Parkway Drive: energía sin freno en Madrid

Los preparativos para el Resurrection Fest llegaron a Madrid de la mano de un cartel con el metalcore como bandera y los australianos Parkway Drive como eje central en una noche de pura energía y un contraste entre lo "vintage" y el metalcore más actual.

Los preparativos para el Resurrection Fest llegaron a Madrid de la mano de un cartel con el metalcore como bandera y los australianos Parkway Drive como eje central.

Darkest Hour fueron los encargados de abrir el concierto ante una Sala La Riviera a medio llenar. Buena recepción por parte de los presentes dejando claro que el público, joven en su inmensa mayoría, venía a disfrutar y a destilar energía por cada poro.

Los de Washington fueron un calentamiento potente para lo que estaba por venir, despertando a la audiencia con el primer circle pit de la noche en un público que, pese a camisetas de Metallica en la banda americana, pocas intenciones tenía de saber nada más allá del metalcore duro que Darkest Hour demostró. Muy aplaudidos y la noche seguía con ese contraste extraño entre lo “vintage” aceptado por las nuevas generaciones y grupos más actuales. «The Power of Love» de Huey Lewis (tema de la clásica Regreso al Futuro) y Green Day sonaron mientras Stick To Your Guns se preparaban para el segundo asalto de la noche en una sala en que continuaba con el  goteo de público con camisetas de Parkway Drive.

Con el ambiente caldeado llegaron al escenario los californianos, caracterizados por un sonido menos pesado que sus predecesores y con melodías más marcadas, la locura se desató a la segunda canción levantando el aplauso del público y formando circle pits al ritmo de temas como «Against Them All» o «We Still Believe». Cabe decir que pese a la actitud que la banda demuestra en directo es Jesse Barnett al micro quien lleva el peso de la acción incitando al público a corear los temas de la banda y pateando el escenario de un lado a otro. La banda defendió bien la actuación en el que fue su último concierto de la gira con la banda australiana y que terminó de allanar el terreno para unos Parkway Drive que fueron aclamados durante toda la noche por un público con hambre de ver a los cabeza de cartel de la noche.

El goteo final de asistentes terminó por aparecer antes de la actuación de los australianos en una sala con más de la mitad de la entrada vendida pero que no terminó de completar aforo. «Thunderstruck» de AC/DC, «The Boys Are Back In Town» de Thin Lizzy, «Beat It» de Michael Jackson y «Welcome To The Jungle» terminaron por ser los últimos temas que contrastaban en una noche de “orgullo millenial”, tal y como afirmaba el propio Barnett durante su actuación. Luces fuera y Parkway Drive entonaron las primeras notas de «Wild Eyes» con una energía propia de la música que defienden, son la banda principal, ellos lo saben y el público lleva recordándoselo desde el primer minuto.

Canciones como «Vice Grip» o «Writings On The Wall» fueron de las más coreadas en una noche sobrada de energía pero quizá con falta de algo más que energía pura y dura. Aun así, el público sabía lo que buscaba y con Parkway Drive la química es totalmente innegable.

Los coletazos finales del concierto los protagonizó Ben Gordon a la batería con un solo correcto, sin demasiados excesos pero que levantó el aplauso del público. Los últimos cartuchos de los australianos los gastaron con temas muy aclamados como «Crushed» y «Romance Is Dead» para cerrar una noche rebosante de adrenalina.