Primal Fear: Las águilas de acero vuelan alto en Barcelona

Muchos no esperábamos ni esta buena entrada ni este nivel de entrega, así que podemos asegurar que tras tantos años en la carretera Primal Fear siguen siendo una banda referente del metal teutón. Las águilas de acero cumplieron con creces, y más si añadimos el buen hacer de Striker y Brainstorm.

Los que les vimos en el pasado Rock Fest sabíamos que Primal Fear siguen estando a un nivel excepcional, tanto en directo como en estudio. De entrada creo que el tema “When Death Comes Knocking” es de lo mejor que han grabado en toda su carrera y supuso una evolución melódica más que acertada. Es realmente grande que un grupo sea capaz de grabar nuevos himnos tras tantos años de trayectoria. Su nueva obra “Rulebreaker” ha tenido una gran aceptación, así que pintaba bien el concierto ya que estrenaban gira en Barcelona y no sabíamos nada del set list. Coincidía también el inicio de gira europea con el cumpleaños del gran Ralph Scheepers, así que todo nos venía de cara, incluso la participación de Striker y Brainstorm, perfectos teloneros para tamaña sesión de heavy metal.

A pesar de que no hace mucho vimos a las águilas de acero, hubo una buena entrada a pesar de que la cortina negra nos recordaba que la sala estaba a media capacidad. Abundoso merchandising aunque algo caro y un público muy participativo. Me perdí a Striker por incompatibilidad laboral pero las sensaciones generales fueron muy buenas, con coros cantados en vivo y dejando buenas vibraciones. Parece ser que se ganaron a la gente y gustaron de lo lindo.

Brainstorm siguen tras tantos años demostrando que su fe es inquebrantable. “Scary Creatures” es un gran disco que sigue la estela de tantos años de cruce entre el power metal americano de los ochenta con el power metal europeo de los 90. Hacía mucho que no veíamos al gran Andy B. Frank sobre escena y no decepcionó para nada. Particularmente odio cuando los grupos tiran de coros pregrabados y hacen ver que cantan, pero es el único pero a una sobria actuación que empezó con “The World I See”. Andy tiene muchas tablas y una gran voz. Las mejoras técnicas de sonido en la mediana de las Razz también se notaron y con “Fire Walk with Me” ya se nos ganaron. A pesar de los coros enlatados uno puede apreciar la complejidad compositiva en las armonías con las que juega el grupo. Hubo momentos realmente aplastantes como en “How Much Can You Take” y lucimiento dactilar para Torsten y Milan a las guitarras. Quedó patente que “We Are…” va para clásico, con ese inicio a balada y Andy nos invitó a cantar el cansino “oeeé, oeeé”. Dijo que era algo típico de España y sólo comparable a Eindhoven que cantan una curiosa canción sobre “tetas y cerveza” con la música de Boney M. del “Brown Girl in the Ring”. Se pusieron más trascendentes con “Shiva’s Tears”, de corte más oriental, y nos dejaron con ganas de mucho más. Algunos se quejaron de que no rebuscaran entre su material más clásico, pero fue bonito ver que en Barcelona mantienen un gran puñado de acérrimos fans.

Primal Fear cumplen bien su cometido y su line-up es tremendo. Naumann sigue siendo una pieza clave, pero Alex Beyrodt lidera Silent Force, Sinner su propio grupo, así que la gestión de egos es perfecta. La novedad (que ya no lo es tanto) es el groove que aporta el ex de Annihilator Francesco Jovino, con un kit espectacular y con espacio propio para su solo. Sin paliativos en la arrolladora “Final Embrace”, que sigue sonando a gloria tras tanto tiempo. Su mezcla entre el estilo de Judas Priest del “Painkiller” junto al power de Gamma Ray (su ex banda) les hace únicos, pero hubo algunas quejas en cuanto al repertorio debido a la falta de clásicos, algo que en Madrid parece que recuperaron.

Actitud e intensidad y mucha presencia de los temas nuevos como “Angels of Mercy” o “The End Is Near”. El nuevo material es un buen cruce entre la potencia que siempre han demostrado y ese deje más melódico en el que destaca en sobremanera el estribillo. Movilidad, muchas sonrisas y el gran Matt Sinner cambiando de micro y dando movilidad al combo. Es genial tener a Tom de vuelta atacando material como “Bullets and Tears” o “Rulebreaker”. “In Metal We Trust” hay otro intento algo forzado de hacer la parte dos de “Metal Is Forever”. Correcta, pero dudo que llegue al nivel de la clásica.

Sinner nos hizo cantar el cumpleaños feliz a todos para luego atacar “The Devil in Me” y las tres partes de “Fighting the Darkness” del “New Religion”. La verdad es que desde el concierto en el Rock Fest el vuelco que ha dado el set es total… Ralph tiró de simpatías, posando sus músculos para las cámaras y demostrando que es un privilegiado. Sus cuerdas vocales siguen perfectas y su forma física es rotunda. Recuperaron “Rollecoaster” del “Seven Seals” y encararon el final con varios de sus temas más clásicos. “Nuclear Fire” fue muy coreada, con ese toque absolutamente Gamma Ray”. Y evidentemente las cuerdas vocales del divo brillaron en la perfecta interpretación de ese nuevo clásico que es “When Death Comes Knocking”.

El final estaba bastante cantado con “Chainbreaker”, ese trallazo que les puso en el mapa a finales de los 90. Sigue siendo uno de los puntos álgidos de sus conciertos, pero echamos de menos “Silver and Gold” y sobretodo “Tears of Rage”. La gente lo dio todo con “Metal Is Forever” en la que Ralph sube sus agudos hasta puntos realmente épicos. Buen final tras más de hora y cuarenta minutos y con el grupo con ganas de salir a conocer a la gente y a firmar discos y camisetas.

Muchos no esperábamos ni esta buena entrada ni este nivel de entrega, así que podemos asegurar que tras tantos años en la carretera Primal Fear siguen siendo una banda referente del metal teutón. Las águilas de acero cumplieron con creces, y más si añadimos el buen hacer de Striker y Brainstorm.