RAMMSTEIN
RAMMSTEIN es sinónimo de espectáculo, en todos los sentidos. Por eso mismo, cualquier parecido de esta crónica con la de Sergi Ramos, publicada hace una semana y que se puede leer en este enlace, no es pura casualidad. Los alemanes juegan en una división en la que todos los detalles deben estar atados, coordinados y sobre todo, controlados. Es por eso que mucha gente que los ha visto varias veces sale con una sensación de frialdad; la mecanización de sus shows es necesaria para que no haya desgracias. De ahí que repitan noche tras noche el mismo set (esta vez cambiando el orden de algún tema) y además los mismos efectos. Además, aquí se añadía el factor de que siendo la gira de un disco recopilatorio, poco (o nada) nuevo íbamos a ver que no hayan mostrado ya. Sus nuevos “numeritos” (dicho en el mejor de los sentidos) los suelen guardar para diseños de nuevos discos y temas, y aquí en esta ocasión no presentaban trabajo alguno. Después de esa introducción, alguno puede pensar que su concierto no fue nada del otro mundo, pero no es así. RAMMSTEIN es un grupo que tienes que verlo al menos una vez en la vida para ver de lo que son capaces de hacer con su espectáculo.
Un punto negativo fue la elección como telonero de Joe Letz (batería de COMBICHRIST, entre otros) en su faceta de DJ. Lo poco que pude verle resultó de lo más aburrido y cansino. Su interacción con la masa que llenaba el Palacio de los Deportes (a cuadros me dejaron las interminables filas que lo rodeaban horas antes de la apertura) se limitó a un “fuck the dj” de lo más soso y cansino. Si a eso añadimos que se dedicaba a pinchar remixes de RAMMSTEIN… poco más que añadir. ¿El dato positivo? Que esa elección seguramente se deba a la estricta puntualidad de la que hacen gala, y es que poco más de cuarto de hora después daba comienzo el concierto. Lógico y normal: todo preparado en la parte trasera, y un simple hueco para una persona con su mesa y teclado para ir poniendo temas. Lo dicho más arriba: todo bien pensado.
Iba avisado y advertido, especialmente de los tres primeros temas para hacer fotos, pero a pesar de todo, siempre hay algo que te sorprende… o que olvidas en ese momento. Un telón semitransparente que dejaba ver a los músicos con los focos y miniexplosiones de los primeros acordes de ‘Ich tu dir weh’ daba paso a una plataforma (con la forma de la cruz del logo iluminándose) con Till Lindemann enfundado en su abrigo de plumas rosa, que le hacía parecer aún más ancho y grandote de lo que ya es. Sus muecas y poses nada más empezar ya nos mostraban lo buen actor que es y que sería a lo largo de la poco (y escasa) más de hora y media de actuación. Como primer tema, correcto… pero con un efecto visual muy por debajo de lo que nos acostumbraron en la gira de ‘Liebe Ist Für Alle Da’ (recordatorio: Till subiéndose en una plataforma de reducidas dimensiones con una garrafa que arrojaba chispas sobre una bañera con su teclista en el interior mientras se sucedían las explosiones). La recuperada ‘Wollt ihr das Bett in Flammen sehen?’ seguía con el grupo posicionado quieto, cada uno en su parcela, mientras la figura de Lindemann con sus brazos en la espalda imponía; en ellas encerraba las bengalas para que en el segundo estribillo encendía mientras formaba círculos con ellas, a la par que los primeros fogonazos traseros empezaban a hacer acto de presencia. La machacona ‘Keine Lust’, esta vez acompañada de chorros de humo en la parte adornada de efectos hacían su parte… aunque todo el mundo quería seguir viendo pirotecnia. Volvió a salir en la parte final de ‘Sehnsucht’ y la habitual de los micros de sus guitarras ardiendo en ‘Asche zu Asche’ . Eso por no hablar de la que lían en ‘Feuer frei!’, donde su título lo dice todo, y para el que se dan un baño de fuego en los últimos segundos con las bocanadas de aire tanto de Lindemann como de Paul Landers y Richard Kruspe. Sí, nada que no hayamos visto ya, pero consigue sorprender e impactar como la primera vez. Lo mismo se puede decir de ‘Mein Teil’ (aquí empezó la variación del set) con el chef Till preparando un Flake frito. ¿Que el lanzallamas que quema la cacerola le parece poco potente? No hay problema, coge uno con una llama más el doble de grande y todo arreglado. ‘Ohne dich’ supuso una pausa en forma de medio tiempo, que nunca viene mal, pero no es lo que se suele querer ver en un concierto así. Como si de la noche y el día se tratara, ‘Wiener Blut’ supuso el bofetón en la cara con sus cambios de ritmo atronadores. Otro efecto recurrente es el arco de fuego que se saca su frontman al comienzo de ‘Du riechst so gut’, mientras unos focos verdes enormes iluminan a sus compañeros (a una altura muy baja); tampoco faltó el momento punteo de sus dos guitarristas. Se seguían sucediendo cosas ya vistas, como el supuesto fan que salta al escenario en ‘Benzin’ para quemarle con un surtidor que previamente habían encendido, la marcha militar de ‘Links 2-3-4’ (que gozó de una de las iluminaciones más espectaculares, a falta de fuego), el disparo en ‘Du Hast’ que hacía que dos bengalas fueran hasta la mitad del recinto y volvieran, o la sodomización de Flake en ‘Buck dich’, esta vez en una plataforma central elevada diez metros, antes de “terminar” con ‘Ich Will’.
En poco más de cinco minutos volvieron a la carga con ‘Mein Herz brennt’, la que creo que han destrozado con su versión en piano. Poco queda de aquella que abría ‘Mutter’, y de la que pude disfrutar en su apertura en Festimad hace más de diez años; una pena. Según me contaron, durante ella, uno de sus guitarristas se bajó al foso para verla desde allí. Pronto volvería a su posición para una espectacular ‘Sonne’, ésta sí, con las mejores luces de toda la noche, y con el logo-cruz de la banda ardiendo en la parte trasera del set (‘Live aus Berlin’ total). El ritmo bailongo de ‘Pussy’ (tengo que decirlo, de lo más facilón, no me gusta nada) marcaba en punto final con Till sobre el pene enorme echando espuma sobre los miles de personas que estaban en pista a la par que dos cañones de confeti hacían una mezcla curiosa y visualmente efectiva. Una vez había terminado la música, la banda al completo (a excepción de Flake, que seguía a su teclado), en primera línea, se arrodilló como muestra de respecto a sus fans, dando las gracias por una noche más para el recuerdo. Como decía al inicio, sencillamente espectaculares.
- Ich tu dir weh
- Wollt ihr das Bett in Flammen sehen?
- Keine Lust
- Sehnsucht
- Asche zu Asche
- Feuer frei!
- Mein Teil
- Ohne dich
- Wiener Blut
- Du riechst so gut
- Benzin
- Links 2-3-4
- Du hast
- Bück dich
- Ich will
- Mein Herz brennt
- Sonne
- Pussy
Texto y fotos: Varo Andrés ( varo@themetalcircus.com )
Promotor:Encore Music
Asistentes:15.000
Día:21/04/2013
Hora:21:00
Sala:Palacio de los Deportes
Ciudad:Madrid
Puntuación:9
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