PRETTY BOY FLOYD
Esta noche hemos tenido la ocasión de poder ver, en su visita relámpago a la penÃnsula –en realidad, la primera vez que venÃan a España-, a una de las bandas más inquietantes del género denominado Glam-rock de Los Ãngeles. Pese a su no muy dilatada carrera discográfica (prácticamente dos discos originales de larga duración registrados en estudio) y a su escasa repercusión en nuestro paÃs, es una de las claras referencias dentro de su estilo musical, autodenominado por ellos mismos como Dirty-glam.
Pretty Boy Floyd ha venido a presentar su último trabajo con una formación renovada, en la que solamente resiste su miembro fundador, el vocalista Steve Summers. Nos han ofrecido la oportunidad de verlos en una parada de tránsito entre la primera parte de la gira estadounidense, y la visita a Reino Unido (de hecho mañana mismo tocan en Dorchester).
"Size Really Does Matter", que sale a la venta mañana mismo -dÃa de San ValentÃn-, representa su segundo LP puramente de estudio con material exclusivamente original, realizado 15 años después de su exitoso debut "Leather Boyz With Electric Toyz". En este lapso temporal han elaborado una media docena de trabajos de diversa Ãndole, como directos, recopilatorios, ediciones revisadas, a parte de colaboraciones discos tributo y participaciones en B.S.O.
Es un grupo fundado alrededor de 1985 por su frontman, el Sr. Summers, aunque no serÃa hasta dos años después cuando se asentarÃa la primera formación estable, compuesta además por Vinnie Chas al bajo, Kari Kane a la baterÃa, y Aeriel Stiles a la guitarra. Tiempo después se incorporarÃan, también como guitarristas, el peculiar Kristy Majors y Keri Kelli.
Su zénit profesional llegó en 1989 de la mano de MCA, con la salida de su primer trabajo, en una fecha un poco tardÃa para grupos de su género, ya que en aquellos momentos parecÃa anunciarse el declive del Glam-metal. Fue acompañado de una extensa gira. Sin embargo, con el comienzo de los 90, se disolverÃa la banda debido al cambio de preferencias musicales del gran público.
El propio Summers recupera la banda en 1995, y tres años después sacan a la luz "Porn Stars" (una especie de homenaje a su primer LP, incluyendo material de colaboraciones). Hasta fecha de hoy, han editado otras obras con menor o mayor grado de aceptación (básicamente dos directos, con parte de material inédito, y recopilatorios con sonido original), y se han ido quedando paulatinamente en el camino los distintos componentes que han tenido. La formación actual que acompaña a Steve es: Lesli (bajo), Chad (guitarra) y Dish (baterÃa).
Llegamos a las 22h a la Ritmo y Compás, y cinco minutos después se procederÃa a la apertura de puertas. Una sala de modestas dimensiones (se trata de los bajos de un edificio de locales de ensayo, aunque muy bien acondicionado y con dos barras de copas) que lograron llenar superando las tres cuartas partes de su capacidad.
A las 22:35 saldrÃan imparables los miembros del grupo invitado, los madrileños Guitar Mafia. A lo largo de sus casi cuatro años de existencia han sacado dos LPs ("Bienvenido al mundo real", 2000 y "Generación Suicida", 2003) y un maxi-single ("Sentirme libre", 2002). En cuarenta minutos dieron un repaso a toda su obra, con letras cantadas en castellano -principalmente- y en inglés. Su estilo musical tiene influencias de muchos grupos, desde Misfits, hasta los propios Pretty Boy Floyd, de los que se consideran enormes seguidores. Su sonido podrÃa definirse como Glam de garaje, y dependiendo de la canción, se mueven tanto por el punk como por el rock "cincuentero". Son un cuarteto con bastante experiencia en directo por los antros de Madrid: Mafia Boy a la voz y guitarra, D. Ray Mafia a la otra guitarra y coros, Mondy a la bateria, y Devil G al bajo y coros. Este último prenderÃa fuego a su instrumento al finalizar la actuación. Sonaron canciones como "Sentirme libre", "Censúrame", "Dulce Pussy", "Malasaña boy", o "Niña diablo", concluyendo con "Generación suicida", que fue coreada por gran parte de los asistentes. El grupo se mostró muy suelto en todo momento, y la verdad es que hicieron muy bien su labor de abrir para un grupo de la talla de Pretty Boy Floyd. Estos últimos vislumbraron desde los camerinos la actuación, y daba la impresión de que les gustó tanto como a nosotros.
Sobre las 23h30′ saltaron (literalmente) al escenario los californianos, con unas ganas indescriptibles de comerse al público. Sólo decir que abrieron con "Leather boyz with electric toyz" y sobran las palabras. La figura demacrada de Lesli –una persona de 1m90cm y 55kg de peso- empezaba a escupir al público algo más que los coros. Algún error de cálculo provoco que sus fluidos le cayeran sobre su propia cara, más maquillada que cualquier fósil folclórica cañÃ.
Su repertorio se basó principalmente en canciones del primer disco, y sólo tocaron la pista que abre su último trabajo, "Dead", que recupera los sonidos clásicos de la banda, si acaso con un aire levemente más rabioso. Temas como "Shut Up", la vacilona "Your momma won’t know", canciones que hacen encender mecheros como "I wanna be with you", festivas como "R’n’R outlaw", sonaban una detrás de otra a ritmo frenético. Siguieron, tras fotografiar desde el escenario a toda la sala, con "Good girl gone bad" y con "48 hours", coreadas por todos los asistentes. "Wild angels" y "R’n’R is gonna set the night on fire" también sonarÃan antes de que el grupo dejara momentáneamente el escenario. El sonido de la sala fue simplemente aceptable.
El primero en volver fue Lesli, que se hizo con las riendas del micrófono para susurrar algunas estrofas de "Blitzkrieg Bop". En ese momento bajaron también Dish y Chad, divirtiéndose como niños con la canción ramoniana. Pero no tardaron en interpretar una maraña de fragmentos de versiones, como riffs de "Raining blood" (culpa de Chad). La actuación de estos dos últimos fue simplemente correcta, y ciertamente pasaron desapercibidos dado la enorme personalidad del cantante y del bajista. Entre todo el barullo festivo, podÃamos ver cómo Steve se regocijaba desde los vestuarios con su copa en la mano, y en un par de minutos bajarÃa a acompañar al resto de ellos.
Más toques como "You could be mine" sonaban mientras Summers presentaba a todo el grupo, y Lesli nos vacilaba con "The last kiss". Impresionante la resumida "Look that kills" de los Crue, posterior al ofrecimiento del cantante de tocar algo de ellos, de Poison, o incluso de Kiss. La verdad es que la voz de Steve cumplió en todo momento. Y no serÃan otros sino con los Kiss con los que concluirÃan la actuación: "Rock and roll all nite". En medio de estos medleys finales no se le ocurrió otra cosa a "Sex" Summers que ofrecer unos tragos de Vodka Absolut al sediento público. Ya podÃa esperar y reclamar ansiosamente la devolución de la botella. Se desvaneció entre las melenas y sombreros (sÃ, sombreros) de los asistentes.
Con ese tema se despidieron 100 minutos después de comenzar. Un concierto de este calibre siempre nos sabrá a poco. Pudimos, de nuevo, ver a altas horas de la madrugada a unos inagotables Floyd en una conocida discoteca vallecana.
Toni de la Quadra
Datos: Ritmo y Compás
Madrid
Promotor: Taperock
Asistencia: 250 aprox.
Día:13/02/2004
Puntuación:8
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