Tras tantos años de operaciones y momentos bajos está claro que Mr. Tom Keifer quiere disfrutar yendo de gira por el Viejo Continente tocando lo que le venga en gana. Si alguien dudaba entre ir y no ir… lo siento si se quedó en casa. Hora y 20 minutos de disfrute con un Keifer que sabe contenerse y cuidarse pero sin bajar la intensidad ni la entrega.

Memorable fue el concierto de Cinderella en Barcelona hace ya unos años en la mayor de las Razz. No reventaron la sala y tocaron una escasa hora y cuarto, pero suficiente para que muchos de nosotros pudiéramos revivir sobre escena canciones inmortales a manos de sus protagonistas. Los años han pasado y el bueno de Tom Keifer recaló otra vez en la capital catalana con una banda que le acompaña y en la que combina su legado en Cinderella junto a algunos temas de su disco en solitario. Una obra que vale mucho la pena pero que no se vendía en el merchandising. Suena diferente a su banda madre, pero es así como tiene que ser. Los que estuvimos allí ayer vivimos un show realmente especial, y en algún momento alcanzó la magia que esperábamos encontrar.

Nada de teloneros, como cuando Cinderella tocó en Barcelona y con esa cortina que deja media sala vacía. Media de edad mayor de 35 y un público muy participativo y entregado. Hubo una entrada pregrabada y empalmaron con “Bad Streamtress Blues” fundida con “Fallin’ Apart at the Seams”. Volver a escuchar esa voz en directo es sencillamente grandioso. Tom juega con ese doble registro de voz limpia-rasgada al alcance de muy pocos. Hasta cierto punto comparable con Ronnie Atkins de Pretty Maids o con el Jon Oliva (Savatage) de los buenos tiempos. En impecable negro, vestía como lo que se le espera a una rock star de su tamaño. A pesar de los años sigue muy digno y su sola presencia ya llena el escenario.

La banda estuvo más que solvente aunque en ocasiones de tiró de tecnología para los coros. “It’s Not Enough” y “A Different Light” demostraron que su disco en solitario posee temas sumamente bellos. Cantados en su mayoría con voz limpia y potenciados por unos estribillos que se te quedan a las primeras de cambio. La fiesta se desató a partir de ese momento con el doble ataque de “Somebody Save Me” y “Shake Me”. Genial ver a la gente tan volcada cantando líneas, puentes y estribillos y viendo a un grupo disfrutar sobre el escenario. Hubo algunas pausas en las que el divo pudo ir tomando aire. Es consciente de sus limitaciones y del paso de los años, y juega sabiamente con los tiempos sin necesidad de tirar de solos innecesarios. En una de estas sacó su móvil para grabar a la concurrencia. Cuando cantamos eso de “oé, oé oé” volvió a sacarlo para grabar y nos invitó a verlo mañana en su Facebook personal.

Los teclados de Paul Taylor eran sutiles pero imprescindibles y Tony Higbee es la mano derecha de Tom, con el que incluso llega a cantar a dúo en algún momento puntual. Espectacular momento balada con “Heartbreak Station” y “Don’t Know What You Got (Til’ It’s Gone)”. En esta última hubo un primer tramo acústico con voz limpia y una segunda parte eléctrica con el habitual rasgueo vocal que es “trademark” en Cinderella. En “Nobody’s Fool” nos comentó que su esposa Savannah solía cantar con ellos en este tramo del show, pero que no estaba en esta gira, así que la llamó. Sí entró una rubísima corista dando un contrapunto espectacular a las voces (aunque sospecho que había algo de tecnología de apoyo). Estas tres canciones sonaron realmente a gloria… Impresionante escuchar a la gente cantarlas.

Reposó un poco de su cosecha propia con “Solid Ground” para luego atacar la preciosa “Coming Home”. Pero para un servidor fue con “Shelter” cuando vivimos lo mejor de la noche. Excelente composición, perfectamente defendida y con todo el grupo atacando los coros. Un tema luminoso, espectacular y pegadizo.

Los tres bises dieron para mucho, con una versión de los Stones como es “It’s Only Rock ‘n’ Roll (but I Like It)”. Indudablemente siempre funciona, con la rubia corista posando con una pandereta ataviada con pañuelos. La otra fue la coral y ampulosa “With a Little Help from My Friends” de los escarabajos de Liverpool, aunque el tratamiento que le dan es un poco más en la onda Joe Cocker. Creo que era la primera vez que vivía este tema en directo y os aseguro que resulta mágico. Derroche de voces con la corista luciéndose y con un Keifer llegando a cotas épicas, quemando las naves. Estaba cantado que la despedida la ponía el riff inmortal de “Gypsy Road”, y así fue. Vítores y aplausos para despedir a un divo que brilló y estuvo a la altura que esperábamos de él. Tras tantos años de operaciones y momentos bajos está claro que Mr. Tom Keifer quiere disfrutar yendo de gira por el Viejo Continente tocando lo que le venga en gana. Si alguien dudaba entre ir y no ir… lo siento si se quedó en casa. Hora y 20 minutos de disfrute con un Keifer que sabe contenerse y cuidarse pero sin bajar la intensidad ni la entrega.

Promotor:Madness Live

Día:2015-10-19

Hora:21:15

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8