Prophets of Rage y la generación de los 90 coronan el primer Download Madrid
La sensación general en el tercer día del Download ha sido la de que hemos visto algo muy grande en este país. Pese a las críticas iniciales al cartel, a los precios, a la apertura de puertas del jueves, a esto y a lo otro, la sensación general que queda tras el evento es de éxtasis y de ansia por una nueva edición. Han sido tres días absolutamente irrepetibles de conciertos por parte de bandas que mucha gente ansiaba ver en nuestro país desde hace muchos años y la nota final es prácticamente excelente en cuanto a instalaciones, organización y produccion general del evento.
Valoraciones generales
La sensación general en el tercer día del Download ha sido la de que hemos visto algo muy grande en este país. Pese a las críticas iniciales al cartel, a los precios, a la apertura de puertas del jueves, a esto y a lo otro, la sensación general que queda tras el evento es de éxtasis y de ansia por una nueva edición. Han sido tres días absolutamente irrepetibles de conciertos por parte de bandas que mucha gente ansiaba ver en nuestro país desde hace muchos años y la nota final es prácticamente excelente en cuanto a instalaciones, organización y produccion general del evento.
La cuestión es ¿está Download Madrid a la altura del afamado Download inglés? No todavía, pero progresa adecuadamente teniendo en cuenta que esto era solo el primer año y que los carteles británicos son mucho más densos en cantidad de bandas. En el 2018 -donde podemos confirmar que volverá a haber festival- podemos esperar que muchas cosas se mejoren o perfeccionen, desde la contratación hasta los pequeños detalles que hacen que un festival sea algo más que un amasijo de conciertos. Cuestiones como la mascota Dexter circulando por el recinto y haciéndose fotos con todo el mundo, los stands de Zippo o Smoking, aspectos como el photocall, la zona de aspersores y demás son esos detalles que hacen algo más entretenido un festival. A fin de cuentas, la gente va a los festivales para salir de allí como si les hubiese atropellado un tractor en lo que a sensaciones y experiencias se refiere. Da igual que toque Wormed o Tomatito, hasta cierto punto. La gente quiere volver a casa con cosas que explicar durante los siguientes doce meses.
Download Madrid ha sido una experiencia magnífica. Para trabajar, para disfrutar, para relatarlo en un medio. Se nota que hay una inversión muy potente detrás y que el plan no es hacer esto para solo un año, sino que es un proyecto a largo plazo en el que se mima el detalle. Como decíamos, a poco que la contratación en años venideros sea algo más amplia (a fin de cuentas, el festival empieza por la tarde y hay infinito espacio de tiempo para añadir más bandas empezando unas horas antes) podremos estar hablando de un Download que no tendrá nada que envidiar a su primo mayor de Inglaterra con toda su leyenda. Nos quedamos con una realidad que no por obvia es menos contundente: hace un año no teníamos Download Festival. Ahora lo tenemos.
En lo que al público se refiere, cabe decir que el comportamiento y el espíritu general han sido muy positivos. La gente estaba más cívica de lo normal (un festival muy limpio, todo sea dicho) y el buen rollo era abundante. Hubo público en todos los escenarios, hubo ganas de pasarlo bien y salvo las sempiternas quejas previas en las redes sociales que minan la moral de cualquiera, cuando es la hora de la verdad la gente que ama esta música lo da todo. En Download el público fue de diez, apoyando a las bandas, mostrando energía y ganas de impregnarse de aquellos grupos que no conocían todavía, fuesen Lizzies, Soma’s Cure o cualquier de los internacionales que trascienden géneros. Fans con camiseta de Pantera viendo a Nofx o Zebrahead frente a niños de lobulo dilatado viendo a Iced Earth por primera vez. Eso es lo que se supone que debe ser un festival: un escaparate en el que descubrir música y hacerte fan de nuevos grupos que no habías conocido porque no habías querido salir de tu zona de comfort. Y no hay mejor manera de llevarte una impresión de un grupo que viéndole en directo, sea esta positiva o negativa.
Trono de Sangre, Sólstafir y Iced Earth abren la tarde
Tras adentrarnos en el recinto de La Caja Mágica nos encontrábamos con la formación local Trono de Sangre quienes a diferencia de Inmune y Late To Scream si que contaron con una afluencia bastante potente de gente que iban llegando poco a poco para ver la potente descarga de la primera banda del último día. Como un reloj el cuarteto se puso a descargar de manera contundente sus temas como si no hubiera mañana, de hecho no pararon repartiendo zapatilla (no al nivel de los Kreator), pero si a su manera mientras presentaban presentando su último ep “El Perro bajo la piel”.
Hora de aventurarnos de nuevo por los escenarios principales con los islandeses Sólstafir, de quienes tenía mis dudas respecto a su concierto. A pesar de marcarse un bolazo magistral, he de reconocer que la magia que me transmitieron no fue la misma que recibí de ellos cuando vinieron de gira y no fue por falta de ganas, sino más bien por poner un grupo de este estilo con toda la solana golpeando, aunque es cierto que este último día hacía algo menos de calor y se podía llevar bastante mejor. Los de Islandia venían presentando su último disco de larga duración “Berdreyminn”, con una actuación mágica, que erizaba el bello de la piel pero que quedo un tanto deslucida como se pudo contemplar con “Fjara”, por el horario que les pusieron.
Si hay algo que no se puede hacer con alguien con un carácter como el de Jon Schaffer es darlo por muerto. Vale, si: la época dorada de ICED EARTH pasó y la irregularidad ha dominado gran parte de su carrera, pero los factores externos han influenciado demasiado. Desde que el guitarrista se hizo con el timón de la banda de toda su vida, la calidad no para de crecer y en Download demostraron estar totalmente vivos.
Están en forma y unidos como nunca y aunque no estaban en su terreno (era una de las pocas bandas de puro heavy metal del cartel), con la simpatía natural de Stu Block e himnos como “Vengance Is Mine”, o temas más recientes como “Seven Headed Whore”, convirtieron aquel caluroso paraje de Madrid en su dominio. Tal fue la conversión que cuando se acercó el fin un no unísono retumbo en nuestros oídos. La profunda “Watching Over Me” apagó cualquier fuego y nos dejó con ganas de ver de nuevo a los americanos.
Tras la actuación de los americanos Iced Earth, volvíamos al segundo escenario con los noruegos Kvelertak quienes volvían a nuestro país tras arrasar en su gira junto a Slayer con Anthrax, así como en su gira propia. Los de Noruega seguían presentando su último disco de larga duración Nattesferd. Abriendo su actuación llego “Dendrofil For Yggdrasil”, seguida de “1985”. Una actuación magistral, llena de energía de principio a fin, con un Erlend Hjelvik (vocalista), dejándose el cuello como si no hubiera mañana, incluso se bajo a requisar la manguera con la que echan agua. Con la temperatura algo más suave, supieron como suplir una actuación magistral que desató la locura entre los asistentes a la primera edición de este Download en España. Otros de los temas que fueron cayendo de los de Stavanger fueron: “Blodtørst”, “Kvelertak” o “Evig Vandrar”.
Phil Campbell, In Flames y Apocalyptica: para todos los gustos
A falta de Motorhead, bueno es Phil Campbell, el tio que ha estado 32 años de su vida junto a Lemmy. La actuación de Campbell con sus “hijos bastardos” no fue rompedora musicalmente, pero nadie lo esperaba. Aquello era un concierto de rock n’ roll (habría estado bien que saliese al escenario diciendo ‘I am Phil Campbell…and I play rock n’ roll’) y no había lugar a los artificios ni grandes novedades. Un Campbell divertido, con ganas y acompañado de sus retoños, ejecutó canciones como “Big Mouth” y “Spiders”, pero apoyó mucho de su set en los clásicos de Motorhead que todo el mundo quería escuchar: “Going to Brazil”, “Ace of Spades” y “Killed by Death” animaron una actuación que en cincuenta minutos dejó ganas de más.
Si hoy en día uno va a un concierto de IN FLAMES con la idea de encontrarse un espectáculo cargado de buen death metal melódico y un Anders hiperactivo: vuélvete para casa. El sonido más metalcore domina y una formación prácticamente renovada marca. Se han vendido si, pero cada uno es libre de hacer lo que quiera, y como dejaron intuir por un comentario en medio de su show madrileño: están orgullosos de ser como son.
Centrándonos en el concierto del sábado: una gran marea ansiosa esperaba a los suecos frente al escenario 1. Nada más dar el pistoletazo de salida me marcaron dos cosas: la presencia de un teclista y la orientación moderna de su setlist. “Wallflower” enseñó que la noche iba estar alejada de ese pasado, con una banda centrada, tanto en puesta en escena como a nivel musical, en su presente. “Only For The Weak” fue un homenaje, a nivel vocal cojeó en demasiados aspectos, y “Deliver Us” mostró esa etapa comercial llevada al máximo exponencial. La gente no estaba para discutir, quería pasarlo bien o sino “The Truth” habría sido recibida con abucheos y no con aplausos. “Take This Life” fue el único momento con riffs apocalípticos de la velada, desgraciadamente certificó que el vocalista sueco ya no tiene aquella voz que te calaba hondo.
Quién iba a decir que aquellos jovencitos de Finlandia que hacían un homenaje a METALLICA con sus cellos llegarían tan lejos. De aquel entonces han pasado 20 años y APOCALYPTICA decidió rendir un homenaje con una gira la mar de especial. Download Madrid era su parada española y con una puntualidad cronometrada se presentaron en un más que concurrido stage 3. “ Enter Sandman” y “Master of Puppets” inauguraron un set que ganó en intensidad cuando Eicca y Perttu empezaron a moverse y la batería entró en escena. Es entonces cuando temas como “Fight Fire With Fire” o “Orion” hicieron vibrar a los allá reunidos.
No es secreto alguno que en el show de los fineses siempre toca cantar; “Seek And Destroy” fue una ocasión para ello y ya con “One”, la última canción de la noche, el escenario madrileño quedó derrumbado por 4 cellos y un público entregado. Gracioso, ¿no?
Ministry y Wormed: los truenos antes de la tormenta
Dos bandas que no tienen nada y todo que ver fueron las protagonistas de la previa a lo que todo el mundo esperaba, el show de Prophets of Rage. Ministry se despidieron hace unos años de los escenarios y si Al Jourgensen hubiese hecho efectiva su retirada nos habríamos perdido enormes conciertos como el de anoche. Pocas bandas hay sobre la faz de la tierra capaces de generar un muro de sonido como el de Ministry, especialmente con temas como “Punch in The Face”, “Antifa”, “Rio Grande Blood” o la cañerisima “Just One Fix” que hizo saltar a todo el mundo como si fuesen a multarles por no hacerlo. Las sonoridades industriales de Ministry y la personalidad creepy de Jourgensen hacen que el show de la banda sea algo de lo que no puedes retirar la mirada. Dominaron el escenario dos con una maestría propia de los grandes.
Decíamos que tenían nada que ver Wormed con Ministry pero todo que ver con Ministry. La capacidad de aplastar tus sentidos en directo es algo común entre las dos formaciones. Está claro que los de Madrid están en punto muy dulce de su carrera, con “Krighsu” habiéndoles situado en lo más alto de la escena extrema nacional. Su black metal cyborg-futurista-matematico-vectorizado congregó a fans y curiosos de como se puede ejecutar semejante brutalidad. El problema fue que se dieron de bruces con la llamada de Rage Against the Machine o, mejor dicho, de Prophets of Rage. Una oportunidad y horario aparentemente perfectos pero que les restaron muchos asistentes al solaparse con los cabezas de cartel.
Prophets of Rage: partiendo el Download en dos
Cuando salieron a escena Prophets of Rage con la tranquilidad del que pasea por el parque y sin grandes artificios sabíamos que la música iba a ser la única y gran protagonista de su actuación. No necesitan nada más que tirar del repertorio que atesoran por separado y en común todos sus miembros para llenar un escenario y meter a 30.000 personas delante de este. Cuando Tom Morello y Tim Commerford se pusieron cara a cara con el batería Brad Wilk para empezar a improvisar los primeros compases del show el público enloqueció. Mientras, Chuck D (Public Enemy) y B.Real (Cypress Hill) estaban al frente del escenario, puños en alto a la misma vez que el resto del público. El ambiente era eléctrico como pocos. Una vez se lanzaron a por el tema que les da nombre aquello dio paso a una avalancha de clásicos contemporáneos del rap y el funk-metal-combativo que no tiene competición posible. No habían pasado ni dos minutos del primer tema que Tom Morello ya estaba levantado su guitarra para mostrar un mensaje pegado en un papel detrás: “FUCK TRUMP”. Si a otras bandas se les da fatal mezclar música y política, Prophets of Rage hacen de ello su elemento conductor.
Tres temas de Rage Against the Machine sirvieron para quemar la Caja Mágica en pocos minutos: “Testify”, la apropiada “Take the Power Back” y “Guerrilla Radio”, donde Chuck recordó a la gente que estan preparando nuevo material y que iban a adelantar un tema “más grande que la pinche madre”. Se trataba de “Unfuck the World”, el primer single de su disco homónimo que verá la luz en Septiembre. Otro tema de RATM, “Bombtrack”, nos llevó a la parte central del concierto.
Nadie esperaba que el concierto fuese un simple grandes éxitos de Rage Against The Machine y creo que fue acertada la manera en que se fueron entremezclando temas de Cypress Hill y Public Enemy, dos bandas con las que RATM comparten mucho público. “Fight the Power”, tan apropiada, sonó a gloria. Pero mucho mejor fue el medley con “Harder Than You Think”, “Can’t Truss It”, “Bring the Noise” y muchas otras, para acabar con el eterno “Jump Around” de House of Pain, que ahora tiene tan solo un cuarto de siglo. Nostalgia para una generación que no siente que haya crecido todavía.
Otro nuevo tema, “The Party’s Over” fue la previa a una carrerilla de canciones de RATM que casi tira abajo el recinto. “Know Your Enemy” fue seguida de “BUllet in the Head”, un pequeño inciso con “How I Could Just Kill a man” y, para acabar, “Bulls on Parade” y “Killing in the Name”.
Un concierto aplastante por parte de un grupo que muchos pensaban que iba a ser una ligera decepción. Si bien no hubo tanta gente como el día de System, quedó claro que el legado de RATM es eterno, tanto como el pasotismo de Zack De la Rocha a reunirse nuevamente con sus ex-compañeros. Fue la banda de una generación y ayer la generación 90’s volvió a darse cita para rendir homenaje a las canciones de la época.
Suicidal Tendencies, Nofx, Blaze Out y Avatar, un cierre de lujo
Los metaleros tienen esa insultante manía de pensar que si un festival no tiene solo a Metallica, Kreator, Slayer y Megadeth no es un verdadero festival de metal. Se pierden en los grandes nombres y se olvidan de que muchas veces son las bandas medianas o pequeñas las que hacen grande un cartel. Así las cosas, el final del Download es una lección en como mezclar estilos y propuestas para todo el mundo.
Fue tremenda decepcionante que Suicidal Tendencies coincidiesen en horario con Prophets of Rage, lo que hizo que mucha gente tuviese que elegir. Aún así una respetable cantidad de gente estuvo acompañado al grupo de Mike Muir en el tercer escenario. Como siempre, uno de los shows con más energía que te puedes echar a la cara. Desde que les vi por primera vez en el Rock Machina de hace quince años parece que Muir no ha cumplido más años. Tener a un tipo como Dave Lombardo en la batería le suma enteros a un grupo que merecía una mejor posición en los horarios del festival.
NOFX pillaron todo el mogollón que salía de ver a Prophets of Rage e hicieron buen uso de ello. No puedes escaparte de un setlist como el suyo, incluyendo “Pharmacist’s Daughter”, “Linoleum”, y la que cerró, “Don’t Call me White”. Fueron otros de los grandes triunfadores de una noche realmente ecléctica en cuanto a géneros. Casi a la vez, Blaze Out invadían el cuarto escenario con su metal contemporáneo repleto de guiños a Metallica.
Aunque las fuerzas ya flaqueaban tras 3 intensas jornadas, mis últimos cartuchos energéticos quería gastarlos con BLAZE OUT. La joven banda catalana se está moviendo bastante bien y tenía curiosidad por ver como se las apañaban en un escenario imponente como el de Download. Salieron con mucho desparpajo y pese a unos nervios iniciales, se relajaron dieron un show de un gran nivel con temas como “Shining Blood”. No sería el concierto más concurrido de todo el festi, pero a Gerard y los suyos eso les dio igual. Aprovecharon la oportunidad y seguro que algún curioso quedó enganchado.
Cerraron el festival efectivamente los inclasificables Avatar, que pese a las críticas que suscita su propuesta y el reciente “Feathers& Flesh”, se coronaron como estrellas de la noche en el escenario tres. Se alargaron más de diez minutos de su horario previsto, pero es que el público estaba TAN encendido con ellos que no les dejaban irse. El final con “Let it Burn” y “Smells Like a Freakshow”, con toda la banda ondeando sus greñas en el frontal del escenario y el público saltando acompasado ante ese rocanrol modernizado de voces graves fue un espectáculo a recordar. Johanes, su vocalista, no cabía en si mismo cuando acabó el concierto. “Han pasado cuatro años para que estemos en España” dijo. “Pero no pasaran cuatro años más para que volvamos” sentenció.
Party Hard en vena para acabar
Tras su show, empezó en el escenario 4 el fin de fiesta con Party Hard, la fiesta que llevamos a cabo desde esta web hace cuatro años en la sala Bóveda de Barcelona. Casi ocho mil personas se plantaron frente al escenario para una intensa sesión de una hora y cinco minutos en la que sonó desde Pantera a Slayer pasando por Twisted Sister -con invasión femenina del escenario- o las Spice Girls en una de nuestras habituales trolleadas en el parón de “Sad But True”. Acabamos la fiesta con un servidor lanzándose en plancha al público al son de “Thunderstruck” y terminando en urgencias a la mañana siguiente. Como tiene que ser. “Go hard or go home” como se suele decir.
Tremenda, enorme primera edición del Download Festival español. Hay que corregir cosas, probablemente, cosas que solo se vislumbran cuando haces una primera edición y te sitúas sobre el terreno. Pero la filosofía del festival y su unión en tiempo y recinto con el Mad Cool hacen que el futuro sea muy brillante, del mismo modo que sucede en los alemanes Rock Im Park y Rock Am Ring.
Estaremos atentos a lo que nos depare el 2018.
Texto: Sergi Ramos, Alex Hidalgo, Carlos de la Puente
Fotos: Paco Garcia Otero, Sergi Ramos
Promotor:Live Nation
Día:24-06-2017
Hora:17:00
Sala:La Caja Mágica
Ciudad:Madrid
Puntuación:9
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