PAIN

No soy especialmente fan de los Pain de Peter Tägtgren, pero he podido asistir a sus shows varias veces, y soy de los que piensan que tiene bastante mérito haber conseguido un rotundo éxito con este estilo de música. El nuevo disco engancha de verdad, y a pesar de que no llenó una sala pequeña como la Salamandra, podemos calificar de exitosa la cosa. Sin embargo, en París, consiguieron agotar entradas. Como siempre, parece que España tarda en valorar a estos grupos que tanto se adora fuera de nuestras fronteras.

A pesar de ya estar avisados, fue una auténtica lástima que Tarot no pudieran estar presentes en el show. La verdad es que éramos muchos los que teníamos más ganas de ver a la banda de Hietala que a los propios cabezas de cartel. Engel cumplieron bien su papel de teloneros y de hecho poseen bastantes puntos en común con Pain, aunque me recordaron bastante más en la onda de unos Blind Passengers (¿alguien sabe qué pasó con ellos?). Destacar su tema más conocido y con el que cerraron su descarga: “In splendour”.

Pain saltaron sobre las tablas con una producción mucho más espectacular que la de su última visita. Muchas pantallas de televisión. El público estaba ganado de antemano. Muchos fans de la banda y muchas devotas de un Tägtgren que desde hace un buen tiempo goza de un estatus de guaperas. Este “título” se le une al de excelente productor y musicazo. Empezaron con una fuerte e impactante “Let Me Out”. Peter estuvo poco hablador, pero perfecto en cuanto a voz y ejecución, lejos de ese Tägtgren resacoso de la última visita acompañado por los Brother Firetribe. De lejos “The Great Pretender” y sobretodo “Dirty Woman” son los temas que más gancho y mejor funcionan de su último “You Only Live Twice”.

Antes caerían “Dancing with the Dead” y “Psalms to Extinction”. En general el sonido estuvo a la altura de la entrega del combo sueco. Las pantallas escupían imágenes que acompañaron al grupo y que daban un aspecto de futuro decadente y postindustrial. El equilibrio del setlist estuvo más que acertado combinando temas de todos sus discos. “Zombie SLam”, “End of the Line” o “Suicde Machine” mantuvieron al público en vilo y sumamente entregado. A destacar la labor de David Wallin tras los parches. “Im Going In” y “Monkey Business” cerrarían la primera tanda de temas.

Los bises serían largos aunque el concierto se hizo bastante corto. Los roadies del grupo se dedicaron a dar pases de backstage a muchas chicas que asistían al concierto para luego hacerse unas fotos con el grupo. Empezaron los bises fuertes con “Have a Drink on Me” y “Supersonic Bitch”, ya todo un clásico del Rebirth. La verdad es que eché de falta muchos temas del que para muchos es su mejor disco: el “Nothing Remains the Same”. “Fear the Demon” y otro de sus grandes clásicos: “Same Old Song” precedieron al derroche físico y al coreo masivo de su gran hit: “Shut YOur Mouth”, que fue acompañado con imágenes del videoclip. Rotunda ovación y una sala más que satisfecha.

La banda cumplió con creces y sus fans quedaron extasiados, pero personalmente siempre espero algo más de Pain y sus conciertos me dejan convencido a medias. Lo que hay que admitir es que, a pesar de llevar mucho material pregrabado el grupo defiende de maravilla su repertorio, hay muchos clásicos y el balance entre discos es notable y bien elegido. Pero sigo esperando que este grupo llegue bastante más lejos de lo que prometía, pues hoy en día no llenan ni el Salamandra…