PRETTY MAIDS

Gran noche de metal clásico de manos de las leyendas danesas con el añadido del retorno de los catalanes Mr. Rooster, tras tantos años de silencio. Los que pensaban que la Razz 2 se quedaría pequeña, vieron con satisfacción que finalmente llegaría más gente de la prevista. No hay que olvidar que los Pretty Maids nunca han sido un grupo muy mayoritario ni muy conocido. A pesar de que ya han pasado muchos años desde sus tiempos de gloria, es bonito, a la par que ejemplar, el ver que el combo sigue sacando discos excepcionales y que sigue siendo capaz de defender su legado sobre las tablas.

Los Rooster caldearían un ambiente algo desangelado, pues empezaron pronto, a las ocho de la tarde y entre familia. Ahora han apostado por el formato trío y la verdad es que no han perdido nada de lo que en su día nos ofrecieron. Hard rock con mucha clase, potente, melódico y con mucho gancho. Han añadido a su música unos destellos progresivos muy cuidados. Destacaron especialmente la potente “Factory Boy” y su himno particular: “Si yo te contara” con la que consiguieron hacer cantar al público.

Las “Nenas monas” danesas presentaban un gran disco como es “Pandemonium”. Sólo quedan Ken Hammer y Ronnie Atkins de la formación original, pero su case y sus tablas hacen que uno no eche de menos a Michael Fast y compañía. La inclusión de Hal Patino (King Diamond) al bajo es de auténtico lujo, moviéndose sin parar y luciendo palmito a lo rock star. Abrirían fuego con material fresco: “Pandemonium”, “INVU” y “Final Day of Innocence” demostrando que siguen siendo capaces de sacar discos buenos. La verdad es que no hay muchas bandas de los 80 que den tanta cancha a sus composiciones de nueva factura. Atkins ha perdido voz, para que engañarse, y ya no marca tanto ese paso brillante de limpio a rasgado. Pero la gente que lo había visto este verano de festivales, se sorprendió por su buen momento de forma en lo vocal.

La etapa clásica pronto asomaría con la primeriza “We Came to Rock” y una de sus baladas definitivas: “Walk Away”. Siempre es bonito que la recuperen, pero la sorpresa de la noche sería “Savage Heart”, uno de esos medios tiempos mágicos que había caído en desuso. El sr. Hammer ha ganado algunos quilitos, pero sigue tocando con maestría las seis cuerdas. Seguirían con material reciente con “It  Comes at Night” para luego dejar caer todo un regalo: “Queen of Dreams” del “Red Hot and Heavy”. Pareció que muchos no la conocían, pero fue todo un regalazo. El solo de batería sería previsible y “Cielo Drive” luciría más en directo que en estudio.

Ya en la recta final atacarían con la inmortal “Back to Back” empalmada con el “O Fortuna” de Carl Orff. Locura que se acrecentaría con el tema “Rodeo”, uno de esos clásicos que también echábamos de menos últimamente. Cantaríamos todos la preciosa “Please Dont Leave Me”, que definitivamente han necho suya a pesar de ser una versión y se despedirían momentáneamente con la genial “Love Games”. Sin duda, uno de los momentos de la noche. Los bises estaban cantados con otro de sus temas insignia: “Future World”. Muy coreada y con una banda ya completamente entregada. Incluyeron en los bises la que es quizá la mejor composición de su último CD: “Little Drops of Heaven”. Les quedó de cine. “Red Hot and Heavy” nos mandaría a casa con una amplia sonrisa dibujada en los labios.

 Gran concierto y la demostración de que hay muy pocas bandas, de su época, capaces de mantener este nivel. Sería sólo hora y media, pero la cosa da para mucho. La banda se entrega a pesar de que no estuvieran delante de miles de personas y siempre es bueno ver que en sus giras van desempolvando su material más antiguo. Echamos mucho de menos “Jump the Gun”, “Sin-Decade” o “Yellow Rain”, incluso sigo reclamando más protagonismo de discos como “Carpe Diem”… pero qué le vamos a hacer, no se puede contentar a todo el mundo. Pret Maids siguen siendo muy grandes tras 30 años de carrera. Son un ejemplo a seguir.