PAUL DI’ANNO

Creo que dado que la mayoría de los que conocíamos las andaduras actuales de Paul Di’Anno ya ibamos advertidos sobre la poca calidad de sus actuaciones en vivo, y por tanto, nuestras expectativas de cara al concierto eran nulas. Paul Di’Anno no ha defraudado, y ha ofrecido un concierto totalmente olvidable, como se esperaba de el.

A las 20:30 de ayer domingo saltaba a escena el que fuera tercer cantante de IRON MAIDEN, y responsable de la voz en discos como el primero y homónimo y "Killers". Rapado al 0, con muchos kilos de mas, y con un dudoso sentido del humor, Di ‘Anno (probablemente el cantante que mas bromas pesadas ha soportado gracias a su apellido) , el concierto se ha iniciado con un tema de su etapa en solitario, absolutamente desconocido para mí, y por lo visto, para todo el resto del público. Pronto las cosas han tomado otro tinte, con la interpretación de "Prowler", bastante bien recibida por un publico variopinto. Seguidamente ha sonado "Wrathchild" , esta vez con una reacción mayúscula de la audiencia. Di’Anno intentaba llegar a notas imposibles, consiguiéndolo en algunos momentos, fallando estrepitosamente en otros. De vez en cuando, insertaba en el tema en cuestión versos en voz gutural de lo mas cavernícola, junto a movimientos escénicos mas propios de Fred Durst de LIMP BIZKIT que no de alguien que ha pasado por IRON MAIDEN.

Ya entrado el concierto ha dedicado un tema llamado "Impaler" a "la polla de mi guitarrista", y entre otras cosas ha llamado "mariconazo" a Enrique Iglesias, aparte de presentar un tema propio diciendo que es de las SPICE GIRLS. Patético por momentos, entrañable la gran mayoría del tiempo. "Strange World" nos ha devuelto a los albores de la Maiden-Manía, mientras que "Murders in the New Morgue", "Remember Tomorrow" o "Killers" han hecho que mas de uno frunciera el ceño ante las curiosas interpretaciones del vocalista. Su banda es curiosa: un bajista que reproduce los movimientos escénicos de Steve Harris, un guitarra solita con la misma poca movilidad facial que Dave Murray, y otro con la misma cara de pocos amigos que Adrian Smith.

De cara al final de la actuación, ha quemado los dos últimos cartuchos que le quedaban: ha destrozado "Sanctuary" de una manera que era como para ponerle una multa y finalmente ha descargado "Running Free" y "Phantom of The Opera" en medio de un público por lo general bastante calmado que no ha acabado de entender lo que hace el señor Di’Anno, destrozando de manera tan impune clásicos tan legendarios. Como parodia de sí mismo está bien. Es una especie de banda tributo a los IRON MAIDEN de la primera época pero con un cantante que no puede dar la talla por mas que se esfuerza sobre el escenario, poniéndose rojo al intentar llegar a según que notas y sudando la gota gorda.

Unicamente me queda la duda: ¿estarían MAIDEN hoy donde están si Di’Anno hubiera seguido a la voz?