como “Catalizador” demostraron con solvencia lo que son capaces de conseguir en directo. Un post rock, siempre que se hable con manga ancha, con muchas partes instrumentales cargadas de sorpresas, que nos llegaron a embrujar por momentos. Y un vocalista a la altura que llega al público con sus grandes letras. ¿Qué más se puede pedir? Poco más en este concierto. Aunque dieran la sensación que el volumen estaba excesivamente alto…

Debido a los retrasos iniciales, y al horario de “cierre” para los conciertos en la sala, VIRGEN salieron directos a la yugular. Sin perder un minuto más de su tiempo. Tanto, que parecían que iban más acelerados que las propias  “Resurrección” o “Le Gran Mondongo” con las que abrieron fuego. Otra cosa no; pero intensidad, precisamente, no era algo que le faltara al quinteto de Vega Baja. Es más, unos de sus guitarristas, parecía que en cualquier momento se iba a empotrar en la pared del escenario por sus movimientos espasmódicos. Dieron buena cuenta de su nuevo trabajo, y temas como “Máscara de perro” o “Cuellolibre” no faltaron a la cita. Su vocalista y guitarrista Jorge, ataviado con un peculiar sombrero y un no menos llamativo poncho, iba alentando al público para que no perdieran fuelle en sus 40 minutos de actuación. Un show corto, pero repetimos, muy intenso. Gustará más o gustará menos su propuesta (¿post-hardcore?, ¿cosmic-experimental? Qué más da…), pero no se les puede achacar que no lo dieran todo en su corta actuación. Tablas y experiencia con los que ganaron muchos amigos tras su presencia en esta sala malagueña.

Otra noche más en la que el público disfrutó de dos grupos estatales de los que tendremos, seguramente, gratas noticias en un futuro. Sin grandes ornamentaciones ni demás pastiches, fueron capaces de hacernos partícipes de grandes canciones en vivo y en directo. En un pequeño escenario. De tú a tú.