PRIMORDIAL + FOSCOR + BETWEEN THE FROST

Buena entrada para el concierto de PRIMORDIAL y toda una alegría para los amantes de las sonoridades menos amables y fáciles. Hasta hace bien poco nunca hubiera vaticinado una buena acogida en la Península para un grupo del estilo de PRIMORDIAL, de hecho, montar una gira así hace unos 5 ó 6 años hubiera supuesto un sonoro fracaso con no más de 50 personas en sala. Pero de un tiempo a esta parte se vislumbra entre las nuevas generaciones un renacido interés por la música metal foránea de arraigadas costumbres y motivos sin necesidad de edulcorantes, música en la que podríamos considerar como piezas suficientemente representativas a grupos como MOONSORROW, NEGURA BUNGET o PRIMORDIAL. Cierto es también que el fuerte impacto del ahora de moda power viking ha empujado hasta cierto punto a que una pequeña porción de la chavalada pueda llegar a interesarse por grupos menos fiesteros y algo más serios. Sea como fuere, el bolo que nos ocupa y que en un principio debía de celebrarse en la bastante más pequeña Salamandra 2 terminó por ubicarse en Salamandra 1, que presentaba un aspecto prácticamente a la mitad de su capacidad (lo cual no es moco de pavo).

Para abrir la velada nos encontramos a los tarraconenses BETWEEN THE FROST, viejos conocidos ya por estos lares y habituales de los conciertos de la que es a su vez su agencia de management, Stigia.  La banda de Román y compañía posee en su haber un amplio rodaje sobre las tablas a estas alturas y esa noche bastaba con dejarlo patente.

Su último disco hasta la fecha data ya de hace unos añitos, por lo cual no nos extrañó que interpretaran bastantes composiciones hasta ahora inéditas que suponemos pertenecerán a su inminente disco de estudio ("Sempiternal War of Everlasting Time", "Alone In Hell"…) De nuevo nos demostraron toda una lección de clase a ritmo de black metal versátil y cambiante, desde la inicial "A Glorious Dead End", con todos esos cambios de ritmo y de riffs a lo WATAIN pero con una carga mucho más melódica, hasta "Realms of Desolation", el tema homónimo de su última obra de estudio, un tema tan corto como intenso y directo. Gozaron de un sonido decente y captaron toda la atención de los allí presentes. Habrá que estar atentos a su nueva obra, que a buen seguro sorprenderá.

Los segundos en subirse a las tablas, serían otros habituales del circuito catalán, FOSCOR, que a estas alturas también podríamos decir que tienen los "huevos pelaos". Aquí un servidor, que les vio en su primera actuación en la extinta Sala Wawanko hace ya unos cuantos añitos, puede hablar con conocimiento de causa de su patente mejora en directo que, queramos o no, viene asimismo dada por la creciente definición de estilo que han venido cultivando en materia de composición. Todo ello contribuye a la hora de poder recrear el ambiente deseado a través de su interpretación en escena. Si en sus primeras obras ya podíamos intuir esa tendencia, todavía algo soslayada, a jugar con las ambientaciones en un terreno más experimental, dentro de lo que pueden permitirse dentro de los límites de un black metal todavía no mestizo, en sus recientes incursiones esta faceta sale más claramente a relucir. Así pues, se bastaron de temazos como "In Case The Seasons Break" y "El Palau dels Plors" para dejar clara a la concurrencia lo que venían a demostrar, a lo que ésta última respondió con clara aceptación. Hasta cierto punto podríamos decir que se trataba de una velada de sentimientos puros, de ideología (no necesariamente politizada), de nobleza, orgullo y persistencia. Denominadores comunes para las tres bandas que pudimos presenciar. En el caso de FOSCOR destacaron especialmente los temas de su última obra, "Groans to the Guilty", que sonaron densos y envolventes, recreando un gran ambiente, caso de "Raids To Punishment" o "Melangia". Gran descarga con la que nos obsequiaron,  no pasaron desapercibidos para nadie.

Y allí teníamos por fin a PRIMORDIAL. Ellos dicen que vinieron hace 10 años, pero yo la última vez que recuerdo que iban a venir era en una gira hace la tira de años con SEPTIC FLESH y ANCIENT RITES, si mal no recuerdo, que finalmente se canceló, al menos a su paso por Barcelona. En este lapso han tenido tiempo de ir conquistando Europa poco a poco y con paso firme, a base de insistencia, autenticidad y grandiosos discos. Black metal a medio tiempo de raíces celtas, épico y sobrio, esa es su carta de presentación. "The Gathering Wilderness" y "To The Nameless Dead" difícilmente vayan a ser superados y muchos nos atreveríamos a aventurar que esta banda se encuentra a día de hoy en la cúspide de su carrera. Que están más allá de cualquier convención queda fuera de toda duda desde un principio: a diferencia de lo que suele suceder el 100% de las veces, el frontman y cantante Alan es el primero que sale a escena, caminando con toda naturalidad y saludando al público, sin artificio alguno. Con la extensa y sobrecogedora "Empire Falls" se desató la intensidad, que nos envolvió y apretujó durante más de una hora y media. Alan sigue actuando de la misma forma que la primera vez que los vi, contorsionándose, retorciéndose, escupiendo dolor y rabia y gesticulando, toda una interpretación de esas que revitalizan el valor de un concierto y qué muchos cantantes, o bien no están capacitados para llevar a cabo, o bien simplemente se las trae al pairo.  

Pese a que al principio del show la banda tuvo que arreglar junto al técnico de escenario algunos desajustes, podríamos considerar que aquello rápidamente sonó como tenía que sonar, o sea que nada que objetar al respecto. En el meridiano del show, Alan nos explicó que hace muchos años se sentaron alrededor de una hoguera y un anciano persona del lugar les explicó una interesante historia. En aquél momento le prometieron que ellos se encargarían de llevar esa historia a todo el mundo. Años después, y sorprendentemente incluso para ellos, lo están haciendo realidad a través de la canción "No Nation On This Earth", toda una declaración de principios que sonó firme y sincera, sin menospreciar otros tantos cortes como la larga, cambiante y emotiva "The Coffin Ships" (menudo temazo), "The Golden Spiral" o la intensa "Gallow»s Hymn" (que posee unas guitarras que siempre me han recordado mucho a SUMMONING).

El final terminó siendo algo precipitado, y no por culpa de la banda. O quizá sí. Ésta comenzó a excederse de la hora de finalización y el frontman tuvo que encararse levemente con los técnicos que amenazaban con cortar el suministro y comenzar a desmontar por exigencias de la sala. Finalmente la sangre no llegó al río y el show terminó entre disculpas de Alan por no poder tocar más, de la mano de la movida "Gods To The Godless" y  la casi folclórica "Heathen Tribes". En los tiempos en los que corren, con tantos conciertos calcados, palomiteros y gominolescos, se agradece presenciar una descarga de esta naturaleza. Revitaliza el concepto de la música como arte en sus vertientes más genuinas. Y lo genuino y auténtico nunca fue apto para todos los públicos