Después de su jornada gratuita de presentación – una buena práctica que es importante no olvidar agradecer – ,el Leyendas abría las puertas a su segundo día. Con un poquito menos de energía de la deseada por culpa de la rave maquinera que se había organizado cerca de la acampada y que algunos sufrimos, los asistentes nos preparábamos para encarar una jornada algo ecléctica - ¿cómo casarían Uriah Heep, Steel Panther y Anthrax seguidos? -, aunque la duda que más corazones corroía era respecto el sonido – ¿los cortes totales sería algo con lo que tendríamos que aprender a vivir, o había sido posible encontrar la raíz del problema?

Después de su jornada gratuita de presentación – una buena práctica que es importante no olvidar agradecer – ,el Leyendas abría las puertas a su segundo día. Con un poquito menos de energía de la deseada por culpa de la rave maquinera que se había organizado cerca de la acampada y que algunos sufrimos, los asistentes nos preparábamos para encarar una jornada algo ecléctica – ¿cómo casarían Uriah Heep, Steel Panther y Anthrax seguidos? -, aunque la duda que más corazones corroía era respecto el sonido – ¿los cortes totales sería algo con lo que tendríamos que aprender a vivir, o había sido posible encontrar la raíz del problema?

D-A-D

Los daneses, cuyo nombre ha mutado al largo de su historia después de que el original “Disneyland after dark” fuera vetado por los abogados del ratón, tenían la misión de abrir el día. Saltaron al escenario frente a un público tímido con su propuesta de hard rock melódico con matices punk, pero rápidamente se hicieron amar – algo fácil con sus canciones pegadizas, buen rolleras e ideales para abrir un festival. Añádele el hecho de que estaban parlanchines y hasta se atrevieron a chapurrear el castellano, y que su bajista, Stig Pedersen, se plantó encima del escenario con un disfraz íntegro de Napoleón, y era imposible que los ánimos no se dispararan.

DAD (Foto: Elena Marco)

DAD (Foto: Elena Marco)

DRAGONFORCE

Antes de empezar el concierto, se nos avisó que Marc Hudson, vocalista, no podía cantar debido a problemas graves de salud. En su lugar, pero, disfrutaríamos de la presencia de Alessio Garavello (A new tomorrow, ex-Power Quest), quién bordó los temas de la banda en técnica y emoción, a pesar de tener que ojear las letras de vez en cuando. El speed power metal de los ingleses, caracterizada por su velocidad de vértigo y sonoridad “nintendera” tiene tantos fans como detractores, pero una cosa está clara: si juntas una banda donde todos y cada uno de ellos son auténticos showmen, lo menos que te puede quedar es un espectáculo de narices en el que todos los que quieran pasárselo bien lo van a hacer…. a pesar de sufrir, ya por última vez en todo lo que quedaría de festival, la maldición de los cortes de sonido.

KORPIKLAANI

Los reyes del folk metal finés asaltaron una platea ya entregadísima nada más empezar, aunque las primeras notas se verían manchadas por algún problema técnico – los toms de la batería de Matson no tenían armónico y la voz de Jonne se oía emborronada. Por suerte, a medida que pasaban las canciones el desajuste se arregló, pero aunque no lo hubiera hecho nada habría impedido a las almas allí congregadas que se lo pasaran en grande. Korpiklaani soltó éxito tras éxito (no podían faltar “Vodka”, “Beer beer” o “Rauta”, pero también tocaron temas de su álbum más reciente, “Noita”, como la versión inglesa de “Viinamäen Mies” o el single “Lempo”), y la gente respondió como loca al acordeón de Perttula y al violín de Rounakari (que en esta ocasión sí que giraba con la banda, a diferencia de cuando nos visitaron en primavera).

Después de Korpiklaani seguía apeteciendo el rollo folk metal, y por suerte los manchegos CELTIBEERIAN tocaban en el escenario secundario apenas diez minutos después. Con ya un lustro de vida en sus espaldas, sonaron muy sólidos y curtidos, brutales cuando la canción lo pedía y enérgicos cuando tocaba bailar. No dejaron en el tintero temas como “Keltorevolution”, “Fields of Celtiberia” y “The booze song”, hecho que su público, algo reducido pero encarecidamente fiel, agradeció.

Korpiklaani (Foto: Elena Marco)

Korpiklaani (Foto: Elena Marco)

STRATOVARIUS

No cabe duda de que Stratovarius es una de esas bandas que ha sabido superar el propio boom que los encumbró. Lejos de la era del power metal, Stratovarius sobreviven como soldados de fortuna y si un festival se los encuentra quizá pueda contratarlos: son una banda que a buen seguro levanta al público. Eso hicieron en el Leyendas Del Rock, aunque quede poco de su formación clásica, convertido hoy en día en Kotipelto & Johansson + friends. Pero los temas son los temas: «Hunting High and Low» y «Eagleheart» hacen chillar a toda una generación de fans del heavy metal. Aprovecharon bien su tiempo sobre el escenario y prometieron estar de vuelta pronto.

Stratovarius (Foto: Elena Marco)

Stratovarius (Foto: Elena Marco)

URIAH HEEP

Los míticos Uriah Heep, que empezaron a subir a los escenarios en el 73 junto a leyendas como Led Zeppelin o Deep Purple, dieron una clase de maestría durante un poco más de una hora. Con su hard rock de tintes heavy y hasta algo progresivo, enseñaron que clásico no es sinónimo de anticuado, mientras daban una lección de historia en un escenario inigualable con el anochecer detrás. Interpretaron todo lo que cabía esperar, como “Gypsy” y la coreadísima “Easy livin’”, pero también sorprendieron con algunos temas de su último álbum. Increíbles, inigualables, y únicos. Deberían ser tarea obligatoria para todos.

Uriah Heep (Foto: Elena Marco)

Uriah Heep (Foto: Elena Marco)

STEEL PANTHER

Los californianos, reyes del metal parodia, generan controversia por allí donde pasan: hay quien opina que son extraordinarios, y quien opina que son una mierda. En todo caso, amigos, si fueran una mierda serían una mierda muy bien hecha, porque su espectáculo, tomando la definición extendida del término, fue entretenido y desternillante hasta decir basta. Plagado de bromas muy bien pensadas y localizadas (dar a entender que se piensa que España es lo mismo que los países sudamericanos es ya un clásico), y hasta de un par de frases en español por parte de Satchel (guitarra), la maquinaria que hay detrás de sus guiones es sensacional, y el hecho de que no perdieran el personaje en todo el rato que estuvieron encima del escenario (detallazo que Lexxi (bajo) sacara un espejo para contemplarse a cada instante que podía) fue la guinda del pastel. Pero más allá del espectáculo puro y duro, Steel Panther también demostraron que son grandes músicos, y sin apenas salirse del tono (aunque un par de gazapillos por parte de Starr (voz) demostraron que no usan samplers) soltaron temazo tras temazo: “Party like tomorrow is the end of the world”, “Turn out the lights”, “17 girls in a row”, “Gloryhole” o la tronchante “Community Property”. No faltó ninguna. Como es habitual en sus conciertos, invitaron a las chicas a subir al escenario, pero fue una lástima que no incorporaran otros números de sus shows habituales como es hacer subir a alguien a tocar con ellos. En todo caso, Steel Panther se comió la noche con patatas, porque al fin y al cabo lo que se busca es generar una reacción, y los de Los Ángeles lo lograron de sobras.

Steel Panther (Foto: Elena Marco)

Steel Panther (Foto: Elena Marco)

ANTHRAX

Este último año hemos tenido Anthrax de sobras por estas tierra – vinieron hace unos meses teloneando a Slayer y apenas hará unas semanas pusieron patas arriba el Rock Fest de Barcelona -, pero a nadie le apetecía decir que no a otra ronda de puro thrash proveniente de Estado Unidos. Los del Big 4 salieron con toda la artillería tirándonos a la cara temas como “Caught in a mosh”, el cover de Joe Jackson “Got the time”, “Madhouse” y la esperada (y “mosheada”) “Antisocial”. Mosh tras mosh, los del Big 4, capitaneados por un Belladona (voz) más que correcto y un Scott Ian totalmente lanzado, demostraron por qué siguen estando donde están.

Anthrax (Foto: Elena Marco)

Anthrax (Foto: Elena Marco)

AT THE GATES

La intención inicial era ir a escuchar a TOKIO BLADE, heavy británico de la ola de Iron Maiden, en el escenario “Mark Reale”, especialmente por el hecho de que recientemente habían recuperado su vocalista, pero, por desgracia, no pudieron llegar a tiempo al festival y su actuación quedó en el limbo. At The Gates, protagonistas del escenario principal en ese momento, proponían su death melódico algo más afincado en el thrash que sus compañeros In flames o Dark Tranquillity (que también tocarían en el Leyendas el día siguiente) y con sus voces más cercanas al shriek que al grunt dieron un repaso extenso a su disco más reciente, “At war with reality”, como “Death and the labyrinth” , “The circular ruins” o la misma “At war with reality”.

At The Gates (Foto: Elena Marco)

At The Gates (Foto: Elena Marco)

Fotos: Elena Marco

Promotor:Sufriendo & Gozando

Día:11-08-2016

Hora:16:00

Sala:Polideportivo Municipal

Ciudad:Villena

Puntuación:8