Notable noche de domingo la vivida el pasado día 6 de abril en la barcelonesa sala Razzmatazz II. Siempre es de agradecer que vuelvan Rage, histórica banda de la que he podido asistir cerca de 15 veces en directo, con múltiples formaciones, etapas y miembros diferentes pero siempre con el carismático y entrañable Peavy Wagner ,capitaneando una nave a la que parece haber enderezado con un enésimo golpe de timón.

Pude llegar a medio concierto de Edenbridge, austríaca banda de la que en sus inicios fui un gran admirador, especialmente de SUNRISE IN EDEN, de la destreza de Lanvall a la guitarra y de la voz de Sabine. De hecho en sus inicios pocas bandas existían con vocalista femenina al frente y con un material tan delicado y bello. Pero sus siguientes obras en estudio cayeron en la contumaz linealidad compositiva. Llegaron a sonar a baladas de Walt Disney con doble bombo y de ser una interesante promesa han caído a ser una banda más con chica al frente. Las expectativas con las que aguardaba su descarga no fueron cumplidas y demostraron ser una banda del montón, poco motivada, reiterativa y con una Sabine muy deslucida. De hecho ni Lanvall llegó a cautivar con sus solos y el protagonismo recayó en su simpático y activo bajista. Cortes de nuevo cuño como las finales “Fallen From Grace” y “My Earth Dream” dejaron patente que han endurecido algo su sonido pero poco más. Si hay que destacar algo de su poca lucida actuación podríamos rescatar “The Undiscovered Land” del APHELION pero poco más. Lo que me remató en lo personal es que de su ópera prima no cayó absolutamente nada y el ver como una banda que juega y se basa tanto con las atmósferas no cuenta con teclista y tira de enlatado. Hasta duele ver como hubo gente que prefirió salir fuera a fumar que seguir viendo lo poco que tenían por ofrecer.

La huida de Mike Terrana y el peso específico en la composición de Victor Smolski han hecho que Peavy haya recobrado una cierta estabilidad, y más con un último gran disco orientado hacia un sonido más clásico en lo teórico, pues sigue existiendo una gran conexión con sus recientes trabajos y esa influencia notable de la etapa orquestal. Al parecer el sr. Mike Terrana se negaba a tocar muchos de los antiguos temas, pero a la postre, y viendo el set list final del concierto, tampoco es que el fan más devoto de sus primeras correrías pudiera salir extasiado, ni mucho menos. Uno de los principales problemas de Peavy es su concepción de lo que es para él un clásico de Rage. Para lo que para muchos sería del BLACK IN MIND para abajo no lo es para su líder. Cuantas veces le hemos pedido “Enough is Enough”, “Invisible Horizons”, “Baby I’m Your Nightmare”, “Without A Trace” o “Light into the Darkness”… es igual, no está interesado en todo ese material. Hay una gran anécdota de un buen amigo que le confesó a Peavy que “Saddle the Wind” era su tema favorito de toda su discografía. Al oírlo Peavy preguntó: “¿Cuando he grabado yo esta canción?, ¿En qué disco está?…” En el REFLECTIONS OF A SHADOW sr. Wagner, y como bien el título indica de todo ese material poco hay que reflexionar y ni la sombra queda de él.

Pero bueno, más allá de la anécdota y de las quejas de los veteranos fans hay que alegrarnos de que los actuales Rage nos brindaran el mejor concierto desde la gira del WELCOME TO THE OTHER SIDE, y aunque no lo parezca ha llovido mucho ya. Estaba cantado que las brillantes “Carved in Stone” y “Drop Dead” abrirían la velada, con un público realmente entregado y muy conocedor de su última obra. Peavy tiene ese look a lo Buda, perfectamente escudado por un Smolski espectacular a las seis cuerdas y con un André Hilgers (Axxis) menos pirotécnico y virguero que su antecesor pero cumplidor y efectivo. Se ha perdido músculo pero se nota a la banda como más relajada y feliz sobre escena.

La primera sorpresa la puso la enorme “Under Control”. Es increíble que este temazo haya estado tanto tiempo olvidado, pero bueno, ya conocemos a Peavy y sólo por ese regalo ya mereció la pena acercarse a la mediana de las Razz. Coreado a pleno pulmón y con un sabor nostálgico indescriptible: ¡ya era hora!. “Soundchaser” reivindicó un disco algo menospreciado pero que encierra grandes composiciones como la presente, y “Days of December” fue presentada como un clásico si bien para muchos pertenece a su última etapa. Un sonriente Peavy cumplió bien a las voces y ejerció de perfecto maestro de ceremonias. La otra sorpresa -relativa- fue la inclusión de la inmortal “Refuge”, y digo relativa porqué cayó como bis en su despedida del pasado Wacken. Ese antológico riff y ese estribillo fue coreado y ovacionado como la ocasión merecía.

La monumental sorpresa llegó con la presencia de una invitada femenina (Jena Majura) que bordó tanto la excepcional “Lord of the Flies” como el “Dies Irae”, que se ha hecho un hueco ya en su extensa discografía. Hubo orquestaciones enlatadas pero consiguieron sorprender gratamente a los presentes, de hecho la chica estuvo más brillante que Sabine Edelsbacher, muy a pesar de lo odiosas que puedan ser las comparaciones. Siguieron con “Beauty”, “One More Time” y “Lost in the Void” demostrando que su material de los últimos tiempos contiene grandísimas composiciones, muchas veces excesivamente criticadas por sus seguidores más veteranos. Otro de los momentos memorables le correspondió a “No Regrets”, muy intensa y efectiva.

Los fans de Terrana quizá echaran en falta el esperado solo que, a pesar que ya estaba algo visto, encandilaba a unos y era odiado por tantos otros. Su sucesor tienen otro estatus pero lo que se mantiene es el momento para el lucimiento de Smolski, que esta vez estuvo poco protagonista en el solo pero genial en la mayoría de canciones en las que se adorna y de qué manera. Llegó la tripleta de “Unity”, la excepcional “Down” y “Set this World on Fire” para dejar claro que UNITY fue un punto álgido de Rage en estudio, aunque coincidió con una etapa algo anodina en lo que a directos se refiere.

Encarando la recta final atacaron un medley empezando con uno de los mejores temas de su reciente obra: “Long Hard Road” con un gran solo fundido con la inevitable “Higher Than the Sky”, esta vez con el estribillo repetido menos de diez veces. Por diós, han machacado tanto este tema que para muchos llegó a ser odiado. Seguidamente visitaron el “Don’t Fear the Winter” (siempre bienvenida y ampliamente coreada) que volvió a quedar fundida con “Long Hard Road”. Para ir despidiendo “Open My Grave” que posee un inicio que por unos momentos nos recordó a “Shame On You”. Gran tema que sí recuerda bastante a los Rage de los inicios muy a pesar del interludio algo más relajado, que nos devuelve a los Rage más actuales. Y cerrando la descarga “Straight To Hell” del WELCOME TO THE OTHER SIDE, otra magna obra que si bien merece un espacio en el set list quizá para muchos no es la más indicada como despedida.

Rage han recuperado ese gancho en los directos, han superado un bache y han rebuscado, aunque poco, en el baúl de los recuerdos. Por mucho que se echen pestes a Terrana tampoco se le puede achacar el bache de los últimos años, pues Peavy es en gran parte culpable de que llevaran años tocando lo mismo. Convencieron sobradamente y se acercaron a las dos horas de concierto. Desgraciadamente la banda sigue tocando en salas pequeñas muy a pesar de que su leyenda y peso dentro de la escena merece mayores aforos. Esperemos que algún día Wagner se decida a realizar una gira tipo Skeletons in the Closet como hizo Hansen y sus Rayos Gamma hace unos años. A pesar de los pesares pocas quejas deben tener cabida ante lo demostrado esa noche de domingo en la ciudad condal. No fue inolvidable pero si uno de los mejores conciertos de Rage en muchos años.

Texto: Jordi Zelig Tàrrega; Fotos: Penumbra

Promotor:Rock n Rock

Asistentes:400

Día:06/04/2008

Sala:Sala Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8