Había muchas ganas de ver a una leyenda como es POSSESSED por la capital, una de las bandas que, sin entrar en debates sobre quién publicó primero qué, dieron un paso más allá del thrash metal. Tanto los que les escuchaban cuando publicaron sus primeras demos, como los que les conocimos tras su última separación en el 93, no pensábamos que alguna de sus actuaciones espontáneas tuviera lugar por tierras madrileñas. Pero evidentemente nos equivocamos, y los que nos juntamos anoche en la sala Arena pudimos disfrutar de un auténtico concierto de death metal digno de la edad de oro del género, que ni las otras dos actuaciones que coincidían en la ciudad, ni el sonido que no acompañó a ninguna de las bandas pudo arruinar.

Los primeros en salir al escenario fueron los madrileños OMISSION, que con un setlist reducido por el tiempo, y con menos gente en el público de la que merecen, ofrecieron una pequeña presentación del "Pioneers of the Storm" en directo y un breve repaso de los anteriores trabajos. El ambiente se iba animando según avanzaban hacia los clásicos de la banda como "Legions of Youth" y "Satanicspeed Thrash Metal", para acabar con "Architects of Fear" y terminar un bolo pasable, que dejó con ganas a más de uno.

Poco después le tocó el turno a MALIGNANT TUMOUR, una banda desconocida para la mayor parte del público, pero que supo aprovechar el tiempo para darse a conocer. De oídas se sabía que era un grupo, cuanto menos, interesante, que fue evolucionando del grindcore de sus primeros trabajos, a un sonido parecido a lo más agresivo de la nueva ola de heavy metal ochentera, así que solo quedaba comprobar cómo sonaban. Tras la expectación que crearon con sus extravagantes vestimentas, fueron tocando los doce temas que animaron al público igual o mejor de lo que se esperaba. Con un heavy metal rápido y desenfadado, dieron un repaso a sus cuatro últimos discos, con temas como "Overdose & Overdrive", "Infernör", "Earthshaker", "Metal Artillery", que fueron recibidos con bastante movimiento por la sala y algún que otro coro, y acabar con "Saddam Hussein is Rock n' Roll" y "Decibel Maniacs" un concierto entretenido que, sin duda, hará que el número de seguidores de la banda aumente.

Finalmente, llega la hora más esperada de la noche. Tras un descanso que sirve para completar el público, aunque no para llenar la sala, sale al escenario Jeff Becerra, más que bien acompañado por músicos que han formado o forman parte de bandas del calibre de BRUJERÍA, ANGELCORPSE o AGENT STEEL. Una formación que como se esperaba, no decepciona en ningún momento. Tras "The Heretic", el tema que abre la actuación, suena antes de lo previsto y para el enloquecimiento de todo el público "Seven Churches" con la que empiezan los pogos y el headbanging sin medida, prometiendo ser una velada inolvidable. Uno tras otro no dejan de sonar clásicos como "Beyond the Gates", "Tribulation", "Pentagram", "Burning in Hell" o "Phantasm", con una velocidad y una  agresividad bien respondida por el público, que agradece una pausa tras la desquiciante "Evil Warriors".

Con unas palabras de Jeff Becerra, siempre cercano al público y encantado de como está yendo la noche, llega la parte "menos intensa" del concierto (sería imposible describirla como floja o algo similar), que empieza con "Séance",  para llegar a un tema que seguramente nadie reconoce, pero no disgusta para nada, por lo que con "The Crimson Spike" las expectativas sobre el nuevo álbum de Jeff y compañía quedan bastante altas.

Tras este adelanto, seguido de "My Belief" y "Storm in my Mind" la intensidad del concierto, que hasta ahora iba en aumento, llega al máximo para mantenerse desde las primeras notas de "The Exorcist" hasta el final. Los temas más esperados van sucediéndose mientras que la locura del público se hace imparable. Durante "March to Die", "Swing of the Axe" y "Confessions" acompañan al mítico cantante algunos fans que quieren compartir con él unos momentos en el escenario, para acabar saltando al público y unirse a un pogo que sólo se paraba entre canción y canción.

La noche iba a acabar de forma apoteósica, y los fans intuían lo que les esperaba: dos clásicos de la banda en los que las dos partes iban a darlo todo. Y efectivamente, "Twisted Minds" fue una de las canciones en las que más se disfrutó, pero nada comparado a lo que se vivió con la canción que posiblemente dio nombre a un género, la canción con la que esta gran banda empezó a darse a conocer hace ya treinta años. Sin duda, "Death Metal" fue la mejor manera de poner punto final a una velada que a muchos nos costará olvidar. 

Texto: Andrea Dominguez / Fotos: Laura de Vicente

Promotor:Hammer Agency

Asistentes:200

Día:25/04/2013

Sala:Arena

Ciudad:Madrid

Puntuación:9